lunes, 14 de marzo de 2016

Desafiar el olvido con los textos y la fotografía de Paula Allen


Publicado en: http://www.uneac.com.cu/noticias/desafiar-el-olvido-con-los-textos-y-la-fotografia-de-paula-allen
El Jueves Literario organizado en la sala Caracol de la UNEAC en la mañana del jueves 10 de marzo acogió una invitada especial: la fotógrafa y documentalista norteamericana Paula Allen, quien presentó su libro Flores del desierto, con textos y fotografías del trabajo que ella realizara durante años en la región chilena de Calama acompañando a las mujeres que buscan los restos de sus seres queridos desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
"¿Quién inventó ese horrible eufemismo de los "desaparecidos"? Porque cuando uno de los nuestros desaparece, se abre un vacío inmenso en el alma y en la vida, todo queda en suspenso, postergado mientras buscamos. Las mujeres de Calama son pobres de pobreza irremediable, son pacientes de paciencia absoluta. Son fuertes y están solas. Por años nadie ha escuchado su clamor, por años la justicia ha ignorado su angustia". Así comienza la destacada escritora chilena Isabel Allende el prólogo del libro, en solidaridad con esas mujeres a quienes está dedicada la historia.
El presidente de la Asociación de Escritores Alex Pausides, al hacer su presentación, destacó que el trabajo realizado por Paula es más que un estudio fotográfico porque habla sobre la memoria y cómo preservarla, sobre cómo el ser humano no se resigna a la pérdida de sus amores y no le queda más remedio que reconstruir la verdad desde el dolor y la pérdida.
"En un país como Cuba, que ha sido tan solidario con las víctimas de las dictaduras en América Latina y ha estado tan preocupado por la historia de nuestro continente, se hace necesario este encuentro", resaltó.
Paula confesó sentirse emocionada al recordar todos los momentos que le dieron la oportunidad de hacer este libro y, al encontrarse "entre amigos", compartió su historia: un relato conmovedor de su estancia en Calama por muchos años, desde los inicios de los años 90, junto a aquellas mujeres que salían todos los días guiadas por la intuición y los rumores a tratar de encontrar los restos de sus seres queridos.
Tras la lectura de algunos fragmentos de su testimonio, presentó la secuencia comentada de sus fotografías: seres llenos de dolor —fundamentalmente mujeres —buscando en la tierra de una zona desértica y abandonada— considerada por los propios chilenos como la zona más inhóspita del mundo, parecido a un paisaje lunar—, identificando fosas comunes y fragmentos de restos humanos.
"Yo también quería encontrar un cuerpo y aliviar el dolor de alguna de aquellas mujeres", indicó, dejando testimonio gráfico de cada paso que daban en esos tristes momentos. Más de 70 fotografías que ilustraron las protestas y los actos públicos organizados por ellas, los nuevos mausoleos y monumentos erigidos en memoria de los desaparecidos, la peregrinación a la costa en el océano Pacífico —donde supuestamente fueran arrojados los cuerpos de muchas víctimas—, las demandas de identificación de los restos encontrados, los procesos legales relacionados, los entierros definitivos, las conmemoraciones para no olvidar los horrores.
Comentó que siempre se volvía difícil para ella enfrentar estas fotos, pero la estimula "la belleza de la determinación y del corazón de estas mujeres" - discriminadas por su nivel social y de género - que durante más de 40 años han luchado por encontrar la verdad: un grupo pequeño de mujeres pobres, en un lugar alejado del mundo, con el valor de representar a la humanidad. "Ellas escriben en la arena del desierto la verdadera historia de Chile, ellas son nuestra conciencia", resaltó.
En el prólogo de Isabel Allende también se lee: "Por mucho tiempo buscaron a sus desaparecidos, ahora buscan la verdad. Por mucho tiempo esas valientes mujeres desafiaron la brutalidad de la dictadura, ahora desafían el silencio cómplice de los que pretenden borrar el pasado, como si nunca hubiera sucedido. Por el resto de sus días seguirán desafiando el olvido. Sólo desean que se admita la verdad, que se honre a sus muertos, que se devuelvan los cuerpos de los tres mil desaparecidos, que se respete el dolor de sus familias, que se recuerde el pasado, para que el horror de entonces no se repita".
En intercambio con el público se conoció que todavía persisten los problemas con las mujeres de Calama, pues nadie está ayudándoles, y la razón principal es que los militares aún tienen mucho poder y no quieren que se descubra la verdad. Con la participación de la destacada realizadora Estela Bravo surgió la idea de nuevos proyectos para continuar ayudando a esos pueblos a encontrar la verdad, para revelar todas las atrocidades cometidas en América Latina durante los años de las dictaduras.
Paula Allen es fotógrafa documentalista, sus trabajos se han extendido por más de tres décadas y han aparecido en numerosas publicaciones internacionales. Ha trabajado para organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, Cuerpo Médico Internacional, Refugiados Internaciones y Día-V (V-Day): Un Movimiento Global para Acabar con la Violencia en Contra de Mujeres y Niñas.
Su recorrido por el mundo ha incluido lugares tan diversos como los Balcanes, Afganistán, La República Democrática del Congo, Haití y Nueva Orleans post Katrina. Con frecuencia imparte conferencias en universidades de los Estados Unidos sobre la lucha de las mujeres por la justicia en todo el mundo, entre otros temas.

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