“Hueles
a hierba, a álamo,
a
libertad que naufraga
en
su sangre y sus lágrimas.
(…)
Eres una adolescente que cubre sus pechos
con
el aroma de una mujer marchita”.
(“Colombia”,
2000)
Un poeta de verso
comprometido con su realidad social presentó su obra en el
Laboratorio de Escrituras, organizado por el Festival de Poesía de
La Habana y la Asociación de Escritores en tarde del martes 5 de
agosto de 2014 en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC.
Su nombre es
Fernando Vargas Valencia , nacido en Bogotá, Colombia, en 1984 y, a
pesar de su corta edad, cuenta con una vasta obra literaria
publicada, además de su trabajo como editor y ensayista. Su primer
viaje a Cuba fue en mayo pasado, durante el Festival Internacional de
Poesía de La Habana, y le impresionó tanto que no pasaron dos meses
para que regresara con su familia.
Al presentarlo, el
poeta Sinecio Verdecia —anfitrión de este espacio que se organiza
cada martes— destacó la “preocupación por el ser humano en toda
su dimensión” que se aprecia su trabajo, lo que se vincula a su
formación como abogado especialista en temas de derechos humanos.
“No puedo desligar
mi poesía de mis convicciones espirituales y políticas”, expresó
Fernando al indicar su compromiso con la paz en Colombia: “hay
mucha gente que ha sufrido y quieren un «Basta Ya», pero también
un «Nunca Jamás»”. Consideró que la poesía en Colombia, como
el arte en general, tiene que cruzarse con esas inquietudes que tiene
su pueblo, lo que afortunadamente está recibiendo una respuesta
adecuada de los poetas de su tierra.
A partir de una
pregunta del público, un momento de particular significación se
produjo cuando explicó su experiencia personal en el departamento
colombiano del Chocó, donde confluyen varios intereses y ha sufrido
mucha violencia. Por una razón u otra, es la zona con más presencia
de grupos armados, tanto de la guerrilla como del ejército y los
paramilitares, lo que le ha implicado graves problemas sociales.
“Chocó está en mi corazón”, exclamó emocionado.
En la velada el
autor presentó varios poemas de dos de sus libros publicados: Épica
de los desheredados (Universidad Distrital Francisco José de Caldas,
2014) y Apesadumbrada fantasía (Caza de libros editores, 2013), una
antología de su poética entre 2000 y 2013.
Fueron poemas de
resonancia social y de intimismo, por los que desfilaron familiares,
amigos, personajes admirados y anécdotas de la vida cotidiana,
viajes y amores, que revelaron una carga vivencial desbordante de
recuerdos, nostalgias, música y pasajes que tratan de hallarle un
fundamento a nuestra época.
Aunque algunos
hablaron de guerra, lucha y muerte, también llevaban una fuerte
carga de esperanza, paz y vida, en un verso que pretende ser memoria
viva de una época y de un país que reclama la necesaria armonía
social. “De la necesidad de encontrar algo que busco todo el
tiempo, que no se lo que es, de esa insatisfacción nace mi
inspiración poética”, expresó.
Sorprendieron dos
poemas muy cercanos a nuestro entorno, unos Cantos Abacuá con ritmo
de bembé y tambores que fueron un claro reflejo de la interrelación
cultural de nuestros pueblos y la influencia que tenemos entre todos.
“Una de las más importantes influencias que he recibido en mi
creación artística ha sido el gran escritor cubano José Lezama
Lima ”, confesó con respeto y admiración por el poeta.
Fernando Vargas
Valencia, además de su Licenciatura en Derecho, hizo su Maestría en
Sociología Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Es
especialista en derecho internacional humanitario de la Universidad
Externado de Colombia y ejerce como profesor universitario,
conferencista y formador de docentes.
Es además ensayista
y editor, fundador de la revista Somos, durante sus estudios
universitarios, y ha colaborado con varias revistas colombianas y
latinoamericanas. Colabora como coordinador académico del Festival
Internacional y Popular del Libro de Bogotá y ha sido invitado a
leer su poesía en numerosos Festivales del hemisferio.
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