Publicado en: http://www.uneac.org.cu/secciones/recordar-a-marta-rojas-la-indomable/
Una mañana de recuerdos y anécdotas, cargadas de admiración
y cariño, fue el homenaje de la UNEAC a la inolvidable periodista y narradora
Marta Rojas, este jueves 7 de octubre en la sala Rubén Martínez Villena. La
Asociación de Escritores convocó a varias personalidades de la cultura, que
fueron sus amigos más cercanos, para hablar sobre ella con regocijo porque, a
pesar de expresar el dolor por su reciente partida, es la única manera de
recordar a una persona que amó tanto la vida.
Al hacer la presentación, el presidente de la Asociación de
Escritores, Alberto Marrero, destacó los 93 años de su fecunda vida y obra como
un ejemplo para periodistas, escritores y revolucionarios. “Nos hizo creer que
sería eterna”, expresó, y señaló su dinamismo, su fuerza y energía inagotables,
su cualidad de narradora curiosa e insaciable en el conocimiento para su
creación artística.
El Premio Nacional de Literatura y Presidente de Honor de la
UNEAC, Miguel Barnet, fue el primero en resaltar que a Marta solo se puede
despedir con alegría, pues era muy sarcástica en su vitalidad y creatividad
infinita, lo que tanto le admirara. “Agotó lo posible y lo imposible”, dijo,
pues no tenía conciencia de su edad, ni de la muerte, ni de las enfermedades y
llevó la vida con una fuerza tal, incluso en los momentos más difíciles, que la
hicieron una persona maravillosa, imposible de olvidar.
El Premio Nacional de Cine, Senel Paz, recordó su vida
alegre y entusiasta, con toques de dureza ante las injusticias y lo mal hecho.
Resaltó la preocupación que tenía por los aspectos técnicos y narrativos de su
obra, atenta a las observaciones que recibía de sus amigos, las que devolvía
con una variante muy propia y convincente. Señaló el valor extraordinario que
le otorgaba a la trama en sus novelas, pues prestaba mucha atención que sus
obras fueran de interés para el lector, y recordó su entusiasmo con la última
que escribió, que dejó terminada y lista para impresión. “Ella era la
permanente alegría, la positividad y el pragmatismo, así nos seguirá acompañando”,
concluyó.
La cineasta e investigadora Rebeca Chávez comentó la relación de Marta con el cine y otra de sus pasiones importantes: Vietnam, pues los recorridos que hiciera por ese país desde los años 60, como corresponsal de guerra, le permitieron tener un conocimiento desde una perspectiva diferente, de vivencias humanas, que era la historia que prefería contar. “Ella fue la que más le reveló a Santiago Álvarez lugares y características de Vietnam, que le permitieron tener una visión distinta para hacer su documental”, resaltó, además de compartir los mismos sentimientos de generosidad que el resto de los amigos, a quienes escogió como su familia.
La también Premio Nacional de Literatura Nancy Morejón pidió
una licencia poética para calificarla como una escritora “polar”, pues su vida
y su obra siempre se movió en los polos, en momentos trascendentales que no
perdió oportunidad para reportar y, desde ahí, entrar en la narrativa. “Nos
deja una escritura muy valiosa”, señaló, y propuso recoger en cinco tomos –
aunque sea en formato digital – su legado periodístico y literario, centrado
en: el juicio del Moncada y sus variaciones; una recopilación de sus crónicas;
artículos y entrevistas varias; todas sus reflexiones sobre Vietnam; y una
selección de su obra narrativa. Se le ocurrió como nombre para esa antología
“El columpio de Marta Rojas”, en referencia a su primera novela titulada “El
columpio del Rey Spencer”, un modo muy suyo de entender el Caribe, donde mezcla
las culturas de Jamaica, Haití con las lomas de su Santiago de Cuba.
La poeta y narradora Marilyn Bobes la recordó como una mujer
excepcional que no cabe en palabras, con “una juventud que no puede medirse con
los años, sino en un estado secreto del alma donde ella fue maestra”. Al
calificarse como “una de sus mejores amigas”, compartió testimonios de su
generosidad y lealtad con esa selección de amigos-familia que hizo en vida,
donde la pasión por el periodismo y la literatura era compartida también por su
gusto a las pizzas, las cervezas y las telenovelas. Resaltó que era muy
cuidadosa con las apropiaciones en sus obras, donde la realidad y lo insólito
se mezclaban magistralmente. “Valiente como pocas, tuvo una salud de hierro y
la forma en que amaba la vida no la he visto en muchas personas”, señaló.
Por su parte, el Vicepresidente de la UNEAC, Pedro de la
Hoz, coincidió en que Marta nunca pensó en la muerte, “por eso la estamos
recordando como una persona viva y siempre la recordaremos como la indómita”.
Destacó la intensa relación que tuvo con el mundo de la cultura, que no se
limitó a la literatura, pues tuvo relaciones memorables con artistas plásticos
como Fuster o Flora Fong (también presente en el homenaje), con músicos como
José Luis Cortés (“El Tosco”) y NG la banda, con Nicolás Guillén y la Fundación
que lleva su nombre, entre muchos otros.
“Indómita, rebelde y con una energía increíble”, insistió,
para subrayar su vínculo indisoluble con la UNEAC y recordar su reciente
participación en las conmemoraciones por el 26 de julio y el 60 aniversario de
la organización, sobre todo su llamado a la responsabilidad en el trabajo con
los más jóvenes. Tras leer y agradecer al canciller vietnamita la hermosa carta
que enviara, con motivo del fallecimiento de Marta, pidió culminar el homenaje
con un fuerte aplauso, como se le hace a los grandes artistas.
También se encontraban presentes en la velada el presidente
de Casa de las Américas, Abel Prieto; la vicepresidenta primera de la UNEAC,
Marta Bonet y demás vicepresidentes; y la Primera Secretaria de la Embajada de
Vietnam en Cuba y otros funcionarios y amigos.
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