En la tarde del 22 de febrero el Dr. Manuel Calviño, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, compartió con un grupo de jóvenes universitarios en la Pérgola del CENESEX, donde asistieron también activistas del Centro y público en general. El conversatorio tuvo como título “Respeto contra Tolerancia: diálogo con jóvenes sobre diversidad sexual” y lo organizó el Proyecto Diversidad, como parte de la Estrategia Educativa por el Respeto a la Libre y Responsable Orientación Sexual e Identidad de Género.
El profesor Calviño -célebre por su programa “Vale la pena”, de larga data en la televisión nacional- reflexionó ampliamente sobre los términos “respeto” y “tolerancia”, como conceptos normativos desde una perspectiva de poder y exclusión. Se “tolera” a quien transgrede la norma y se “respeta” desde la comodidad que da el poder de quienes definen los límites de lo tolerable. Sin embargo, si se quiere ver desde una perspectiva positiva, indicó que es un mal necesario sobre el que queremos construir un bien imprescindible.
Resaltó que lo importante es preparar a la sociedad para asimilar los cambios, educar a las personas para que sepan cómo manejar las realidades y defender el derecho de todo ser humano a ser bueno, a ser solidario, a portar valores, sin ser juzgados por su orientación sexual. El problema está en cómo se aplican las políticas para garantizar el respeto de la sociedad, ante el derecho inalienable con que nacen todas las personas.
Tras las intervenciones de algunos de los asistentes, Calviño recalcó la necesidad de pensar bien la estrategia de educación social en materia de diversidad sexual, sobre todo por el peligro que se corre de que, en aras de promoverla, podamos generar exclusión en sentido inverso. Resaltó que es más importante consolidar los pasos que se puedan lograr a nivel social y abundó sobre lo negativo de la fragmentación y el “gueto”, que no es más que la expresión de la “tolerancia”, del “yo te respeto mientras no te metas conmigo”.
En este punto, destacó el componente de lo que denominó “responsabilidad ciudadana” para comprender la diversidad sexual, o sea, crear la conciencia en las personas de que, a pesar de que te puedas sentir lejano al tema, es algo que nos ocupa y nos debe preocupar a todos los ciudadanos. Porque la sexualidad va más allá del sexo, o de otros temas que puedan caer en prejuicios o estereotipos: la sexualidad tiene que ver con la felicidad de las personas y tenemos que luchar por la sociedad que nos merecemos, concluyó.
El profesor Calviño -célebre por su programa “Vale la pena”, de larga data en la televisión nacional- reflexionó ampliamente sobre los términos “respeto” y “tolerancia”, como conceptos normativos desde una perspectiva de poder y exclusión. Se “tolera” a quien transgrede la norma y se “respeta” desde la comodidad que da el poder de quienes definen los límites de lo tolerable. Sin embargo, si se quiere ver desde una perspectiva positiva, indicó que es un mal necesario sobre el que queremos construir un bien imprescindible.
Resaltó que lo importante es preparar a la sociedad para asimilar los cambios, educar a las personas para que sepan cómo manejar las realidades y defender el derecho de todo ser humano a ser bueno, a ser solidario, a portar valores, sin ser juzgados por su orientación sexual. El problema está en cómo se aplican las políticas para garantizar el respeto de la sociedad, ante el derecho inalienable con que nacen todas las personas.
Tras las intervenciones de algunos de los asistentes, Calviño recalcó la necesidad de pensar bien la estrategia de educación social en materia de diversidad sexual, sobre todo por el peligro que se corre de que, en aras de promoverla, podamos generar exclusión en sentido inverso. Resaltó que es más importante consolidar los pasos que se puedan lograr a nivel social y abundó sobre lo negativo de la fragmentación y el “gueto”, que no es más que la expresión de la “tolerancia”, del “yo te respeto mientras no te metas conmigo”.
En este punto, destacó el componente de lo que denominó “responsabilidad ciudadana” para comprender la diversidad sexual, o sea, crear la conciencia en las personas de que, a pesar de que te puedas sentir lejano al tema, es algo que nos ocupa y nos debe preocupar a todos los ciudadanos. Porque la sexualidad va más allá del sexo, o de otros temas que puedan caer en prejuicios o estereotipos: la sexualidad tiene que ver con la felicidad de las personas y tenemos que luchar por la sociedad que nos merecemos, concluyó.