Un hermoso y emotivo homenaje al más grande de los dramaturgos cubanos de todos los tiempos, Virgilio Piñera, se vivió en la noche del 13 de noviembre en la sala Charles Chaplin de La Habana con la premier del documental Aire frío: el casting.
A partir de una idea original de su guionista y director, el realizador Rolando Almirante, el audiovisual logra combinar armoniosamente entrevistas y debates sobre Virgilio con la puesta en escena consecutivamente de partes de la obra Aire frío por varios elencos, bajo la conducción de cinco de los más destacados teatristas cubanos del momento: Carlos Celdrán, Antonia Fernández, Raúl Martín, Fátima Patterson y Carlos Díaz.
Ante una sala colmada de artistas, amantes del cine y del teatro, Almirante agradeció la acogida que ha recibido este trabajo en el que "una de las expresiones artísticas más jóvenes —el cine— le presta su piel a una de las más antiguas: el teatro". Y recalcó que entre sus principales intenciones estaba inmortalizar ese esforzado trabajo que se realiza en las tablas, pues la mayoría de las veces se queda en el reducido espacio de las salas de teatro.
Para un empeño tan loable, nada mejor que hacerle un homenaje al "dramaturgo canónico cubano" —como caracterizó a Virgilio— casi al cumplirse los 56 años de la primera presentación de Aire frío en el país, que sucedió el 8 de diciembre de 1962. Calificado por Celdrán en el audiovisual como "la gran obra del teatro cubano, el buque insignia de la dramaturgia en Cuba", el conflicto de la familia Romaguera —con sus luces y sombras, sus tragedias y risas— se convierte en un símbolo de "la familia cubana" que se proyecta en el tiempo hasta la actualidad.
Las cinco visiones diferentes que se exponen de la misma historia, además de ser un tributo a la obra y al legado de Virgilio, nos vuelven a colocar en la realidad más concreta del país y, como si hubiera sido escrita hoy, nos habla del machismo, de los derechos, del respeto a las diferencias, de la fe en los cambios y —al decir de Fátima Patterson— "de la libertad de ser, del ambiente de un país, del que queremos".
Para muchos de ellos el documental les permitió saldar una deuda con su autor, pues durante mucho tiempo "sus libros estuvieron cerrados para la escena cubana" y algunas generaciones "no tuvieron la autorización" para representarlo. Como Virgilio sintió que "ser incómodo era su responsabilidad", retomarlo desde el cine con cinco visiones distintas al mismo tiempo vino a ser una suerte de "necesidad existencial".
Estas y muchas otras sorpresas les esperan a los espectadores de Aire frío: el casting, como estremecerse fascinados ante la actuación de la gran Verónica Lynn —quien fue la primera, la icónica Luz Marina, protagonista de la obra— entrando de nuevo en la piel del mismo personaje y disfrutar sus anécdotas sobre aquella premier a principio de los años 1960: "Virgilio nunca le señaló nada a los artistas… ¡estaba tan contento con el estreno de su obra!", recordó.
La realización del documental contó con la participación del ICAIC, Alma Films y Producciones Caricatos. Se encontraban presentes, entre muchos otros, el Viceministro de Cultura y presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Fernando Rojas; el director del ICAIC, Ramón Sanada; y el director de la Cinemateca de Cuba, Luciano Castillo.
El lobby de la sala Chaplin, que es también la sede de la Cinemateca de Cuba, fue engalanada con afiches de la obra, fotos de su puesta en escena y el vestuario utilizado por los artistas en sus representaciones para el audiovisual.
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