viernes, 28 de noviembre de 2014

Una Maka para recuperar la memoria y el olvido


Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=8354

Los primeros viernes de cada mes la Maka con Furé trae a la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC un momento de particular reflexión y aprendizaje, con mucha espiritualidad en la cubanía, durante el encuentro con el etnólogo e investigador Rogelio Martínez Furé.

Su objetivo explícito es “recuperar la memoria y el olvido”, sobre todo de un elemento importante de nuestra historia que, aunque se quiso ignorar a través de los siglos, no deja de tener una importancia cardinal para comprender a la nación cubana: el legado de la diáspora africana a nuestra cultura.

Con su memoria casi enciclopédica en cada ocasión repasa efemérides y eventos esenciales para la historia del país relacionados con ese legado. De esta manera, Furé caracterizó al onceno mes del año en la más reciente cita –el pasado viernes 7 de noviembre– como “difícil y de suma importancia” pues está cargado de acontecimientos históricos para Cuba, nuestra región y África.

Comenzó resaltando el día 11 de noviembre como el Día de Angola, país que ocupa una zona trascendental para nuestras raíces pues desde el norte de su territorio, en la región del imperio de los Congos, vinieron miles de negros esclavos a América.

“Mucho de lo que se conoce hoy como cultura latina tiene de ellos un componente fundamental, en la lengua (el bantú), en los ritmos (desde el tango hasta las habaneras), en la comida y en toda su dimensión”, señaló. Y es una fecha que también podemos asumir como nuestra por la participación cubana en las luchas de independencia de Angola y la cantidad de estudiantes angolanos que han venido a Cuba a formarse, lo cual ha incidido además en el conocimiento en África del castellano que se habla en nuestro país, una influencia cultural que amerita mayores investigaciones.

A propósito de la celebración de Angola, Furé presentó a su primera invitada: la escritora de literatura para niños y jóvenes Ana María Luján, quien ha desarrollado con el Instituto del Libro y la Casa Editora Abril un hermoso proyecto que contribuye a conocer desde la niñez esta cultura. Se trata de un conjunto de 10 pequeños textos presentados de forma amena en una pequeña cajita con el nombre Angola en el corazón, que contiene elementos de su historia, su cultura, sus mitos y leyendas, su geografía, entre muchos otros detalles.

Además anunció un nuevo proyecto, aún por publicarse, de un libro que hablará sobre 104 patriotas cubanos –de aquellas personas que pocos recuerdan, solo por sus nombres en las escuelas o en los bustos de los pueblos del interior del país–, de gran importancia para enseñarle a nuestros niños y jóvenes que la historia es una “epopeya plural”, con protagonistas del “pueblo-pueblo”.

No se trata de negar a los grandes jefes y generales, indicó Furé, sino hacer notar que la historia la hacen los pueblos y “sus miles de muertos son los que fertilizan la verdadera libertad”. En la historia participan muchos actores, como los hilos imbricados de un tejido, por eso hay que “sacar del olvido a aquellos que no deben olvidarse jamás”, sentenció.

La Maka también recordó la efeméride del 5 de noviembre de1843 con la Rebelión de Triunvirato, levantamiento de la dotación de esclavos del ingenio del mismo nombre al sur de la actual provincia de Matanzas que fue brutalmente reprimido por las fuerzas coloniales.

Sin embargo, tuvo la importancia de nuclear y articular la lucha de personas de diferentes culturas e idiomas por su libertad y se señala como el inicio del despertar organizado de los negros esclavos en una sublevación generalizada, que más tarde contribuyó a las luchas por la independencia.

El 27 de noviembre fue destacado igualmente por ser una fecha que ha reunido tres momentos importantes de la historia: el nacimiento de Andrés Petit en 1843, quien sembró la semilla de la cubanidad al abrir las puertas de la Sociedad Abacuá a los hombres blancos; el fusilamiento de los estudiantes de medicina en 1871, que tuvo como acontecimiento paralelo el asesinato de cinco hombres pobres abacuá que se lanzaron ese mismo día en acto de rebeldía y protesta solidaria en las calles de La Habana (pues se cree que uno de los estudiantes de medicina, Alonso Álvarez de la Campa, pertenecía a la Sociedad Abacuá); y la muerte en Jamaica de Mariana Grajales en 1893.
Zenaida Armenteros, Rogelio Martínez Furé y Georgina Herrera

Las dos invitadas especiales a esta Maka lograron darle un cierre de alto vuelo artístico: la primera fue Georgina Herrera, quien recitó varios de sus poemas a propósito de las fechas celebradas –el dedicado a Fermina Lucumí, líder de la Rebelión de Triunvirato, a Doña Mariana, a la hija del Rey de Angola. La segunda fue Zenaida Armenteros, primerísima bailarina, actriz y cantante del Conjunto Folklórico Nacional, quien recordó con Furé los cincuenta años del debut de esta compañía en el teatro Sarah Bernal de París en noviembre de 1964.

Según un axioma abacuá “la historia está hecha de dos partes: lo que se dice y lo que sucedió”. Así lo recordó Furé esa tarde y, para reafirmarlo, bien vale este esfuerzo que es coordinado con la Comisión Aponte de la UNEAC, para recuperar del olvido la memoria de esta diáspora africana sin la que no se puede escribir la historia de Cuba.

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