lunes, 25 de noviembre de 2013

Conocer La Habana Criolla: el tricentenario de Bejucal


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7516

Las Tertulias de Historia han retomado una vieja idea de profundizar en el análisis de la cultura agraria en nuestro país y lo han hecho con motivo de una ocasión especial: los 300 años de la ciudad de Bejucal.

Oscar Zanetti, presidente de la Sección de Historia de la Asociación de Escritores de la UNEAC, al presentar el homenaje en la sala Rubén Martínez Villena el pasado 19 de noviembre celebró la importancia de sobrepasar esta conmemoración para enmarcarlo en el estudio de la sociedad habanera del siglo XVIII y más allá.

La Habana Criolla ha sido el nombre propuesto por la investigadora histórica Lohania Aruca para este análisis, quien indicó que “como estudiosos de la región habanera se debe profundizar en el conocimiento de lo que fue La Habana desde sus orígenes y que ahora tiene dos provincias más: Mayabeque y Artemisa.”

Recalcó que cuando se habla de La Habana sólo se piensa en la ciudad intramuros y su periferia, pero existe un más allá que siempre ha jugado una gran importancia en la vida económica, política y social de todo el conjunto habanero. El asentamiento urbano de Bejucal, fundado a partir del interés de inmigrantes canarios en el desarrollo de la producción de tabaco y de la ganadería, es un ejemplo claro de esa influencia.

El primer panel de la tarde se dedicó a conocer los antecedentes que favorecieron la creación de este asentamiento. El historiador Arturo Sorhegui disertó sobre “Los grupos sociales y la sociedad criolla en La Habana de los siglos XVI y XVII” y la historiadora Mercedes García se refirió a “Los ambientes y la vida cotidiana en La Habana Criolla”.

Ambos investigadores, al profundizar en el contexto social y económico de La Habana, proporcionaron las bases para el análisis del segundo panel, dedicado a la conmemoración del tricentenario de Bejucal. Lohania Aruca expuso sobre “La fundación del señorío y la ciudad titulada de San Felipe y Santiago de Bejucal”, mientras los especialistas de esa ciudad Madai Martínez y Roberto Chaviano (conservador del Museo Municipal) presentaron, respectivamente, al “Centro Histórico de Bejucal: proyecto y conservación” y a “La iglesia católica de Bejucal: testigo del tiempo”.

El intercambio con el público permitió conocer detalles sobre la denominación de “criollo” a esos pobladores que, al echar raíces en ese entorno y sin tomar en cuenta la variedad de colores de la piel y de culturas, sintieron cada vez más como suyos esos territorios.

Además, se profundizó en la comprensión del diseño urbano de Bejucal, la importancia y las particularidades jurídicas del otorgamiento de la condición de señorío al poblado de entonces, los trabajos de conservación y restauración de las construcciones más antiguas y los esfuerzos que realizan los bejucaleños para lograr su declaración como Monumento Nacional.

Después de la abundante información histórica que se expuso sobre la formación y el desarrollo de este asentamiento urbano, no podía lograrse mejor cierre que escuchando las interpretaciones del grupo musical Enfusión, de la propia localidad, con canciones dedicadas a su pueblo. Fue el colofón de una tarde dedicada a la importancia histórica del tricentenario de Bejucal y de su trascendencia económica y cultural para el entorno habanero.

La iniciativa de Lohania Aruca de continuar realizando este tipo de talleres y extenderlo a otros señoríos de aquella época —de los cinco que lograron esta condición— ha quedado como una valiosa propuesta a desarrollar en las Tertulias de Historia para el próximo año.

Su mayor mérito radica en que, con temas frescos y novedosos, se brindará una visión más completa de nuestros orígenes en el occidente del país, que es volver a nuestras raíces y entender mejor nuestras tradiciones.

domingo, 24 de noviembre de 2013

ONGización de la política en el contexto global

Ponencia presentada en el XVI Taller Internacional “Nueva Ciencia Política”. Salón 250 Aniversario, Universidad de La Habana, 22 de noviembre de 2013
 
Para una nueva Ciencia Política con Enfoque Sur deberá ser de interés identificar y profundizar en el marco teórico de un proceso que se ha manifestado en las últimas décadas mediante el cual el desarrollo de la globalización neoliberal ha convertido a algunas Organizaciones No Gubernamentales en importantes actores internacionales para imponer, desde la sociedad civil nacional e internacional, este modelo hegemónico a los países del Sur.
 
Fue a finales de la década de 1980 cuando se hizo de forma más evidente la creación y utilización de ONGs para influir y minar procesos políticos, en el contexto de la subversión y el combate occidental contra el sistema socialista mundial, durante la estocada final de la confrontación Este-Oeste y la llamada Guerra Fría.
 
El término ONGización fue inicialmente utilizado de forma crítica por organizaciones feministas a mediados de los años 1990s, cuando numerosas ONGs fueron catalogadas como “traidoras” a sus principios éticos por colaborar en la aplicación de la agenda neoliberal a nivel internacional, con evidentes implicaciones patriarcales. Particularmente este proceso se dio en la región latinoamericana, donde los gobiernos neoliberales de entonces realizaron importantes recortes a las agendas sociales y permitieron el protagonismo de fuerzas nacionales, regionales y globales con una agenda que respondía a intereses foráneos y complementaba la aplicación de ajustes estructurales, en detrimento de los avances sociales.[1]
 
Posteriormente, con la evidente utilización de estos mecanismos para aplicar la globalización neoliberal a todas las esferas de la vida pública, el término fue retomado por los movimientos sociales de izquierda en forma de denuncia. Este proceso de generalización de la ONGización de la política fue definido claramente por la activista social india Arundhati Roy, al expresar:
 
«A medida que el estado abdicaba su función tradicional, las ONGs se pusieron a trabajar en estas áreas específicas. La diferencia, evidentemente, es que los fondos que tienen a su disposición son una fracción minúscula del recorte que se realizó en el gasto público. La mayoría de las grandes ONGs subvencionadas están financiadas y patrocinadas por las agencias de ayuda y desarrollo, que a su vez dependen para su financiación de los gobiernos occidentales, el Banco Mundial, la ONU y algunas corporaciones multinacionales.» [2]    
 
De acuerdo a lo que observamos en el escenario internacional actual, este proceso puede verse manifestado de las tres siguientes formas:
 
La primera ha sido conocida en diversos contextos: cuando en países del Sur –con necesidades urgentes de fondos frescos desde el exterior– se presentan ONGs con una agenda esencialmente humanitaria y desprovista del contexto político particular, que al final cumplen una agenda política específica.
 
Un ejemplo de rechazo a este caso lo constituyen las acciones tomadas por el gobierno de Ecuador el 5 de septiembre de 2012, cuando suspendió el trabajo de 26 ONGs extranjeras. El Presidente Rafael Correa denunció que estas organizaciones no informaban de sus ingresos y, en lugar de cumplir con la ley, se dedicaban a hacer política en el país. Además, resaltaba en su denuncia que algunas de estas ONGs tenían una fuerte base en la extrema derecha regional y pretendían desestabilizar a los gobiernos progresistas de América Latina, mientras que otras en la frontera norte eran cómplices de grupos irregulares.[3]
 
En la actualidad, este fenómeno puede alcanzar dimensiones excesivas dentro de los límites nacionales, en lo que algunos expertos han denominado Repúblicas ONG: que son países muy empobrecidos –entre los que incluyen Haití, Afganistán, Cambodia, Ruanda y Yemen, entre otros– donde las ONGs y otras instituciones donantes han creado estados paralelos inmensamente más poderosos que los propios gobiernos nacionales, con la capacidad de decidir cómo, dónde y el límite en que se utilizan estos fondos.
 
La segunda manifestación de este proceso se puede apreciar en la creación de ONGs con un claro objetivo de influencia política en países específicos, utilizadas como mecanismos de agresión o subversión para derrocar gobiernos que se resisten a seguir el patrón neoliberal, con la peculiaridad de su carácter confrontacional sin previa declaración de guerra.
 
Como ejemplo se puede citar el alto número de ONGs creadas por los Estados Unidos de América para mantener su política contra el gobierno cubano, al que han dedicado fondos multimillonarios. Por sólo citar el caso de la National Endowment for Democracy (NED), organización creada por la USAID para canalizar los recursos destinados a la desestabilización política en Cuba, entre 2010 y 2011 se han encauzado más de 4 millones de dólares a través de ONGs radicadas no sólo en los Estados Unidos, entre las que se pueden citar: Afro-Cuban Alliance Inc., Directorio Democrático Cubano, CubaNet News Inc., People in Need, Instituto Político para la Libertad, entre muchas otras.[4]
 
La tercera forma en que se manifiesta este proceso se refiere al papel que han jugado ciertas ONGs en el proceso negociador de los organismos multilaterales, siguiendo una estrategia hegemónica de los países del Norte para imponer su propia agenda.
 
En el enfrentamiento de posiciones políticas durante las negociaciones en el sistema de las Naciones Unidas y otros foros internacionales se observa de forma reiterada que temas prioritarios para los países del Sur quedan relegados en la agenda, mientras se priorizan otros que son de interés para los países desarrollados.
 
En esta estrategia hegemónica, varias ONGs son utilizadas como mecanismo complementario para promover esta agenda durante las sesiones. La activa presencia de ellas en eventos colaterales –donde las más poderosas disponen de mejores recursos para atraer a las delegaciones– garantiza un cabildeo que juega un importante papel para la consecución de sus objetivos.
 
Conclusiones
 
Como se puede apreciar, la ONGización de la política presenta una situación de extrema complejidad en el contexto internacional, no sólo por sus implicaciones económicas, políticas y sociales, sino por la diversidad de formas en que se manifiesta.
 
Sería injusto hacer una generalización de este fenómeno y demonizar a las ONGs. Estamos convencidos del inmenso trabajo que han realizado las Organizaciones No Gubernamentales –a nivel nacional, regional e internacional– en situaciones de emergencia, ante catástrofes naturales, hacia poblaciones con necesidades básicas, entre otras circunstancias. Sobre todo, estamos conscientes del esfuerzo que han realizado, junto a los movimientos sociales, para posicionar temas de trascendental importancia en los debates internacionales y nacionales, desde una perspectiva emancipadora de los de abajo, desde la sociedad civil.
 
De lo que se trata es de tomar conciencia de la existencia de esta otra expresión política, que se refiere a la utilización de numerosas ONGs para la consecución de objetivos concretos, como parte de la estrategia hegemónica de los países desarrollados en la imposición de una agenda neoliberal hacia los países del Sur.
 
Ante esta situación, lo más importante será desarrollar capacidades por parte de los gobiernos y de la sociedad civil que permita identificar y frenar este tipo de influencia y subordinación a intereses foráneos, para elaborar políticas independientes y contra-hegemónicas, con el fin de utilizar los beneficios económicos que estas ayudas implican sin ceder a imposiciones de agendas de desarrollo ni renunciar a los intereses y prioridades nacionales.
 

Notas:
[1] Para mayores detalles consultar a Sonia E. Álvarez (2010), Beyond NGOization? Reflections from Latin America. Consultado el 23 de septiembre de 2012 en: http://es.scribd.com/doc/68641558/Beyond-NGOization 
[2] Tomado de: Arundhati Roy (2007) ¿Con qué detergente lavas? El poder público en la era del imperio. Consultado el 10 de septiembre de 2012 en: http://www.alterinfos.org/spip.php?article1623
[3] Para más información consultar el artículo de Bolpress (12 de septiembre de 2012), Ecuador: Protegiendo su biodiversidad, gobierno suspende a 26 ONGs extranjeras. Consultado el 24 de enero de 2013 en: http://kaosenlared.net/america-latina/item/30479-ecuador--protegiendo-su-biodiversidad-gobierno-suspende-a-26-ongs-extranjeras.html
[4] Para mayores detalles consultar a Luis M. Rosales (20 de septiembre de 2012), La NED sigue apostando al duro en la subversión contra Cuba. Consultado el 20 de septiembre de 2012 en: http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/09/20/la-ned-sigue-apotando-al-duro-en-la-subversion-contra-cuba/

lunes, 18 de noviembre de 2013

Poemas a los 70: "No perder la felicidad de la inocencia"



Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7499

José Luis Moreno del Toro, poeta y médico, ha cumplido 70 años y la Asociación de Escritores de la UNEAC le homenajeó el pasado viernes 15 de noviembre en su tradicional encuentro Tardes de Poesía. Acompañado de amigos, admiradores y familiares, fue el momento ideal para estrenar en La Habana el documental Un nombre muy simple, de Idalberto Betancourt Cordero, dedicado a su vida y a obra.

“Ni el poeta encontró al médico, ni el médico encontró al poeta. El poeta y el médico se encontraron en un cruce de caminos”, así empieza Moreno el documental, en el que confiesa haber tenido momentos de mucha felicidad en su vida: “La felicidad se escribe con letra grande, de molde… no es algo que se alcanza, sino algo a donde uno va”. En su poesía ha dicho sobre ella: “no es una estrella azul en el horizonte, sino el largo camino hacia ella”.

Al presentarle, el también poeta Alex Pausides –anfitrión de las Tardes de Poesía– elogió su honestidad, la forma directa en que transmite sus verdades, incluso aquellas que sean incómodas, es “un ser humano consecuente con sus ideas, campechano como un buen cubano”, todo lo cual lo hace “un hombre imprescindible, que se ha ganado un espacio en la intelectualidad cubana”.

Semanas atrás le celebraron su cumpleaños en su natal Holguín y el documental tuvo su estreno nacional. “Yo no he dejado Holguín”, confiesa Moreno: “vine a estudiar medicina en el año 1962… y vine a dominar, a descubrir, a tomar La Habana”. Aunque vive y continúa trabajando en la capital, ratifica: “Yo soy un hombre holguinero, no puedo producir más nada que no sea de Holguín… mi poesía es holguinera, mi cirugía es holguinera”.

Al hablar de su obra, expresó la sorpresa y el placer que siempre le causa la interpretación musical de sus poemas, entre los que se destaca Si yo fuera mayo, musicalizado por José Antonio Quesada y Martha Campos, con arreglo de Pepe Ordaz, el cual fuera interpretado por Sara González e incluso sirviera de título para uno de sus discos. “No tengo más que agradecerle a cada uno de los compositores y trovadores que hayan puesto música a mis versos”, indicó al referirse también a otros poemas como Ese lunar, musicalizado por el poeta chileno Patricio Navalón; Otras proposiciones para la muerte de otra Ana, musicalizado por el trovador holguinero Elito Abad; y Niña paseando un minotauro ciego, musicalizado por Augusto Blanca.

Con 17 libros publicados y como única ambición “ser un hombre útil”, durante la lectura de algunos de sus poemas –viejos y nuevos– mostró una lírica comprometida con su tiempo, en los que se abordan de forma sincera y diáfana una variedad de temas por el que transcurren personajes de la infancia, el rudo trabajo de los operadores de hornos de cal, los amigos que ya no están, la ciudad, los temores y alegrías de los avatares de la vida, la familia, el amor…

“Yo escribo la poesía que puedo, no la que quiero”, sentenció, “si hubiera podido escribir la que quiero, hubiera escrito los Versos Sencillos”. Confesó que su primer gran orgullo en la vida fue, durante la adolescencia, haber sido brigadista Conrado Benítez en la Campaña de Alfabetización. “Hacerse maestro es hacerse creador”, dijo.

Poco tiempo después empezó a escribir, sin pensar en trascender, convencido de que la mejor recompensa que pueda tener un poeta es su público. “Escribir poesía es bastante. Buena, mala, regular… que sea el lector quien se comunique con ella”, sentenció.

José Luis Moreno del Toro nació el 25 de octubre de 1943 y actualmente trabaja como profesor de cirugía general en el Hospital Universitario “General Calixto García”, además de presidir la Cátedra de Cultura Cubana de la Universidad Médica de La Habana.

Su obra poética ha sido publicada en Cuba y en el extranjero –traducida a varios idiomas– y sus éxitos literarios no se limitan a la poesía, pues su relato Flor de Pino (publicado en Nicaragua en 1984) fue llevado al cine por la cineasta Laura López, por el cual recibió premios internacionales en festivales de cine y televisión.

Le han sido otorgadas varias condecoraciones, entre las que se destacan: la Distinción por la Cultura Nacional (1993), el Hacha de Holguín (1993), el Escudo de la ciudad de Gibara (1995), Ciudadano Honorífico de Colombia (1997), Hijo Destacado e Hijo Ilustre de la ciudad de Holguín (2001 y 2009 respectivamente), la medalla Fundación del Grupo “Teatro Estudio”, entre otros.

Al reflexionar sobre una vida y una obra tan intensa, en estos 70 años, Moreno aconseja “no perder ese niño o niña que llevamos dentro, no perder la inocencia”. Pero, sobre todo, “no perder la felicidad de la inocencia”.

martes, 12 de noviembre de 2013

La poesía trasciende a la acción global


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7488

“Construir entre todos un espacio para la poesía, que trascienda los espacios tradicionales”, así resumió el poeta Alex Pausides, director de la Colección Sur y del Festival de Poesía de La Habana, el encuentro nacional de coordinadores de este evento que tuvo lugar el 7 y 8 de noviembre en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC.

Durante el intercambio de coordinadores a nivel nacional se conoció la convocatoria y programa del 17 Festival Internacional de Poesía de La Habana del próximo año –propuesto del 25 al 31 de mayo–, se discutieron ideas para una acción poética nacional durante el evento, se revisaron las articulaciones con organizaciones e instituciones nacionales e internacionales y se informó del trabajo de la Red de Poetas en Defensa de la Humanidad y del Movimiento Poético Mundial.

Además se revisó el estado y las perspectivas de la Colección Sur, el trabajo y promoción de los sitios web Palabradelmundo y CubaPoesía, entre otras actividades, en lo que se pudiera calificar como una gran acción poética nacional que estableció las bases del trabajo en lo adelante, fundamentalmente con vistas a las acciones a desarrollar en 2014.

“No es la primera vez que se organiza a nivel nacional, pero sí es la primera ocasión en que se hace tan global y orgánicamente establecida”, reafirmó Pausides, quien también es Vicepresidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC.

Asimismo se conformó un Comité de Coordinación para extender el Festival de Poesía a todo el país, con subsedes en cada provincia, y se discutieron las acciones a realizar en función del evento, con presentación de libros, lecturas de poemas, conciertos, materiales audiovisuales, promoción en las redes sociales de Internet, los medios de comunicación y todas las iniciativas que sean capaces de desarrollar.

La acción global hacia el interior

“Han quedado muy entusiasmados con la idea de que la Red de Poetas en Defensa de la Humanidad y por la Justicia Social se extienda hacia el interior del país, en que las representaciones provinciales del Festival de Poesía se conviertan en promotores de la Red y del Movimiento Poético Mundial en cada localidad”, destacó Pausides.

En tal sentido, el poeta Alejandro González presentó la Declaración del Comité de Coordinación del Festival de Poesía de La Habana, en la que se reflejaron las intenciones de “multiplicar las intenciones del movimiento poético mundial y de la Red” para trabajar “de forma permanente, y no sólo para los días en que se desarrolle propiamente el Festival, para que Cuba toda sea una lectura constante de lirismo, solidaridad y creación.”

Esta ha sido la respuesta de los creadores cubanos ante la solicitud del Comité Coordinador del Movimiento Poético Mundial, fundado hace 26 meses en Medellín, Colombia, y que ya incluye en su membresía a 122 Festivales de Poesía, 114 Proyectos Poéticos y 1256 poetas de 135 países del planeta.

Entre los objetivos de este Movimiento, al que se suman nuestros creadores, se encuentra “luchar por la dignidad de los pueblos a través de la dignidad que la poesía irradia en su proyección social, ahora cuando es urgente recuperar los dones del diálogo, la solidaridad y la coexistencia fundada en el intercambio simbólico que propicia la red de acciones poéticas a nivel global.”

Poesía en Movimiento y Premios Wolsan-CubaPoesía de 2013

El encuentro terminó en la tarde-noche del viernes con una lectura colectiva de un grupo de poetas que, además de ser coordinadores provinciales, han sido publicados por la Colección Sur, entre ellos: José Ramón Sánchez, de Guantánamo; Juventina Soler, de Bayamo; Alejandro González Bermúdez, de Camagüey; Isbel González, de Sancti Spíritus; Ileana Álvarez, de Ciego de Ávila; Otilio Carvajal, de Santa Clara; Misael Acosta, de Artemisa; y Rafael Jorge Carballosa, de la Isla de la Juventud.

También se aprovechó la ocasión para dar a conocer los Premios del Concurso Wolsan-CubaPoesía 2013. El jurado, constituido por Basilia Papastametiu, Alex Pausides y Ricardo Alberto Pérez, decidió reconocer cinco cuadernos finalistas y otorgar menciones a Perro que aúlla, de Sergio García (Santa Clara); De invocaciones y otros límites, de Laura Domingo; y Algo aquí se descompone, de Katherine Bisquet. Además, se otorgó una primera mención a Estibadores (21 lotes), de Yunier Riquenes (Santiago de Cuba), tomando en consideración “la capacidad de asumir sin tropiezos la complejidad de un mundo precario, que cobra inquietante intensidad a través de la memoria, depositando finalmente una sustancia ancestral en el lenguaje”.

El Premio Wolsan-CubaPoesía 2013 le fue otorgado a La gran arquitecta, de Legna Rodríguez, de la que el jurado valoró que “las palabras alcanzan una presencia significativa que supera la monotonía, a la que gran parte de nuestra tradición nos ha venido acostumbrando, y porque el propio discurso demuele el más mínimo asomo de mediocridad e hipocresía”.

El premio es convocado desde hace tres años por el Festival Internacional de Poesía de La Habana, auspiciado de la Fundación Wolsan de Corea del Sur y la Fundación Asia-Iberoamérica de Bogotá. Además cuenta con el coauspicio de la Asociación Hermanos Saíz y las revistas El Caimán Barbudo y Amnios.

Concebido para poetas menores de 35 años, el Premio se ha propuesto promover en el ámbito continental la obra de los jóvenes poetas cubanos y, a pesar del poco tiempo que lleva, ha ganado en popularidad entre los creadores nóveles. Además del beneficio monetario, la obra ganadora es publicada en la siguiente Feria Internacional del Libro de la Habana y es promocionada en el Festival Internacional de Poesía de Medellín, además de formar parte de la plataforma profesional de promoción de la Colección Sur Editores.

Homenaje al Premio de la Crítica 2013

Junto a la presentación de los premios, la tarde-noche también fue el momento escogido para celebrar los 20 años de la Colección Sur y el otorgamiento del Premio de la Crítica 2013 al libro Fresa y Chocolate, de Senel Paz, que contiene el guion de la película homónima.

Tras la proyección del programa Para leer mañana –del Canal Educativo 2– dedicado a Senel Paz, el poeta Pedro López Cerviño destacó que no es la primera vez que la Colección Sur recibe un Premio de la Crítica entre sus títulos, pero es un “hecho sin precedentes” que, “en un país donde no hay historia editorial en materia de guiones de cine”, se le haya otorgado este premio a tal modalidad.

Sin dudas es un premio merecido pues, a decir de Cerviño, “este libro pone en manos del lector la posibilidad de recrear, esta vez sin los artilugios tecnológicos del celuloide, una de las más bellas historias humanas de todos los tiempos. Una historia que hizo y hace época, no sólo entre los que vivimos en esta convulsa y amada nación”.

Se destacó además el papel que ha jugado la Colección Sur, que en sus 20 años de vida suma ya más de 200 libros presentados. “Su vocación —dijo Cerviño— es llenar vacíos, publicar lo impublicado o, al menos, de lo mejor lo menos conocido por el lector cubano”, para lo cual ya la editorial tiene un catálogo con escritores de Israel, Persia, Corea del Sur, Palestina, Rusia, África, Vietnam, Estados Unidos, el Caribe y América Latina.

En un performance, que coronó los dos días de trabajo para el futuro de la poesía, que fue digno de alguno de sus personajes de cine, Senel Paz retribuyó el homenaje con un simple: “Muchas gracias”.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Renace una tradición literaria en memoria de Alfonso Hernández-Catá


“El escritor que no siente ante la virginidad de la cuartilla el ansia sagrada de engendrar un fruto bello y trascendente, es un ladrón de tiempo”
Alfonso Hernández-Catá
 
 
Desde 1942, y por más de 25 años, se realizó en el habanero Cementerio de Colón, cada 8 de noviembre, una peregrinación ante la tumba del reconocido narrador, periodista, ensayista y diplomático Alfonso Hernández-Catá. En el homenaje ante cada aniversario de su prematura desaparición física participaron las más reconocidas voces de la literatura cubana de entonces. Hablaron en su honor destacados escritores como su amigo Juan Marinello, Jorge Mañach, Raúl Roa, Guillermo Cabrera, Elías Entralgo, Salvador Bueno, Octavio R. Costa, entre muchos otros.
 
Uva de Aragón, escritora cubana que reside en los Estados Unidos, recuerda con emoción estos homenajes a su abuelo como una “tradición literaria, citadina y familiar” a las que asistía en su niñez. En aquel tiempo soñaba con convertirse en escritora para tener el honor, algún día, de hacerle el panegírico a ese gran hombre a quien calificó de “adelantado a su tiempo, cuya trayectoria y obra mantienen vigencia”.
 
Este 8 de noviembre, con el apoyo de la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y del Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana “Juan Marinello”, ella pudo cumplir ese sueño ante la tumba conocida en el cementerio como El Panteón del Arquero, por la reproducción en piedra del ex libris que usaba el escritor: un arquero apuntando a lo alto, sobre el lema “Apasionadamente hacia la muerte”.
 
En esta ocasión estuvo acompañada también por varias personalidades de la cultura cubana —como Nancy Morejón, Enrique Pineda Barnet, Antón Arrufat, Oscar Zanetti, Nuria Grégory y otros—, con quienes recordó al “ser humano vanidoso y humilde, melancólico y bromista, autodidacta y cultísimo, sabroso conversador dado también a largos silencios, viajero incansable siempre con nostalgias de sus amigos en Cuba y de esa tierra oriental donde fue testigo, escondido entre unos arbustos, del entierro de José Martí.”
 
Comentó que Hernández-Catá es “reconocido, sin lugar a dudas, como uno de los mejores cuentistas cubanos de la primera mitad del siglo XX” y anunció que tiene preparada, desde hace un tiempo, una antología de sus cuentos cubanos para que sea publicada en Cuba, como hubiera sido el deseo del autor. Dedicó Uva de Aragón sus palabras finales “a los escritores cubanos, muchísimos de gran talento, pidiéndoles que contra viento y marea no desmayen jamás en su vocación”.
 
La investigadora y ensayista Cira Romero también rindió homenaje al escritor. Lo reconoció como “el primer autor cubano que internacionalizó la literatura cubana, no solo por el hecho de que la mayoría de sus obras se publicaron primero en Europa, continente donde residió por largos años, en particular en España, sino porque los temas que privilegió en sus composiciones tienen un alcance que sobrepasan lo local para colocarse en la almendra misma de lo universal”.
 
Refirió que, por momentos, algunos se cuestionaron la pertenencia de Hernández-Catá a la literatura cubana, teniendo en cuenta que había nacido en Aldeávila de la Rivera, Castilla, España. Sin embargo, brilla la cubanía en su obra literaria y su actitud ante la vida, como cuando renunció al cargo de Cónsul en 1933, durante la tiranía de Gerardo Machado —en rechazo a “los procedimientos de gobierno seguidos en Cuba”, según sus propias palabras—, enfatizando su acción en carta al entonces Secretario de Estado: “desde hoy trataré de emplear lo mejor… en cooperar con quienes se han impuesto todos los sacrificios y han dado dolor y sangre por arrancar a Cuba de la más brutal y cruel de las tiranías, para llevarla a un porvenir digno de los hombres que la hicieron libre”.
 
Romero destacó a Hernández-Catá como autor de casi mil narraciones entre novelas, novelas cortas y cuentos, formando parte de lo que se ha dado en llamar primera generación republicana de escritores cubanos. “Fue un verdadero constructor de paisajes”, indicó la investigadora, “pero no de paisajes geográficos, sino de paisajes humanos, interiores, manifestados a través de una variada gama de representaciones artísticas muy amplias”.
 
“Hacia lo más alto”
 
Obras como El ángel de Sodoma de 1927, publicada por primera vez en Cuba en 2009 ––con una temática tan avanzada para la época como la homosexualidad—, La quinina, Don Cayetano el informal, Los chinos, Un cementerio en las Antillas, El bebedor de lágrimas, Mitología de Martí, entre otras, dan muestra de la devoción de Hernández-Catá por la literatura, con raíces profundamente cubanas.
 
Nació en 1885 y a los pocos meses se trasladó a residir con su familia en Santiago de Cuba, lo que utilizó para, engañosamente, decir que había nacido en territorio cubano. En 1905, con sólo 20 años de edad, Hernández-Catá fue citado en la antología lírica La corte de los poetas y en 1907 publica su primera novela corta: El pecado original. Fue autor también de obras de teatro y zarzuelas. En honor a su prolífera carrera literaria, a partir de la década de 1940, se instituyó en Cuba un premio nacional de cuento que llevaría su nombre.
 
Asimismo realizó labores de periodista en El Diario de la Marina, La Discusión, Gráfico, El Fígaro y Social. En 1909 ingresó en la carrera diplomática y fue cónsul en lugares como El Havre (1909), Birmingham (1911), Santander (1913), Alicante (1914) y Madrid (entre 1918 y 1925). Hasta 1933 fue encargado de negocios en Lisboa y, luego del derrocamiento de la dictadura machadista, es nombrado Embajador de Cuba en Madrid. Fue Ministro Plenipotenciario de Cuba en Panamá (1935), Chile (1937) y Brasil (1938), desde donde realizó una intensa promoción cultural cubana.
 
Su repentina muerte en 1940 —con apenas 55 años— fue una sorpresa infortunada para las letras cubanas, a las que tenía aún mucho que aportar. Haber desaparecido en un accidente aéreo —cuando sobrevolaba la bahía de Botafogo, en Río de Janeiro, cumpliendo sus funciones diplomáticas— fue relacionado por su nieta Uva de Aragón con otro ex libris preferido por Hernández-Catá que rezaba: “Hacia lo más alto”. Para ella, esta frase fue “un reflejo de sus aspiraciones de darle a la literatura lo mejor de sí mismo, de burlar la muerte, trascender”.
 
Al finalizar el homenaje, el escritor Tomás Fernández Robaina señalaba que “la cultura cubana es una sola, dondequiera que la hagamos”. A la profundidad de estas raíces y herencias se refería Uva cuando hablaba de “esta Patria que, pese a distancias y desencuentros, ambos (ella y su abuelo) hemos querido honrar con nuestra obra.”
 
Razones suficientes para que se haya reiniciado con buenos pasos esta peregrinación a la tumba de Hernández-Catá, en beneficio de la literatura y la cultura nacional.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Una nueva "cofradía de iniciados" en el Centro Onelio


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7473

Sábado, 11 de la mañana. Esquina de 5ta. y 20, en Miramar. A pesar de la hora y el día, rompiendo la soledad del reparto residencial, la esquina tiene una concurrencia poco usual. Varias decenas de jóvenes —y unos pocos que ya peinan canas— alborotan los alrededores de la vieja casona y el separador de la 5ta. Avenida: es la inauguración del nuevo Curso de Técnicas Narrativas del Centro Onelio. A la treintena de muchachos y muchachas de nuevo ingreso, se les unen los ya graduados del curso recién terminado, porque también se entregan el Premio César Galeano y las Becas de Creación El Caballo de Coral.

Oficialmente nombrado Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, la institución no se trata de una escuelita de narradores, aclara su fundador y director, el escritor y pedagogo Eduardo Heras León: “Aquí se cultiva el talento y lo abonamos con el estudio de las técnicas, para hacerlo crecer y fructificar”.

El también Vicepresidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, en sus palabras de bienvenida a los nuevos estudiantes, explicó que el curso les ofrecería “las herramientas del oficio, ayudarlos a emplearlas en la práctica y desarrollar su espíritu crítico y autocrítico al máximo” y los declaró parte de una cofradía de iniciados.

Con la convocatoria actual, el Centro Onelio lleva 16 cursos consecutivos —sobre bases anuales— por el que ya han pasado más de 800 estudiantes: jóvenes de hasta 35 años de diversos campos profesionales y de todos los rincones del país, muchos de los cuales se han convertido con el tiempo en conocidos y laureados narradores.

La gran acogida que ha tenido el curso de este año ha roto todos los récords. De los 165 aspirantes —cifra sin precedentes en los 15 años anteriores— fueron escogidos 55 alumnos —35 de La Habana y 20 del interior del país—, la más alta matrícula de todos los cursos, en la que la presencia femenina por primera vez supera a la masculina.

Trabajar en algo que amas

Junto a Heras, en la puerta de la casona, Ivonne Galeano recibe a los estudiantes y les da la bienvenida. Ella es coordinadora del curso y también fundadora del Centro. Alguien asegura que es como una madre para quienes han estudiado allí: con su amplia sonrisa y su inagotable buen humor les acoge como en casa exigiéndoles puntualidad, atenta a cada detalle y velando por que todo salga como está previsto.

También les acompaña Raúl Aguiar, quien se graduó alguna vez de geógrafo, devino talentoso escritor de forma autodidacta y tuvo el privilegio de formar parte del primer curso organizado allí en 1998. Tiempo después fue invitado por el propio Heras a dar clases, hasta convertirse en parte del claustro habitual de profesores y uno de sus más laboriosos defensores.

“Este es el mejor trabajo que he podido encontrar jamás”, confiesa, “trabajar en algo que amas es lo que yo le sugeriría a todo el mundo, porque no te cansa, porque siempre estás aprendiendo algo nuevo, retroalimentándote”. Está firmemente convencido de que los jóvenes tienen cosas nuevas que decir, “además de conocer muy buenos amigos todos los años, se escuchan propuestas nuevas, formas diferentes de ver el mundo”.

El curso está organizado para que sus estudiantes empiecen con una unidad básica de redacción, donde se repasa la armonía en el lenguaje, cómo evitar las cacofonías, lugares comunes y frases hechas, qué es la metáfora, los adjetivos, la puntuación, el uso de los gerundios, composición básica.

Esto sirve de base para la batería de conocimientos importantes que vienen después: composición en la escritura, descripción, diálogos, personajes, argumentos. Y finalmente el núcleo principal: el cuento, la novela, estudio sobre el estilo de determinados escritores, técnicas narrativas específicas —como caja china y vasos comunicantes, monólogo interior, el mini cuento.

“Todos participamos activamente en la impartición de materias”, explica Raúl. “Pero el más recargado es Eduardo Heras”, ratifica con admiración, “hay que ver cómo cambiamos eso en el futuro, para que tenga menos carga de trabajo”.

Como resultado de tanto esfuerzo, llama la atención que en los últimos años, prácticamente en todos los concursos literarios del país, han sido galardonados los egresados del curso del Centro. Eso es motivo de orgullo para sus profesores pues, según Raúl, “es como un pequeño triunfo para nosotros, hay un pequeño granito que hemos puesto y eso me pone contento”.

Talento y oficio

Dicen que la casona de 5ta. y 20 está habitada por un fantasma que, según testigos, hasta suena sus cadenas en la quietud de la noche. Sin embargo, aseguran también que incluso este polizonte en el extraordinario viaje de la narrativa se ha puesto a tono con la atmósfera “fraterna, mágica e inolvidable” que reina en este ambiente de creación literaria.

El Centro cuenta con una biblioteca especializada, una videoteca, una sala de computación y la Editorial Cajachina, donde se trabajan los libros que publican y la revista El Cuentero. Además, de conjunto con el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Sancti Spíritus y el Instituto Cubano del Libro, convocan al Concurso Internacional de mini cuentos El Dinosaurio, para aquellos textos que no excedan las veinte líneas.

No ha sido fácil mantener todo este esfuerzo durante tantos años, sobre todo ante las inevitables carencias materiales. Varios retos le deparan en el futuro, sobre todo con las dificultades de impresión y reproducción de materiales útiles para el curso, el necesario empeño por mantener estudiantes de otras provincias, la urgencia de fondos para el financiamiento de los premios que otorgan —que son de cardinal importancia para los nuevos escritores—, el mantenimiento de la vieja casa.

No obstante, todos estos desvelos valen la pena porque, de acuerdo a las palabras de Heras, “cada nuevo curso es un desafío para todos nosotros y simultáneamente un estímulo renovado”. Así lo amerita haberse convertido en un centro de referencia sobre la narrativa cubana más actual.

Según Francisco López (Sacha), también fundador del Centro, no se debe olvidar que existen 168 centros universitarios en el país y ninguno forma escritores. Para él, lo más importante es que esta institución cultural y educativa “ha descubierto la capacidad de dar herramientas para que cada estudiante se desarrolle como debe en su destino. El conocimiento que van a recibir se va a adecuar a ese duende que cada uno lleva dentro, al que no podemos renunciar”.

Heras lo definía de otra forma: “Se necesita talento y oficio. Talento tienen, acabamos de comprobarlo en sus textos; el oficio van a adquirirlo en nuestras aulas”.

Incluso para aquellos que no llegan “al sueño de todos” —que es convertirse en escritores— estos cursos serán “como un punto de partida para superiores empeños en el terreno de la literatura; como asesores, promotores o, simplemente, mejores lectores… porque este curso les va a ofrecer una nueva dimensión de la lectura”, dijo, y ese resultado merece sobreponerse a todas las dificultades.

El futuro tiene la palabra

Una peculiar tradición ante cada nuevo curso es que un estudiante del grupo anterior sea el responsable de dar la bienvenida y transmitir sus impresiones a los iniciados. Sin dudas, esta práctica también ayuda a conservar ese ambiente desenfadado y familiar que se siente en la casa. El chino Heras, como le llaman sus amigos, fue preciso en sus palabras: “Lo que deseamos es que, además de escritores, cuando terminen este curso se sientan y sean mejores seres humanos”.

En esta ocasión le correspondió la bienvenida a Alejandro Barrios, estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, para quien el Centro Onelio es “un lugar de encuentro”: “Hicimos una fuerte amistad entre todos. No hay distinción entre profesores y alumnos”. 

En sus palabras se reflejó el valor del curso para aprender “los primeros pasos del largo camino que tiene que transitar un escritor que de veras quiere pulirse, con filosofía propia, subversiva, que rompa con lo viejo, que trate de ser siempre novedosa”. Y aprendió que “si de veras existe la libertad, es en la creación artística. No se puede escribir con miedo, al menos no desde la sinceridad”.

Agradeció estos primeros pasos como una “salvación” y valoró altamente la posibilidad de compartir con “los maestros más sobresalientes de la historia de la literatura”, pues le sirvió para darse cuenta “que no estamos tan lejos de aquellos autores que más admiramos, que fueron o son, seres humanos con todas las virtudes e imperfecciones que encierra esta especie.”

Por si fuera poco, deseó que el curso tuviera al menos una prueba final, “para haber tenido la justificación de suspender, repetir y empezar otra vez junto a ustedes”. Fue el mismo sentimiento de Aracelia Avilés, otra recién graduada de Camagüey, quien confesó sentir envidia de los nuevos ingresos: “no cambio mi grupo, pero me encantaría regresar al minuto en que todo lo bueno estaba por venir”.

No caben dudas que esta nueva cofradía de iniciados reinicia el ciclo de jóvenes talentos que seguirán teniendo motivos para agradecerle al Centro Onelio la posibilidad de abrirles un nuevo camino en la literatura. Y de sus pupitres saldrán voces que darán que hablar en la narrativa cubana.

Como lo definiera Heras León: “En la diaria lucha por convertirnos en escritores, sólo el tiempo decidirá quiénes serán los elegidos. El futuro tiene la palabra”.