miércoles, 29 de septiembre de 2021

Premios de Música por la Obra de la Vida a Rosario Franco y Enrique Lazaga


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Sencillo y hermoso fue el homenaje que le organizó la Asociación de Músicos de la UNEAC a dos de sus grandes maestros: la pianista Rosario Franco Betancourt y el güirero Enrique Lazaga Varona, al entregarles el premio anual de reconocimiento por la “Obra de toda la vida”, en la tarde del lunes 27 de septiembre en la sala Villena.

Al presentar el homenaje, el presidente de esa Asociación, Orlando Vistel, destacó a ambos como “puntales de la música cubana” e indicó que la decisión fue tomada por aclamación, a partir de la amplia lista de méritos que ambos poseen en su obra musical y en la docencia. Señaló también que la entrega del premio se realiza a propósito del reciente cumpleaños 103 del gran representante de la creación musical cubana Harold Gramatges y en el contexto del 60 aniversario de la organización.

Al hablar de Rosario recordó que fue fundadora de la UNEAC y siempre ha aportado su arte y su sabiduría en eventos de alta calidad musical, así como en la formación de generaciones de pianistas relevantes en la cultura cubana. Del “carismático y querido” Enrique, le place decir que “ha sido el músico que más ha dignificado un minúsculo instrumento”, pues “si se habla de güiro en Cuba, es gracias a su constancia y a su talento”.

El presidente de la sección de intérpretes de música popular de la Asociación, Miguel Patterson, fue el encargado de hacer la presentación del premio para el maestro Enrique Lazaga, de quien resaltó su humildad y dedicación. “Los artistas no se miden por la cantidad de conocimientos que acumulan, sino por el resultado positivo de su obra artística”, indicó.

Al referirse a su larga trayectoria musical, destacó que no solo se encuentra en orquestas bailables, pues también tiene un quehacer poco conocido en orquestas de cámara y sinfónica, en activo y como arreglista. Sin embargo, lo más trascendental ha sido su magistral interpretación de ese instrumento, que se considera el “amarre de la rítmica cubana”, con un resultado que puede ser calificado como la fusión precursora de lo que después se ha conocido como “timba”.

Por su parte, el pianista y profesor Ulises Hernández, asesor nacional para la práctica del piano, hizo las palabras de elogio a Rosario Franco y resaltó la tradición familiar de donde adquirió el rigor y el compromiso intelectual para tener tan magníficos resultados en su quehacer artístico.

Recordó una frase que ella misma expresó recientemente y que la resume: “el primer compromiso que tiene un pianista es con los compositores de su tiempo y de su país”. Al hacer un recorrido por los momentos más importantes de su intensa vida artística, como músico y como pedagoga, tanto en Cuba como en el exterior, resaltó su responsabilidad en la formación de grandes artistas de la música cubana.

Ambos maestros recibieron sus premios de manos de la vicepresidenta primera de la UNEAC, Marta Bonet. También se encontraba presente la presidenta del Instituto Cubano de la Música, Indira Fajardo, junto a otros vicepresidentes de la organización y artistas invitados.

El homenaje culminó con una magistral interpretación a cuatro manos de dos estudiantes de piano del ISA, Eladio Hernández y Daniela Rivero, recientemente premiados en dos concursos en Estados Unidos; y cerró muy movido, a golpe de chachachás, interpretados al güiro por el propio Enrique Lazaga, acompañado al piano por el maestro Emilio Morales.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Unión de miradas para promover un mejor conocimiento de nuestra historia

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La Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC) y la UNEAC han decidido relanzar sus relaciones de trabajo y reforzar estrategias comunes a favor de un mejor conocimiento de nuestra historia, de acuerdo a una reunión sostenida por líderes de ambas organizaciones en la tarde del jueves 23 de septiembre. El principal acuerdo, que contó con apoyo unánime, fue firmar un convenio de trabajo que sustente este objetivo sobre bases claras y realizables, lo más pronto que permitan las circunstancias.

El vicepresidente de la UNEAC, Pedro de la Hoz, al darle la bienvenida al presidente de la UNHIC, Jorge Luis Aneiros, y otros miembros de su Comité Ejecutivo, calificó el desarrollo de esta alianza como “estratégica y necesaria” teniendo en cuenta la importancia de la historia en el quehacer cultural de la nación y su papel en la fortaleza de nuestros ideales: “para no dejar de ser lo que somos”, reafirmó.

Por su parte, Aneiros le entregó a la vicepresidenta primera de la UNEAC, Marta Bonet, un conjunto de propuestas que coinciden con las principales tareas en que se encuentra enfrascada su organización. Explicó que la más inmediata e importante será la celebración de su aniversario 40, el próximo 7 de diciembre, y se incluyen también los próximos Congresos Nacionales de Historia, talleres sobre la lucha insurreccional y sobre jóvenes historiadores, el concurso nacional sobre periodismo histórico, la entrega del Premio Nacional de Historia y los intensos esfuerzos que realizan en la difusión y la comunicación a través de la radio, la televisión, los boletines informativos, la revista “El Historiador” y las redes, especialmente el trabajo de revisión de las páginas históricas de EcuRed, para su certificación y validación.

En todas estas actividades hay una amplia participación de la intelectualidad representada en la UNEAC, por lo que resaltó el potencial de trabajo que se puede alcanzar al unir nuestras estrategias, siguiendo los mandatos de ambas organizaciones.

Citó las perspectivas que se han creado y el resultado que se ha obtenido en el trabajo con la UPEC y señaló varios proyectos en los que la UNEAC puede tener una participación decisiva, como la conmemoración conjunta de fechas históricas, la presentación de libros alegóricos, la convocatoria de investigaciones teóricas y culturales relacionados con la historia, entre muchos otros. Una propuesta de arrancada podría ser la actualización de la coincidencia en la membresía de ambas organizaciones, lo cual significa una fortaleza en función de evitar que se desdoblen en sus tareas cuando se trabaje por un objetivo común.

Carlos Alzugaray, como presidente de la Sección de Literatura Histórico Social de la Asociación de Escritores, se comprometió en analizar el tema con sus miembros, muchos de ellos con alto reconocimiento en la historiografía y la sociología en nuestro país. Con su vasto conocimiento histórico y su experiencia académica esbozó algunas ideas que se podían trabajar de conjunto y valoró que lo más importante es centrarse en los contenidos a ser impulsados. “Debemos explicar los eventos sociales que están detrás de los acontecimientos históricos, estudiar y divulgar los contenidos que son necesarios”, pero de una forma razonada, con un objetivo claro, señaló.

Marta Bonet consideró de alta importancia el encuentro y aportó un elemento cardinal: una labor tan amplia, que se encamina en el cumplimiento de acuerdos específicos del Congreso de la organización – especialmente en lo relacionado con el mejor conocimiento de nuestra historia –, debe ir más allá e incluir a otros actores de la UNEAC que pueden aportar mucho conocimiento y práctica, como son las Comisiones de Cultura y Sociedad y la de Patrimonio.

En ese sentido, Pedro de la Hoz incluyó también a la Comisión José Antonio Aponte, de lucha contra el racismo y la discriminación, la que se encuentra enfrascada en la conmemoración en 2022 de importantes efemérides históricas, de gran trascendencia social: el 210 aniversario del asesinato de Aponte y el 110 aniversario de la masacre de negros y mulatos de 1912.

El vicepresidente de la Asociación de Escritores, Ernesto Limia, quien se definió como entusiasta activista de ambas organizaciones, señaló el tema de la transversalidad y la cantidad de espacios que existen en la radio y la televisión, pero no se utilizan adecuadamente por no tener una estrategia coordinada entre ellas.

Coincidió con Alzugaray en la necesidad de sentarse de conjunto para enfocarse en los contenidos a promover: “se impone que, al menos cada dos años, se organice un taller en el que historiadores, escritores, artistas plásticos, escénicos y músicos interesados en la historia, realizadores e intelectuales discutan los temas que debemos priorizar a partir de efemérides o cuestiones políticas e ideológicas, temas esenciales para la nación y, sobre todo, las maneras de enfocarlos”. Abordar la historia desde una visión cultural debe ser el mejor aporte de la UNEAC en esta batalla para modernizar la enseñanza de la historia, el enfoque en la batalla por la comunicación de los eventos históricos, señaló.

Aneiros insistió en la necesidad de identificar las vías de superar los obstáculos para no quedarse en las intenciones, buscar soluciones prácticas a los objetivos que se perfilen y crear mecanismos que puedan funcionar a todos los niveles – señaló, por ejemplo, la facilidad que tiene el trabajo en las provincias y la complejidad de la estructura de la UNEAC en La Habana. “Estamos en el mejor momento para lograr este convenio” y ganarle el tiempo a la pandemia que ha obligado a ralentizar estos procesos, indicó.

Estas y otras ideas fueron manejadas para ser impulsadas e incluidas en el convenio de trabajo. Pedro de la Hoz y Limia expresaron su confianza en que, a partir de este impulso, se podrá avanzar de conjunto para lograr metas concretas en breve plazo. Destacaron que, más que recursos, lo que lleva es organización, elaborar propuestas realizables y meditar juntos para que la unión sea de miradas entre historiadores, artistas, escritores, intelectuales y periodistas en función de un mejor conocimiento y difusión de la historia.

lunes, 20 de septiembre de 2021

Agradecimiento a Mariana de Gonitch y su legado en la cultura cubana


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El extraordinario legado de la soprano y pedagoga rusa Mariana de Gonitch en la cultura nacional, así como su entrañable relación con el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, fue destacado en el homenaje que se le hiciera en la tarde de este miércoles 15 de septiembre en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC. El tenor y director artístico Hugo Oslé, quien fue su alumno y ha sido un fiel continuador de su obra, tuvo a su cargo el conversatorio “Fidel, Mariana de Gonitch y la Revolución”.

Al hacer un recorrido por la vida de la también conocida como “Diva de San Petersburgo”, señaló que, viviendo en París en los años 30 del pasado siglo, Mariana de Gonitch conoció a destacadas figuras del arte y la intelectualidad cubana como Carlos Rafael Rodríguez, Nicolás Guillén y Juan Marinello y se identificó con la lucha emancipadora en nuestro país. El 9 de agosto de 1940, después de cantar en los más afamados teatros del mundo, se instaló en Cuba para empezar una inmensa e inolvidable obra artística y revolucionaria.

Al calificarla de “mujer adorable y esplendorosamente bella”, su sensibilidad y espíritu de emprendedora le hizo crear la Academia de Canto que llevaba su nombre y donde se formaron grandes figuras del canto y el arte en Cuba. Su relación con la vanguardia revolucionaria la hizo ser integrante del Partido Socialista Popular y sumarse al júbilo tras el triunfo de la Revolución cubana.

Destacó que, desde el primer momento, su relación con Fidel fue muy estrecha, pues la sensibilidad del líder revolucionario con el arte y la labor de la maestra rusa lo convirtieron en un aliado permanente de su trabajo. Entre los momentos memorables recordó que fue a solicitud del Comandante en Jefe que Mariana creara en 1962 el Teatro Lírico Revolucionario, actualmente Teatro Lírico Nacional; que en 1971 recibió la visita de la heroína Celia Sánchez Manduley, para organizar la gala inaugural del Parque Lenin; y que en 1974 encabezó la primera gira internacional del Teatro Lírico por los países del entonces campo socialista, despedidos en el aeropuerto personalmente por Fidel. “En estos tiempos, es bueno destacar que Mariana nunca estuvo confundida, en ella no había espacio para indefiniciones. Su lealtad y agradecimiento al pueblo cubano y a Fidel siempre fueron muy firmes”, resaltó.

Tras su desaparición física – el 14 de enero de 1993, en Cuba, a los 92 años de edad -, fue Hugo Oslé quien dio continuidad a su legado artístico, dirigiendo el proyecto Mariana de Gonitch desde 1995 y refundando la Academia de Canto que lleva su nombre en 2008, a propósito de un concierto de gala en homenaje al natalicio de la heroína Vilma Espín. Sobre la “diosa del Bel Canto”, como la ha calificado, ha dicho que es “la inspiración, el espejo en que quisimos vernos reflejados todos aquellos atraídos por el arte de cantar”.

En su Academia actualmente se reciben clases de repertorio y técnica vocal e interpretación por parte de jóvenes cantantes, quienes han obtenido premios en renombrados concursos y eventos nacionales e internacionales. Igualmente defendió el repertorio de melodías patrióticas que se enseñan en la Academia y reclamó mayor atención a esta música, reafirmando que hay muchos jóvenes que se conmueven y disfrutan la interpretación de canciones como “El mambí”, “Girón, la Victoria”, “La Lupe”, “Claves Martianas”, entre otras.

Cantantes y artistas de las Asociaciones de Músicos y de Artes Escénicas, presentes en el homenaje, agradecieron la posibilidad de expresar su reconocimiento a una mujer que se identificó con Cuba y su pueblo, al punto de dejar un inmenso legado en su cultura.

Alden Knight, quien fuera su alumno y admirador, destacó que su trabajo no solo se circunscribe a los del canto, pues los actores también le deben mucho a su dedicado esfuerzo: “para quienes trabajamos en la escena era un privilegio recibir sus clases de canto, pues es también importante aprender a hablar y proyectar la voz, lo que es de utilidad para todos los contextos, en el teatro, en la radio”. La recordó como una maestra con mucha exigencia y disciplina, lo cual es un gran legado para la enseñanza artística, de mucha necesidad en la actualidad.

La Vicepresidenta de la UNEAC, Corina Mestre, resaltó que este homenaje se realiza en el contexto del Aniversario 60 de la UNEAC, de las “Palabras a los Intelectuales” y de los 35 años de la AHS. “Somos agradecidos”, señaló, “porque tenemos que recordar a quienes nos han dejado una obra en la educación artística y en la cultura cubana digna de resaltar; sobre todo a alguien como Mariana de Gonitch, quien prefirió vivir en Cuba y dar lo mejor de sí a este pueblo”.

«Miradas en contexto» de la actualidad política y social cubana

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Una visión desde diversos enfoques académicos a los disturbios ocurridos en Cuba el 11 y 12 de julio de 2021 es el aporte que realiza el libro digital “Miradas en contexto”, lanzado por OceanSur y publicado en la sección Libros Libres del sitio online Cubadebate.

Compilado por el Doctor en Ciencias Políticas Abel Enrique González Santamaría, el texto recoge los análisis y vivencias de 31 profesores universitarios de todo el país que reflexionan sobre los antecedentes, los hechos y las implicaciones de esos acontecimientos.

Escritos desde el compromiso con el proyecto revolucionario, muchos de ellos con el fervor de la pasión por su defensa, todos tienen la impronta del magisterio y la responsabilidad por la formación de las nuevas generaciones de cubanas y cubanos, a través del medio disponible en estos tiempos de pandemia: la comunicación virtual.

Desde el primer análisis, escrito por el Doctor en Ciencias Económicas y Médicas, Rafael Emilio Cervantes, se coloca a la sociedad cubana en medio de un complejo escenario, agudizado por la situación epidemiológica y el reforzamiento del bloqueo a Cuba por el Presidente Trump, que no ha variado con la nueva administración. “El 11 de julio de 2021 se consumó una agresión imperialista contra Cuba en forma de operación político-comunicacional”, asegura, y profundiza en el perfil de la guerra no convencional que se aplica contra nuestro país mediante la subversión abierta, el financiamiento de mercenarios internos que siembran la mentira y la violencia y el apoyo oportunista que le brindan las compañías transnacionales de las comunicaciones.

El Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de Oriente, Juan José Cabrales, al coincidir con ese enfoque, afirma que “aquí no hay casualidad ni espontaneidad alguna”, pues todo responde a un plan de extremar las presiones para producir carencias materiales – sobre todo de medicamentos, alimentos y combustibles – con el fin de promover un estallido social. En ese contexto, señala que la crisis económica prolongada ha provocado que el referente de socialismo que tienen varias generaciones en Cuba son las privaciones del período especial, insatisfacciones y penurias que han sabido manipular para sus intereses políticos.

Para el Doctor en Ciencias Filosóficas de la Universidad Central de Las Villas, Edgardo Romero, esas son las razones por las cuales no le sorprendieron los hechos, aunque le indignaron y lo movilizaron. Valora que, con un buen análisis de sus causas externas e internas, desde las ciencias sociales se podían prever tales sucesos y hace un llamado a nuestros medios de información, a nuestro sistema educativo, a nuestro sistema de capacitación política, a los cuadros y dirigentes ante la necesidad de ofrecer información actualizada y argumentada.

“Hay que investigar, estudiar, publicar y difundir sistemáticamente nuestros argumentos en los niveles académicos, los medios masivos y las redes sociales. En uno solo o dos de estos niveles, es insuficiente”, enfatiza. Igualmente profundiza sobre la base de legitimidad histórica de la Revolución, asumida por varias generaciones en el país, que no es unánimemente entendida ni homogéneamente asumida; por ello considera que “hay que actualizar nuestros espacios y métodos de participación popular, pues esa es la base de la legitimidad de las decisiones de gobierno”.

En sus más de 160 páginas se pueden encontrar reflexiones sobre la importancia de tomar de la historia del pensamiento político cubano, sobre todo del ideario martiano, para lidiar con los retos que enfrentamos en la actualidad; la necesidad de tomar en cuenta, con mayor incidencia, el papel de las ciencias sociales y políticas en nuestro proceso de desarrollo; el contexto latinoamericano, la crisis en la geopolítica mundial y la continuidad de las medidas de estrangulamiento de Estados Unidos contra Cuba; las teorías de la “guerra no convencional”, de “intervención humanitaria” y del “estado fallido”, que tiene larga data y fue enarbolado en ese contexto por Biden contra Cuba; las consecuencias de la pandemia en las sociedades del mundo, sobre todo en aquellas con mayor desarrollo del capitalismo neoliberal.

Muchos de los argumentos se centran en el derecho a la tranquilidad ciudadana y la obligación de nuestras fuerzas del orden para garantizarla, junto al derecho del pueblo a contribuir en el combate contra el desorden y el vandalismo; el papel de los medios y las redes sociales en la manipulación de la realidad, de desacreditar a la dirigencia del estado y la promoción abrumadora de mentiras, como la supuesta espontaneidad y el carácter pacífico de las protestas, el uso excesivo de la fuerza por la policía y la ausencia de actores externos con una agenda política y financiamiento.

Todos los análisis coinciden en el fracaso del intento de desestabilización del 11 y 12 de julio gracias al apoyo popular que aún mantiene la Revolución y la importancia de enfrentar con decisión y unidad los intentos de desencadenar el desaliento, el caos, el odio y el miedo en la población; de analizar nuestros problemas y hallarles solución propia a las dificultades, así como incrementar nuestra cultura política revolucionaria con métodos actuales, para llegar efectivamente a las nuevas generaciones.

Aún con la diversidad de fuentes y de centros universitarios de donde proceden los autores del libro, se destaca una unidad de pensamiento y reflexión. Estudios, anécdotas y comentarios que no solo provienen de las universidades de La Habana, Oriente y Las Villas, sino también de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz”, la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, la Universidad de Guantánamo, la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”, la Universidad de Matanzas, la Universidad de Cienfuegos y la Universidad de Holguín “Oscar Lucero Moya”.

En el artículo final del libro, el compilador Abel Enrique González, quien es también abogado y profesor titular de la Universidad de La Habana, alerta que la operación político-comunicacional del llamado 11J fue derrotada, pero eso no indica que las amenazas y agresiones vayan a cesar.

Entender la esencia del conflicto bilateral con los Estados Unidos, en sus más de 100 años de historia, implica avanzar en el desarrollo del país y la defensa de la soberanía a pesar del complejo escenario político y social, confiando en que “el destino de la nación cubana lo deciden sus hijos, aquellos que aman y fundan”.