Fue un día intenso, con la gente del Proyecto HSH y activistas del CENESEX, y mucho público, en una verdadera comunidad LGBTH (e incluyo la H de los Heterosexuales, que también compartieron el espacio y la diversión). La música nos mantuvo "moviendo el esqueleto" todo el día, en medio de la distribución de materiales, condones y lubricantes, además del intercambio directo con todas aquellas personas que querían saber más de prevención de las ITS y el VIH/sida o de las redes sociales del CENESEX y cómo participar en ellas.
La bandera multicolor de la diversidad sexual -como dice el amigo Paquito- ondeó de un extremo al otro de Mi Cayito; símbolo de una comunidad que insiste en romper tabúes y prejuicios, para lograr el respeto pleno a la libertad de orientación sexual e identidad de género.
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