Cuba ha expresado su respaldo a una Declaración presentada el 22 de marzo por 84 países ante el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, dirigida a poner fin a los actos de violencia contra personas por motivos de su orientación sexual o su identidad de género.
El texto, denominado "Declaración conjunta para poner alto a los actos de violencia, y a las violaciones de derechos humanos relacionadas, dirigidos contra las personas por su orientación sexual e identidad de género" (texto completo de la Declaración más adelante), expresa preocupación por las denuncias ante los continuos actos de de esta naturaleza y hace un llamado a los Estados para que tomen medidas para acabar con ellos.
Además, agradece la continua atención a las cuestiones de derechos humanos relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género dentro del contexto del Examen Periódico Universal. Al reconocer que es una cuestión "sensible" para muchos, busca establecer un diálogo respetuoso para encontrar una base común en donde todos reconozcan que ninguna persona debe padecer estigmatización, violencia o maltrato por ningún motivo, sobre la base de los principios de los derechos humanos de universalidad y no discriminación.
Aunque el documento no pudo ser presentado en formato de resolución vinculante, este paso se considera de gran valor para el abordaje del tema a nivel internacional, al haber logrado el mayor número de países firmantes para una declaración de este tipo en un órgano de Naciones Unidas.
Como se recordará, el 1ro. de diciembre de 2006 fue presentada por Noruega ante el Consejo de Derechos Humanos una breve declaración que consiguió el apoyo de 54 países, concentrada en la cuestión de la violencia contra las personas por su orientación sexual o identidad de género y solicitando al Presidente del Consejo que brindara una oportunidad, en una futura sesión adecuada del Consejo, para el debate sobre estas violaciones.
Por su parte,el 18 de diciembre de 2008 la Unión Europea lideró ante la Asamblea General de las Naciones Unidas una Declaración que tuvo 66 copatrocinadores, que condenó las violaciones de los derechos humanos por orientación sexual o identidad de género (en particular el uso de la pena de muerte, las ejecuciones extrajudiciales y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes) y pidió a los Estados a tomar todas las medidas necesarias (sobre todo legislativas y administrativas) para poner fin a estas prácticas.
La reciente declaración en el Consejo de Derechos Humanos demuestra la continuidad en la determinación de la comunidad internacional para llamar la atención en las dificultades que enfrentan muchas personas en el mundo con relación a su orientación sexual e identidad de género. El respaldo de Cuba es congruente con la postura que ha mantenido nuestro país en estos temas, reflejado en el apoyo a la Declaración de 2008 y en la reciente votación, en diciembre de 2010, a favor de una resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas condenando las ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales, incluyendo por motivo de orientación sexual e identidad de género.
La declaración fue presentada en Ginebra por Colombia a nombre de los siguientes países: Albania, Alemania, Andorra, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Bolivia, Bosnia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Chipre, Costa Rica, Croacia, Cuba, Dinamarca, Dominica, Ecuador, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos de América, Estonia, Fiji, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Guatemala, Holanda, Honduras, Hungría, Irlanda, Islandia, Islas Marshall, Israel, Italia, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malta, México, Micronesia, Mónaco, Mongolia, Montenegro, Nauru, Nepal, Nueva Zelandia, Nicaragua, Noruega, Palau, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Centroafricana, República Checa, República Dominicana, Rumanía, Ruanda, Samoa, San Marino, Serbia, Seychelles, Sierra Leona, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Tailandia, Timor-Leste, Tuvalu, Ucrania, Uruguay, Vanuatu y Venezuela.
Como en ocasiones anteriores, en clara muestra de la complejidad del análisis del tema en los foros multilaterales, se espera que un grupo de más de 50 países presenten en la sesión del Consejo de Derechos Humanos una contra-declaración sobre el tema.
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Texto de la Declaración conjunta para poner alto a los actos de violencia, y a las violaciones de derechos humanos relacionadas, dirigidos contra las personas por su orientación sexual e identidad de género
1. Recordamos la previa declaración conjunta sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género presentada ante el Consejo de Derechos Humanos en el 2006;
2. Expresamos nuestra preocupación por los continuos actos de violencia, y violaciones a los derechos humanos relacionadas, entre otros, asesinatos, violaciones sexuales, torturas y sanciones penales, dirigidos contra las personas por su orientación sexual y su identidad de género en todas las regiones del mundo y cuyas evidencias los Procedimientos Especiales han hecho llegar al Consejo desde aquella declaración;
3. Recordamos la declaración conjunta de la Asamblea General del 18 de diciembre de 2008 sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género, apoyada por Estados de los cinco grupos regionales, y alentamos a los Estados a considerar adherirse a ella;
4. Encomiamos la atención continua prestada a estas cuestiones por los mecanismos internacionales de derechos humanos, entre ellos, los Procedimientos Especiales y los órganos de los tratados pertinentes, y agradecemos la continua atención a las cuestiones de derechos humanos relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género dentro del contexto del Examen Periódico Universal. Como ya lo recordara el Secretario General de las Naciones Unidas al dirigirse a este Consejo en su Sesión Especial del 25 de enero de 2011, la Declaración Universal garantiza los derechos humanos de todos los seres humanos sin excepción, y cuando se ataca, maltrata o encarcela a las personas por su orientación sexual o identidad de género, la comunidad internacional tiene la obligación de reaccionar ante ello;
5. Recibimos con agrado los sucesos positivos que en los últimos años se han dado en torno a estas cuestiones en cada una de las regiones, por ejemplo: las resoluciones sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género aprobadas por consenso cada año, durante los últimos tres años, por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos; la iniciativa del Foro Asia-Pacífico sobre Instituciones Nacionales de Derechos Humanos para integrar estas cuestiones a la labor de las instituciones de derechos humanos de la región; las recomendaciones del Comité de Ministros del Consejo de Europa; una mayor atención prestada a estas cuestiones por parte de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, y las muchas iniciativas positivas legales y de políticas aprobadas por Estados a nivel nacional en diversas regiones;
6. Observamos que el Consejo de Derechos Humanos también debe cumplir con su papel de acuerdo con su mandato de "promover el respeto universal por la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas, sin distinción de ningún tipo, y de una manera justa y equitativa" (GA 60/251, OP 2);
7. Reconocemos que estas cuestiones tocan las fibras sensibles de muchos, incluso dentro de nuestras propias sociedades. Reafirmamos la importancia de establecer un diálogo respetuoso, y confiamos en la existencia de una base común en donde todos reconocemos que ninguna persona debe padecer estigmatización, violencia o maltrato por ningún motivo. Al tratar cuestiones sensibles, el Consejo debe guiarse por los principios de universalidad y no discriminación;
8. Alentamos a la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos a continuar atendiendo las violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual y la identidad de género y a explorar oportunidades de difusión y diálogo constructivo para acrecentar la comprensión y conciencia sobre estas cuestiones dentro del marco de trabajo de los derechos humanos;
9. Reconocemos nuestra responsabilidad más amplia de poner alto a las violaciones de los derechos humanos de todas las personas marginadas y aprovechamos esta oportunidad para renovar nuestro compromiso de dar atención a la discriminación en todas sus formas;
10. Hacemos un llamado a los Estados para que tomen medidas a fin de acabar con los actos de violencia, las sanciones penales y las violaciones de derechos humanos relacionadas en contra de las personas por su orientación sexual o identidad de género; alentamos a los Procedimientos Especiales, órganos de los tratados y otras instancias involucradas a continuar integrando estas cuestiones dentro de sus mandatos pertinentes, e instamos también al Consejo a atender estas importantes cuestiones de derechos humanos.
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