El pasado domingo 23 de agosto se cumplieron 49 años del momento en que, ante una concentración de mujeres en el teatro de la CTC de La Habana, se decidió unificar a todas las organizaciones femeninas de la Revolución en la Federación de Mujeres Cubanas, con la inolvidable guerrillera Vilma Espín Guillois al frente, como su líder indiscutible.
Mucho se ha hablado de los logros que ha tenido esta organización en las últimas décadas a favor de la incorporación plena de la mujer en la sociedad, en su lucha contra el machismo y en la superación de las féminas en todos los ámbitos. Sin embargo, es justo reconocer también que la FMC (y Vilma en particular) ha sido una de las organizaciones que más ha defendido la diversidad sexual y el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género en nuestro país.
Fue precisamente la Federación de Mujeres Cubanas la que, en 1972, propusiera la creación del Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual (GNTES), que en 1989 devino en el actualmente reconocido Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). A partir de ese momento, son ampliamente reconocidos los vínculos de trabajo existentes entre ambas organizaciones en el trabajo multidisciplinario e intersectorial que se desarrolla en estos temas.
La FMC también propuso la creación del Equipo de Trabajo Multidisciplinario para el Diagnóstico y Tratamiento a Personas Transexuales, en lo que después de 1979 se constituyó como la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales, bajo la coordinación del entonces GNTES. Luego de estudiar algunas experiencias para el tratamiento médico y legal de la transexualidad en países que se consideraban avanzados en la década del setenta, fueron elaboradas las recomendaciones al Ministerio de Salud Pública sobre los procedimientos de atención en este tema.
Desde entonces, esta Comisión ha avanzado en sus estudios y resultados de trabajo, que ha contado con la FMC como parte integral del proceso de aplicación de la actual Estrategia Integral para la Atención a Personas Transexuales, de conjunto con otras instituciones y organizaciones de masas del país. Varias de las transexuales femeninas han sido acogidas en la FMC y participan activamente en sus decisiones, en su proceso de integración social.
Como se conoce, en 1974 fue Vilma la que hizo la propuesta a la nueva Constitución para que se considerara el “matrimonio” como la unión legal entre “dos personas”, lo que hubiera sido entonces un paso muy revolucionario y una muestra clara en contra de la discriminación por orientación sexual.
Con posterioridad la FMC ha encabezado, junto al CENESEX, un proceso de examen y reelaboración del Código de Familia -aprobado en 1975- que incluye aspectos relacionados con la transexualidad, otras expresiones transgénero y la orientación sexual, con el fin de fortalecer la ética humanista de las relaciones familiares en la sociedad cubana. Entre ellos se incluye el reconocimiento a la unión legal entre personas del mismo sexo y el reconocimiento jurídico de la identidad sexual de las transexuales, a partir del momento en que se determinen como tal por la Comisión correspondiente.
La Federación también desarrolla un trabajo sistemático y profundo en la atención a los problemas de las mujeres lesbianas, como parte de su labor por la igualdad y a favor de la educación a la sociedad contra todo tipo de discriminaciones. Sonia Beretervide, Miembro del Secretariado Nacional de la FMC, señalaba el pasado 18 de junio durante el debate del Cine Club “Diferente” que la organización “no le pregunta a ninguna mujer su orientación sexual para acogerla en sus filas” y es destacable el trabajo conjunto que realizan con la red nacional OREMI, grupo de mujeres lesbianas adscrito al CENESEX.
Como parte de esta tradición –que es un legado de Vilma- la Federación de Mujeres Cubanas se ha incorporado también, junto a otras organizaciones e instituciones del país, a la Campaña por el Respeto a la Libre y Responsable Orientación Sexual e Identidad de Género y sus principales dirigentes han estado presentes en las Jornadas contra la Homofobia que se han organizado en los últimos años. Su participación es fundamental, para estar junto a este sector de la sociedad que puede verse doblemente marginado, a partir de su condición de mujer.
Vale la pena entonces reconocer también por estos días el papel de la FMC en esta batalla por el respeto a la orientación sexual y la identidad de género en nuestro país, para que continúe siendo la organización de todas las cubanas, sin distinción ni exclusiones por estos motivos.
Querido Camilo,
ResponderEliminarTe conocí cuando yo estaba de visita en Cuba el verano pasado en junio, y le hizo una presentación acerca de Cuba y las relaciones de los Estados Unidos. Me gustó mucho la presentación y me voy a volver a La Habana el 10 de marzo con un grupo de catorce estudiantes de medicina. ¿Sería posible para reunirse con usted y pasar un buen diálogo sobre el mismo tema? Estamos ansiosos por aprender más de los académicos cubanos. ¿Tiene un correo electrónico?
Hasta pronto,
Lauren
Hola, Lauren! escribeme a kgltkglt@gmail.com, para responderte. Abrazos
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