El próximo jueves 26 de marzo se iniciará la “Campaña por el respeto a la libre orientación sexual” del 2009, con una conferencia de la Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro Espín, en la Universidad de La Habana.
Muchos recordarán que el año pasado se realizó una jornada alrededor del 17 de mayo –declarado desde el 2003 como el Día Mundial contra la Homofobia y algunos países ya lo han asumido como fecha de celebración oficial-, que tuvo sus actividades centrales en el Pabellón Cuba y contó con numerosos eventos colaterales en La Habana y en provincias. Muy importante ha sido el apoyo de numerosas organizaciones e instituciones cubanas, como la Unión de Jóvenes Comunistas, el Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/Sida, el Ministerio de Cultura, la Fundación Ludwig, etc.
Sin embargo, una de las peticiones de los que participaron entonces fue no limitarse a recordar el tema solamente un día del año, sino hacer este trabajo de forma sistemática y tratar de llegar a la mayor cantidad de personas, como la mejor manera de transmitir y reforzar el mensaje de lucha contra la homofobia.
Este año los organizadores han querido centrar el trabajo en los jóvenes y estudiantes universitarios porque, obviamente, cuentan con una gran capacidad transformadora en el ámbito familiar y social, sobre todo con vistas al futuro de la nación. A partir de la actividad del jueves, seguirán un ciclo de conferencias y otros eventos, cuyos detalles se podrán encontrar en un sitio web que el Centro ha habilitado para ello: www.cenesex.sld.cu/diversidadnatural.html.
La homofobia es una enfermedad, descrita como la aversión, el miedo, el odio, el desprecio y cualquier otra forma de discriminación hacia las personas homosexuales. De ahí también se deriva la transfobia, que es lo mismo, pero hacia las personas transgéneros -transexuales, travestis, transformistas y todas aquellas formas que "transgreden" lo que el heterosexualismo dominante califica erróneamente como lo "normal" en cuestiones de sexualidad. En esencia, la homofobia y la transfobia guardan una estrecha relación con otras formas de discriminación, como el racismo y la xenofobia.
Desafortunadamente la medicina no ofrece ninguna solución práctica para el remedio de esa enfermedad: no existe ninguna medicina que pueda curarla, ni existe solución quirúrgica... tal vez algún largo y tedioso tratamiento psicológico o psiquiátrico para los casos extremos -y ciertamente algunos lo necesitan. Pero la homofobia común, la de todos los días, esa que insulta cuando se mira mal o se excluye, cuando se hacen comentarios o "chistes" homófobos, esa que ofende por omisión... a esa hay que abordarla de otra forma. Precisamente por eso es necesario organizar campañas de bien público, dirigidas a educar y abogar por el respeto a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género, como expresión de equidad y justicia social.
Muchos recordarán que el año pasado se realizó una jornada alrededor del 17 de mayo –declarado desde el 2003 como el Día Mundial contra la Homofobia y algunos países ya lo han asumido como fecha de celebración oficial-, que tuvo sus actividades centrales en el Pabellón Cuba y contó con numerosos eventos colaterales en La Habana y en provincias. Muy importante ha sido el apoyo de numerosas organizaciones e instituciones cubanas, como la Unión de Jóvenes Comunistas, el Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/Sida, el Ministerio de Cultura, la Fundación Ludwig, etc.
Sin embargo, una de las peticiones de los que participaron entonces fue no limitarse a recordar el tema solamente un día del año, sino hacer este trabajo de forma sistemática y tratar de llegar a la mayor cantidad de personas, como la mejor manera de transmitir y reforzar el mensaje de lucha contra la homofobia.
Este año los organizadores han querido centrar el trabajo en los jóvenes y estudiantes universitarios porque, obviamente, cuentan con una gran capacidad transformadora en el ámbito familiar y social, sobre todo con vistas al futuro de la nación. A partir de la actividad del jueves, seguirán un ciclo de conferencias y otros eventos, cuyos detalles se podrán encontrar en un sitio web que el Centro ha habilitado para ello: www.cenesex.sld.cu/diversidadnatural.html.
La homofobia es una enfermedad, descrita como la aversión, el miedo, el odio, el desprecio y cualquier otra forma de discriminación hacia las personas homosexuales. De ahí también se deriva la transfobia, que es lo mismo, pero hacia las personas transgéneros -transexuales, travestis, transformistas y todas aquellas formas que "transgreden" lo que el heterosexualismo dominante califica erróneamente como lo "normal" en cuestiones de sexualidad. En esencia, la homofobia y la transfobia guardan una estrecha relación con otras formas de discriminación, como el racismo y la xenofobia.
Desafortunadamente la medicina no ofrece ninguna solución práctica para el remedio de esa enfermedad: no existe ninguna medicina que pueda curarla, ni existe solución quirúrgica... tal vez algún largo y tedioso tratamiento psicológico o psiquiátrico para los casos extremos -y ciertamente algunos lo necesitan. Pero la homofobia común, la de todos los días, esa que insulta cuando se mira mal o se excluye, cuando se hacen comentarios o "chistes" homófobos, esa que ofende por omisión... a esa hay que abordarla de otra forma. Precisamente por eso es necesario organizar campañas de bien público, dirigidas a educar y abogar por el respeto a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género, como expresión de equidad y justicia social.