viernes, 4 de abril de 2014

UNIÓN 82, con la imprescindible levedad para Onelio y Estorino


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7765

El escritor Eduardo Heras León fue el protagonista de la presentación de la revista UNIÓN, número 82, la tarde del pasado miércoles 2 de abril en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC. El destacado narrador y pedagogo decidió asumir ese reto por primera vez a sus 73 años. En su larga carrera presentando libros y revistas, asegura que siempre observó a UNIÓN con respeto porque la veía con excesiva seriedad y falta de “levedad” —entendida esta por la que proponía Ítalo Calvino para los textos del nuevo milenio.

Pero una revista dedicada a Onelio Jorge Cardoso no podía tener mejor presentador que el director del Centro de Formación Literaria que lleva su nombre. Para Nancy Morejón, directora de la revista, Heras es un escritor “esencial e imprescindible” de la literatura cubana de los últimos tiempos. Para Carlos Velazco, editor de UNIÓN, tanto Onelio como Heras tienen en común la dedicación a la máxima perfección en la técnica narrativa, por lo que no habría mayor fidelidad que tenerle como su presentador.

Y fue un privilegio escuchar sus palabras. Destacó que esta es la primera revista cubana que festeja el centenario del “Cuentero Mayor” –como se le conoce a Onelio en Cuba–, a quien calificó de un “perpetuo ejemplo de talento, sensibilidad artística y modestia, amalgamados en una obra imprescindible en la narrativa cubana de todos los tiempos”.

El dosier principal de la revista nos propone acercarnos a sus características como ser humano y como creador mediante los trabajos de cuatro escritores que tuvieron un acercamiento con él: Georgina Herrera, Ignacio Granados Herrera, Senel Paz y Reinaldo Arenas. De este último resaltó que constituye “una de las notas críticas más penetrantes y lúcidas realizadas sobre un texto de Onelio”, en donde le consideraba como “uno de los narradores cubanos que mejor maneja la inocencia, [la cual] no se apoya jamás en la ignorancia, y mucho menos en lo pueril, sino, por el contrario, en la sabiduría que proviene de la minuciosa observación de todos los detalles y del amor por las cosas”.

Sin embargo, Heras expresó su añoranza por no contar con un testimonio de algún joven lector de estos tiempos y lamentó que la juventud no lee a Onelio, por lo que espera que esta edición de UNIÓN promueva su lectura, a juzgar por sus “incalculables valores literarios y humanos”.

La revista tiene un segundo dosier dedicado a un dramaturgo esencial del teatro cubano: Abelardo Estorino. El homenaje contiene una conmovedora carta de Abilio Estévez, un cuento de Estorino que, bajo el nombre de “Todavía no lo sabe”, es una demostración de su talento –“también narrativo”, como señaló Heras– y cinco poemas escritos “desde la sabiduría de un hombre que parece esperar serenamente, desde la soledad, la mano que se ofrezca invitándolo a partir”.

Además cuenta con un capítulo de El tren, novela que dejó inconclusa, y recuerdos sobre Estorino de Carlos Velazco, en el que aparecen episodios, facetas y anécdotas de sus últimos años, “transitadas por la emoción, el afecto y una entrañable amistad”.

Como complemento, UNIÓN 82 se enriquece con poesías de Luis Marré, José Luis Moreno del Toro y Antonio Desquirón, el cuento “El tiempo no perdona”, de Elsa Nadal –escritora cubana residente en los Estados Unidos– y un ensayo de Lisandra Leyva, donde se analiza el trabajo de las artistas plásticas Ana Mendieta y Tania Bruguera.

Igualmente se destaca el monólogo de Abilio Estévez, Josefina la Viajera, escrito en Barcelona en 2006, que fue caracterizado por Heras como “una pequeña obra maestra y una verdadera joya de la dramaturgia cubana contemporánea, con humor trágico que va salpicando el texto, adquiriendo un dramatismo in crescendo que corre como una corriente subterránea de sentido para estallar en el extraordinario final”.

Mención especial tuvo el fragmento que adelanta el libro Memorias, de Natalia Bolívar, del cual preconizó será un codiciado best seller de la literatura cubana pues, además de compartir los sucesos extraordinarios de una participante directa de la lucha clandestina contra Batista, ofrece “una visión descarnada de los turbulentos primeros años del triunfo revolucionario en la esfera de la cultura, las contradicciones y divergencias ideológicas de grupos y tendencias de todo tipo que pululaban en los alrededores del poder cultural”.

Asimismo, al auto calificarse “balletómano desde muy joven” –habiendo ejercido la crítica de ballet desde 1968– destacó el ensayo de Kenia Luz García Cabrera sobre Fernando Alonso y su trascendencia en la escuela cubana de ballet. Destacó que se trata de “un brillante resumen de las características de la Escuela Cubana de Ballet, no siempre expuestas con tanta claridad y conocimiento de causa, y el papel de Fernando Alonso en su génesis y desarrollo”.

Una vez más, la revista UNIÓN invita a repasar y conocer momentos y lecturas notables de la cultura cubana, estimulados por la presentación de un escritor autorizado para señalar que posee la imprescindible “levedad” de los textos del nuevo milenio.

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