viernes, 25 de septiembre de 2015
Revista UNIÓN 86: Homenaje a Heras León y a la literatura femenina en Cuba
Publicado en: http://sitio.uneac.co.cu/noticias/revista-union-86-homenaje-heras-leon-y-la-literatura-femenina-en-cuba
En la tarde del martes 22 de septiembre fue presentada en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC la revista UNIÓN No. 86 de 2015, cuyo dossier está dedicado al Premio Nacional de Literatura 2014 Eduardo Heras León.
En sus páginas se recogen las palabras de elogio presentadas por Ambrosio Fornet durante la entrega de este premio en febrero de 2015, donde califica la prosa de Heras de tener “un ritmo trepidante y un siempre aliento coloquial” y considera que la historia de la cuentística cubana ya no podrá escribirse “sin contar con la renovadora imagen que aportan” sus cuentos.
Se incluyen en sus páginas las propias palabras del escritor al recibir el premio, una representación de su obra literaria con dos de sus escritos – La visita, de 1994, y su evocación a Josefina Méndez durante la despedida del duelo de esa destacada bailarina en enero de 2007 – y un texto de una de sus ex alumnas, Dazra Novak, quien se refiere a una de las más importantes obras de Heras: su labor en el magisterio, mayormente realizada desde el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso.
La también Premio Nacional de Literatura y directora de la revista, Nancy Morejón, agradeció la presencia del escritor homenajeado en el encuentro y le dio la palabra a quien consideró “una presentadora de lujo para la revista, como representante de la literatura femenina en Cuba”: Laidi Fernández de Juan, porque, más allá del homenaje a Heras, este número de UNIÓN dedica gran parte de su espacio a la creación literaria de las mujeres en nuestro país.
De esta forma se encuentra el texto de Juan Nicolás Padrón La angustia de las contradicciones, dedicada a esa imprescindible de las letras cubanas Lina de Feria; las reflexiones de Enrique Saínz que, bajo el título Las palabras de Ángela de Mela, preceden una representación de la obra poética de esta poetisa; y el ensayo de Daniel Díaz Mantilla Escribir en crisis: Margarita Mateo entre el ensayo y la ficción, que profundiza en la obra de esta destacada ensayista.
También se pueden leer las palabras de elogio ofrecidas por la propia Margarita Mateo a Mirta Yáñez, el ser recibida como miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua en marzo de 2015; el largo y profundo ensayo de Mirta Yáñez sobre El personaje femenino en el romanticismo latinoamericano; y el escrito de Elina Miranda Cancela Doña Safo y Doña Tula, sobre ese ícono de la literatura femenina cubana de todos los tiempos: Gertrudis Gómez de Avellaneda.
A esta concatenación de textos que destacan la presencia de la mujer en la literatura contribuye con no pocas obras el pintor y diseñador Orestes Castro García, quien tiene a su cargo la ilustración de la revista y deja bien claro, con esa carga imaginativa que le caracteriza, de qué van los textos y lógica de la revista.
Pero UNIÓN 86 no se queda allí y también presenta otros textos como el ensayo de Roberto Medina Una propuesta interpretativa de “Identidad-1”, sobre esta meritoria coreografía de George Céspedes para Danza Contemporánea de Cuba; el ensayo de Ronel González Sánches La obra poética de Delfín Prats Pupo, a quien destaca por su “diálogo intemporal con las esencias de la poesía”; la narrativa de David Camps, con su obra El engranaje; y el trabajo de Jorge R. Bermúdez El amor cubano de Saint-John Perse, en el 40 aniversario de la muerte del poeta.
Como para insistir en la presencia femenina, también se presenta la poesía de Reynaldo García Blanco dedicada a Teresa Melo; y la narrativa del angolano José Eduardo Agualusa, con la traducción hecha por Bertha Hernández López de su texto El cuerpo en la percha.
Un conjunto de textos de una entrega en la que, como ya nos tiene acostumbrados la revista UNIÓN, Laidi en su presentación destacara de forma lírica: “todo encaja, todo confluye como un rompecabezas, un crucigrama, un acróstico, un juego instructivo de los mejores.”
martes, 15 de septiembre de 2015
Entregados los Premios UNEAC 2015 de Literatura
Publicado en: http://www.uneac.co.cu/noticias/entregan-los-premios-uneac-de-literatura-2015
Los Premios UNEAC de Literatura convocados para este año 2015 fueron entregados en la tarde del viernes 11 de septiembre en la sala Rubén Martínez Villena de esa organización, en una ceremonia que también conmemoró el 50 aniversario de la creación de un certamen que ha promovido desde 1965 lo mejor de las letras en Cuba.
“No ha quedado una generación, una tendencia, un movimiento literario, un momento de nuestras letras que no haya dejado su registro en el certamen. Desde la literatura de la violencia y la impronta testimonial de los años 70 hasta la aparición de nuevas hornadas de autores que revelan una mirada crítica y un nuevo posicionamiento ético”. De esta forma se refirió al premio la escritora Jamila Medina, quien tuvo a su cargo la conducción del encuentro, ante la presencia del Presidente de la UNEAC Miguel Barnet y otras personalidades de la cultura cubana.
El Premio Ismaelillo, en la categoría de poesía para niños y jóvenes, se otorgó a José Manuel Espino Ortega por su obra Asteroide B612. El jurado integrado por María Dolores Ortiz, Nelson Simón y Mirta Yánez consideró “la original forma de recrear el libro El Principito de Antoine de Saint-Exupery, con un estilo atractivo que permite un acercamiento novedoso a los personajes y temas del clásico libro francés”.
Además se otorgaron menciones a Alberto Hernández Sánchez por su obra Revelaciones, a Héctor Luis Leyva Cedeño por Alicia Maravillada y a Randoll Machado Hernández por el texto Cuaderno de la paz y de la guerra. Los miembros del jurado quisieron hacer notar la mejoría apreciada en la redacción y el uso del lenguaje de las obras presentadas, sin embargo hicieron patente su convocatoria a la necesidad de que los autores tengan un “mayor uso de la imaginación, el humor y la gracia, además cuidar con atención la ortografía”.
El Premio Juan Pérez de la Riva, en la categoría de ensayo de tema histórico social fue otorgado por unanimidad a Jesús Fuentes Guerra por su obra Los negros congos en Cuba. El jurado estuvo conformado por los escritores Jesús Arboleya, María del Carmen Barcia y Aurelio Alonso valorando el ensayo como “el resultado de una rigurosa investigación lingüística, con el uso de instrumental glosométrico y lexicográfico y con soporte en trabajos de terreno en Cuba y en el África bantú, además de una elevada y sólida selección de fuentes escritas”.
Al considerar que fue redactado con claridad, coherencia y un fundamentado sentido crítico, destacaron que la obra representa “un aporte metodológico fundamental que enriquece el quehacer de aquellas disciplinas y contribuirá a marcar el cauce futuro de las investigaciones sobre la religión, la literatura, el arte y los estudios históricos sobre las raíces africanas en nuestra cultura, en Cuba y en el continente”.
Además, apreciaron la calidad del conjunto de los trabajos presentados y propusieron que fueran considerados casuísticamente para su publicación, a partir de los aportes puntuales que contienen para distintas áreas del conocimiento de la realidad nacional y de nuestra América.
El jurado del Premio Cirilo Villaverde, en la categoría de novela policíaca, estuvo conformado por Emilio Comas, Armando Cristóbal Pérez y Julio Travieso y decidió unánimemente otorgar el lauro a Jorge Luis Sánchez Bravo por su obra La navaja suiza, al considerarla “una obra de excelente factura, caracterizada por una trama imaginativa y novedosa, muy buen manejo de los personajes y un lenguaje cuidadoso y preciso”.
Por su parte, el Premio Luis Felipe Rodríguez de cuento fue entregado por el jurado compuesto por Anna Lidia Vega, Sergio Cevedo y Laidi Fernández de Juan a Raúl Flores Iriarte por su texto Las dispersiones, en la cual valoraron “la combinatoria eficaz entre humor, sátira e ironía así como la lograda unidad temática y estilística en un libro de escritura impecable”. Además, otorgaron menciones a Ernesto Pérez Castillo por su obra El libro de los perdedores y a Junieski Betancourt Dipotet por su libro Dados cargados.
Este año también tuvo la peculiaridad de que fuera retomada la entrega de las Becas de Creación Literaria Cintio Vitier que se otorga a los proyectos presentados en dos categorías: estudios críticos y obras de ficción. El jurado conformado por los prestigiosos escritores Virgilio López Lemus, Alberto Garrandés, Salvador Arias, Pedro Pablo Rodríguez y Carlos Tamayo decidió que fuera otorgada en la primera categoría a Mayra Beatriz Martínez Díaz con su trabajo Ser hombre en Martí: empieza en fuego y para en ala y en la segunda categoría a Geovannys Manso por su proyecto Inverness.
Durante el encuentro se recordó que a finales de año, el sábado 19 de diciembre de 2015, se efectuara en la UNEAC una celebración por el 50 aniversario del Premio UNEAC al que se están dando cita fundadores, editores y escritores premiados durante todos estos años.
jueves, 10 de septiembre de 2015
Una Gaceta para Santiago de Cuba
Publicado en: http://www.uneac.co.cu/noticias/una-gaceta-para-santiago-de-cuba
A Santiago de Cuba se le ha dedicado el número 4 de 2015 de La Gaceta de Cuba, correspondiente a los meses de julio y agosto, la cual fue presentada en la tarde del martes 8 de septiembre —día de la virgen de la Caridad del Cobre, la Santa Patrona de Cuba— por la realizadora santiaguera Rebeca Chávez en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC.
En sus breves palabras, Rebeca trató de lograr un acercamiento a lo que llamó las “claves esenciales para Cuba” que se desarrollan en su ciudad natal, tal vez como consecuencia de “la sabia combinación de ingredientes que solo esta urbe es capaz de crear”.
Al cumplir sus 500 años, La Gaceta homenajea a una ciudad que “no sólo es de negros y mulatos, son, conga, carnaval y Caribe” —como reflexiona el poeta y escritor santiaguero Yunier Riquenes al presentar el dossier principal de la revista que él mismo coordinó— porque “es la tierra de la Patrona de Cuba: la virgen de la Caridad del Cobre, El derecho de nacer, Santiago Apóstol, Tele Rebelde y la Casa del Caribe. Santiago es los Maceo, el Moncada, los héroes de la clandestinidad o de la Sierra… ¡Santiago es tierra de artes y artistas!”.
De esta forma discurren por sus páginas varios textos de diversos temas relacionados con ella, su cultura y su gente: desde la fascinación que ha producido a tantos artistas y personalidades que han pasado por allí, según la perspectiva de Teresita Fleitas; hasta el último trabajo, al cierre de la revista, donde el poeta Waldo Leyva la califica de “ser vivo” pues “tiene la virtud de ser única y diversa, detenida y cambiante, hija del mar y la montaña, levantada sobre sí misma, hecha solo para la luz, la música o el abrazo irrepetible”.
La historiadora de Santiago, Olga Portuondo, va a sus raíces con un texto sobre un santiaguero ineludible: José María Heredia; mientras Carlos Rafael Fleitas se adentra en una historia poco conocida: el origen y la evolución de la prensa periódica en Santiago de Cuba durante el siglo XIX, que fueron “baluartes relevantes en la formación de nuestra cultura nacional, muy en particular para la vida cotidiana” de esa ciudad.
Por su parte, Félix Contreras aborda un tema que no por conocido es redundante: el papel de Santiago en la música cubana, particularmente en el desarrollo del feeling, para asegurar que su nacimiento se debe a la vieja canción santiaguera mezclado con ritmos cubanos y norteamericanos; y Rafael Acosta de Arriba toca otro tema inevitable: la Santa Patrona, a través del comentario al libro La virgen de la Caridad del Cobre en el alma del pueblo cubano, de Emilio Cueto, publicado por Ediciones Polimyta (Guatemala, 2014).
Para culminar el dossier, las historias de vida de dos relevantes artistas cuyas huellas son evidentes en la vida cultural santiaguera: Alberto Lescay y Fátima Patterson. A través de la pluma de Marina Lourdes se cuenta la historia del primero, con su texto En el temblor de una danza vudú al fuego, que le considera “maestro de nuestra razón plástica” en su monumentalística; y con Reinaldo Cedeño la segunda, en una entrevista donde la dramaturga, actriz y directora del grupo Estudio Teatral Macubá confiesa que, en todo lo que hace, asume que es mujer, pobre, negra y artista: “es cierto que soy una mujer dichosa; peleadora, pero dichosa. Y las cosas no me pasan por suerte, las he luchado, y mucho”.
Fuera del dossier, la impronta santiaguera sigue abundando en la revista con el texto de Pedro de Jesús Paradojas de Antón: para celebrar los 80 de Arrufat, en un diálogo con este otro “santiaguero ausente” donde el autor se siente con el privilegio de asistir a una revelación; y se combina con la poética de otros dos escritores que residen en esa ciudad: Eduard Encina y Javier L. Mora.
Más allá de las fronteras de su dossier, Josefina de Diego presenta en la revista una entrevista concedida por su padre Eliseo Diego a Edda Pilar Duque —publicada en 1987 en la revista colombiana Gradiva con el título Escribo todo esto como quien ve la ruina— la cual no fue incluida en la compilación de sus entrevistas publicadas por Unión en 2010. Según la propia Fefé, resulta valioso su rescate en el aniversario 95 del natalicio de su padre pues se trata de “un texto muy completo, donde se abordan temas de la literatura cubana y la cultura en general, de sus comienzos como escritor, del grupo Orígenes, así como anécdotas de su niñez y de su juventud que son entrañables”.
También se puede leer el texto de Hilda María Rodríguez Cartografía de un pensamiento, sobre la obra plástica de Antonio Eligio Fernández Tonel —que adorna toda la publicación—; el análisis de Ibrahim Hernández Oramas sobre las Discontinuidades de Roberto Friol; la narrativa de Francisco López Sacha que, en Imágenes de un dios —tomado de su libro en preparación Prisionero del rock and roll—, se imagina los comienzos de íconos musicales como Billy Preston; el homenaje de María Elena Llana al “documentalista de primera línea” Oscar Valdés, al comentar un libro de Ana Busquets Fariña sobre su obra; y la felicitación a Leonardo Padura, el de Mantilla por su reciente galardón del Premio Princesa de Asturias.
La sección de la Crítica, como es habitual, hace un recorrido actualizado sobre eventos culturales y piezas trascendentes, como los trabajos de Carlos L. Zamora sobre Juan Siam y su libro Aviones en la madrugada, el de Reynaldo García sobre el cuaderno Numerales de Rodolfo Tamayo, el de Norge Céspedes sobre Minsk —libro de Ulises Rodríguez que ganó el Premio UNEAC de novela 2013— y el texto de Daniel Céspedes sobre Calvert Casey, a propósito del aniversario 50 de la primera edición de su libro Memorias de una isla.
Completan este recorrido por otras artes la crítica de Jorge Núñez Motes sobre la décima temporada de los Conciertos de Primavera, que organiza cada año la UNEAC guantanamera; el texto de Wendy Amigó sobre los eventos paralelos organizados en Cienfuegos el pasado abril: la 9na. Feria de la Estampa “Impresiones 56” y el II Concurso Nacional de Colografía “Belkis Ayón”; y los comentarios de Frank Padrón sobre la Segunda Bacanal de Títeres para adultos, realizada recientemente en La Habana que convocó a artistas cubanos y extranjeros.
Como nos tiene acostumbrados, La Gaceta tiene de todo y para todos los gustos, con la peculiaridad en esta ocasión de profundizar en las raíces de la cubanía al dedicar espacio y tinta a una ciudad y un pueblo que ha realizado una marca trascendental a la cultura nacional: Santiago de Cuba en sus 500 años de historia.
martes, 1 de septiembre de 2015
Encuentro con la poesía de Pedro López Cerviño
Publicado en: http://www.uneac.co.cu/noticias/encuentro-con-la-poesia-de-pedro-lopez-cervino
La tertulia poética Amor de ciudad grande, que organiza todos los meses la revista Amnios en su sede del Vedado, acogió en su encuentro del 28 de agosto a Pedro López Cerviño, un poeta “entrañable” y “no conocido en toda la medida que debiera”, según el director de la revista y anfitrión del espacio Alpidio Alonso.
Alpidio destacó que Cerviño es “conocido y respetado” por los escritores de su generación sobre todo por desarrollar una obra apegada al contexto, que participa en los conflictos de la vida cotidiana y consigue esa “mágica torcedura” de sacar una conclusión filosófica con dimensión moral a partir de una situación vivida por el autor.
Igualmente señaló el elemento de “la novedad” —privilegiada en determinadas ocasiones por encima de la calidad— que, en su caso, se presenta como una capacidad de “captar por dónde anda la escritura actual, la energía poética, la chispa iluminadora de lo nuevo, la frescura que incorpora a su obra para darle una vitalidad y un interés particular”.
Por si no bastaran estas razones para contradecir a Cerviño en su autodefinición como poeta “menor”, dos de sus colegas presentes en el público quisieron expresar sus impresiones. Uno fue el reconocido cantautor Alberto Tosca, quien confesó redescubrirlo siempre desde la perspectiva del hombre humilde, llano, sencillo: “su poesía es más grande por la grandeza de su sencillez”, indicó. La otra fue la también poetisa e investigadora Ángela de Mela, quien destacó en la obra de Cerviño la forma de tratar las preocupaciones del ser humano, de ahí su valor antropológico: “tú nos haces «ver» lo que nosotros «miramos» cada día”, en esa dicotomía entre dos verbos que se parecen pero no tienen la misma implicación.
Por su parte, Cerviño agradeció la oportunidad de participar en una de las tertulias más relevantes de las dedicadas a la poesía en el panorama cultural habanero, sobre todo por ser la primera vez que en la capital se le dedica una lectura. Disfrutando de sus versos, profundos y afilados, casi siempre matizados con un fino humor criollo, se le escucharon dos ideas que son importantes para él: su preocupación por llegar al lector —“me agobia pensar que no me entiendan”, expresó— y algo que a veces la gente olvida, preocupados en los estilos y el canon, que “la poesía también es para divertirse”.
«Más que la luz
la oscuridad es perfecta
porque jamás podremos
ver sus faltas».
(Crítica objetiva, inédito)
la oscuridad es perfecta
porque jamás podremos
ver sus faltas».
(Crítica objetiva, inédito)
Además de su obra poética, Cerviño ha realizado una meritoria labor como guionista de radio y televisión —el más conocido de sus programas—, Para leer mañana del Canal Educativo, es altamente valorado entre los escritores cubanos, es miembro del Comité Organizador del Festival Internacional de Poesía de La Habana y del Consejo Editorial de la Colección Sur, de la UNEAC. Además, dirigió el Teatro Nacional de Cuba y el sector de la cultura en su natal Santiago.
Actualmente labora como especialista en el equipo de realización de la revista Amnios y ha publicado varios libros que no han sido solo de poesía: Otra historia de abril (Ed. Oriente, 1989, en coautoría con Oscar Ruiz), No se puede matar al timonel (Ed. Extramuros, 2000), Oreja de campesino (Ed. Santiago, 2005), A la espera del juicio (Ed. Casa del Caribe, 2007), Poesía Contemporánea de Santiago (Ed. Ángeles de Fiero, República Dominicana, 2007, en coautoría con León Estrada), Trazados en el mapa (Ed. Oriente, 2008) y No quiero piedras en mi camino. Conversaciones con Enrique Bonne (Ed. Oriente, 2015, en coautoría con José Aquiles).
Precisamente sobre este último libro se refirió en detalles, ante una pregunta de su anfitrión, y confesó que le gratificó mucho. “Es una entrevista llena de poesía”, indicó, que se convierte en antropología cultural al tratarse Enrique Bonne de uno de los pilares culturales de Santiago y de Cuba. En el texto, este creador oriental habla de la historia de la música cubana a un nivel de detalles que ya pocas personas pueden referirse: desde el surgimiento de Chan Li Po y el funcionamiento de las vitrolas a principios del siglo XX, hasta los orígenes del ritmo pilón —creado por el mismo Bonne— y del famoso grito de “¡Azúcar!” de Celia Cruz, quien lo tomó de una canción creada por este músico titulada La zafra.
También en respuesta a una pregunta de Alpidio, Cerviño reflexionó sobre la poesía joven en Cuba —particularmente en Santiago— y la consideró como una obra de valor, tal vez demasiado seria, aunque es una gran cacerola donde se cuece de todo. “No creo que tengamos que ser paternalistas”, expresó: “es una poética importante con un punto de mira diferente —como ha sido siempre la poesía joven: rebelde, irreverente, luchadora— y debe tomarse en cuenta para promoverles justamente”.
El encuentro con Cerviño sirvió para presentar la más recientemente revista La Calle del Medio, la número 86 correspondiente a junio de 2015. Aunque desfasada en el tiempo, tiene la peculiaridad de que su sección de poesía está dedicada a página completa a este autor, con varios de los poemas inéditos que leyó en la tertulia.
Enrique Ubieta, director de la revista, apreció que en sus páginas se ocupe un espacio para este género literario pues ha llegado a calar tanto en los lectores que los amantes de la poesía la buscan y la prefieren. Al resaltar la variedad de temas que trata La Calle del Medio indicó que “la idea es llegar a la mayor cantidad de público que busca respuesta a sus inquietudes”, dentro de los cuales la poesía se ha ido abriendo camino.
Para amenizar, en el encuentro también se escuchó la música del trovador Frank Martínez y se presentó el spot para la televisión que ha preparado para la promoción de la revista Amnios el joven realizador del Canal Educativo Raudel Díaz. En su corta duración —como suelen ser estas creaciones audiovisuales— se resalta a la revista con su principal lema: “Poemas, Poetas, Poéticas”, al tratarse de uno de los medios más importantes especializado en ese género literario y donde se presenta lo más valioso que se realiza en el mundo y en nuestro país.
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