martes, 19 de diciembre de 2017

El racismo y sus desafíos en la sociedad cubana



Tomado de: http://www.uneac.org.cu/noticias/el-racismo-y-sus-desafios-en-la-sociedad-cubana
El coloquio El color cubano hoy: situación, alcances y perspectivas, organizado porla Fundación Nicolás Guillén y la Comisión Aponte en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, tuvo en la tarde del miércoles 13 de diciembre un espacio de intensa reflexión con la ponencia y los apuntes al margen del Dr. Jesús Guanche bajo el título “Contra las discriminaciones raciales y el racismo: situación, desafíos y perspectivas”.
Al partir en su análisis del desafío mayor que ha tenido la Revolución cubana para tratar de convertir una sociedad colonial y neocolonial en otra que tenga a la igualdad y la participación plenas como centro de su atención, Guanche profundizó en las complejidades que conlleva el cambio de mentalidad ante un reto esencialmente cultural.
No cabe dudas que no hay otra manera de enfocar el tema que no sea de forma diversa y multidimensional, cuando hay tantos factores que la determinan. El racismo sobrevive, aunque no de manera estructural, desde la existencia de grupos con mayor desventaja social —a pesar de los esfuerzos realizados para tratar este problema— hasta la manera de interpretar el color de la piel o el tipo de pelo, con la necesidad de sobrepasar las barreras subjetivas que han creado siglos de estereotipos y muchos elementos exógenos que nos identifican.
Indicó que en Cuba llamar con las palabras “negro” o “chino” generalmente no tiene una connotación despectiva o racista, como suele suceder en otras partes del mundo, depende de la situación particular —el texto y el contexto— en que se manifiesta su expresión. Sin embargo, el propio Fidel identificaba, desde los mismos comienzos de la Revolución en el año 59, que el racismo sería uno de los problemas más complejos y difíciles a enfrentar.
“Al racismo, como ideología, tenemos que combatirla en todos sus frentes”, recalcó y lamentó la forma en que se manifiesta, a veces de forma solapada o ante la vista de todos, como por ejemplo: con la utilización común del término “raza”, o la conmemoración del “día de la raza”, cuando se sabe que el ser humano es una especie no clasificable en razas; o las campañas turísticas contratadas en otras latitudes, que están llenas de estereotipos e ignorancia hacia el tema y manifiestan inevitablemente una visión excluyente y racista; o las publicaciones de revistas publicitarias sobre Cuba, “colmadas” de ejemplos discriminatorios.
Valoró que ya existe una conciencia a todos los niveles del país sobre esta problemática y no se trata de un tema silenciado: en los últimos años se han abierto muchos espacios de debate y análisis y hasta se han dedicado dos mesas redondas de la televisión nacional a incursionar en estos problemas. Destacó el trabajo de la Fundación Fernando Ortiz, la revista Caminos, el proyecto La Ruta del Esclavo, los cientos de proyectos comunitarios, la labor desarrollada en provincias por investigadores y muchos otros. Sin embargo, se mantiene la urgencia en su reconocimiento y en el tratamiento público, sobre todo en los medios masivos nacionales, pues donde más se puede ver su tratamiento es en las redes sociales y no todos tienen el mismo nivel de acceso a ellas.
“No podemos esperar que los problemas nos golpeen en la cara, o que nos impongan la agenda desde afuera”, recalcó para señalar que, sin convertir el tema en psicosis, catarsis o en un “mea culpa”, de lo que se trata es de neutralizar la improvisación y aportar para que las instituciones puedan elaborar políticas que superen la herencia racista y dignifiquen al ser humano,con una acción participativaque impida a los mecanismos burocráticos de sectores intermedios que se contradigan con los aportes científicos y sociales. “Queda mucho por hacer, pero no partimos de un silencio total. La labor está en el ser y el hacer, no en el parecer”, señaló.
Otros temas relacionados que desarrolló con amplitud fueron el uso de este tema como parte de la campaña propagandística y de subversión contra Cuba, la participación cubana en la Convención de la UNESCO sobre diversidad cultural, la capacidad del desarrollo sostenible a nivel comunitario y el impacto social que puede tener contra el racismo, la presencia femenina en el legado africano con la participación activa de mujeres en diversas poblaciones —heroínas, esclavas cimarronas y en todas las esferas de la sociedad—, el problema económico que genera desigualdades sociales y sus repercusiones, la capacidad generadora de los gobiernos locales con el turismo cultural comunitario —o “el valor de lo local en el concepto de la patria” —, etc.
La intervención de los presentes al final de su presentación trajo a debate otras aristas sobre el particular, como el trabajo deficiente observado en el más reciente censo de población y vivienda, a partir de que algunos dirigentes no entienden aún la importancia de considerar el color de la piel en las estadísticas —las cuales deben ser socio económicas, para esclarecer o visualizar los problemas sociales en los datos que se ofrecen—; los daños de la discriminación geográfica cuando, en combinación con la racial, se invisibilizan tantas dificultades de la sociedad cubana; la falta de personalidad jurídica entre numerosos grupos y proyectos que han dedicado su vida y su obra, a veces por más de un siglo, al estudio y la promoción del aporte africano a nuestra cultura; entre otros.


domingo, 10 de diciembre de 2017

Stressful conditions, not ‘sonic weapon,’ sickened U.S diplomats, Cuba panel asserts

HAVANA—After a 9-month probe hampered by lack of access to medical records, a panel of Cuban scientists today declared that U.S. diplomats here likely suffered a "collective psychogenic disorder" earlier this year, not the deliberate "health attack" that the U.S. Department of State has claimed.

Based on media reports about the mysterious symptoms, including hearing loss, nausea, vertigo, and memory lapses, some U.S. scientists had already reached similar conclusions. Stanley Fahn, a neurologist at Columbia University who has seen a summary of the Cuban report, agrees that "it could certainly all be psychogenic." That a panel appointed by the Cuban government dismisses the U.S. claims may not be surprising, and the Federal Bureau of Investigation is still leading what State Department officials have described as a "vigorous" multiagency investigation. But the Cuban report summary, obtained by ScienceInsider, reveals intriguing details. For instance, a high-frequency noise that some had identified as a possible "sonic weapon" may have been crickets chirping.

The State Department declined to comment on the Cuban findings. "We continue to cooperate with the Cubans in this regard within appropriate channels," a spokesperson told ScienceInsider. At present, the spokesperson said, "We do not have definitive answers on the source or cause of the attacks."

The baffling episode has added to the growing ill will between the two countries, which has chilled scientific cooperation. The State Department has taken pains not to blame Cuba for the alleged attacks. But it has accused the Cuban government of failing to protect U.S. diplomats, and in September it evacuated family members and non-emergency personnel. The United States also ordered Cuba to drastically pare down staff at its embassy in Washington, D.C.

U.S. diplomats first reported symptoms that could not be easily explained in November 2016. "We have never seen this anyplace in the world before," State Department spokesperson Heather Nauert in Washington, D.C., declared this September. At last count, 22 U.S. diplomats and, reportedly, five Canadian families said they had been harmed at their residences or at two hotels here. A few diplomats reportedly showed signs of brain trauma.

"When I first heard about the attacks, it sounded like an X-Files episode," says Manuel Jorge Villar Kuscevic, an ear, nose, and throat specialist at Enrique Cabrera Hospital here. In March, he was tapped to chair a committee of 20 physicians, neurologists, acoustic scientists, physicists, and psychologists to probe the mystery.

"We started with the assumption that something happened—that this was not a pure fabrication," says panel member Mitchell Valdés-Sosa, director of the Cuban Neuroscience Center here. But the team had little to go on. U.S. officials would not share detailed medical data, explaining that they wanted to protect diplomats' privacy. That's unfortunate, says Mark Rasenick, a neuroscientist at the University of Illinois College of Medicine in Chicago. "The refusal to share data has prevented progress" in solving the puzzle.

With no access to the diplomats, the Cubans conducted audiometric tests on diplomats' neighbors and domestic workers in the diplomats' homes, who might also have been exposed to harmful acoustic waves. Three of 20 people tested had abnormalities in the eardrum, inner ear, and cochlea, but all had preexisting hearing deficits.

A search for environmental sounds near the sites of the alleged attacks could not identify any loud enough to inflict hearing loss. "To harm someone from outside a room, a sonic weapon would have to emit a sound above 130 decibels," says Kuscevic, who equates that to the roar of four jet engines on the street outside a house.

U.S. officials did provide sound recordings—possibly made by diplomats or family members in and around their homes—to the Cuban team. For comparison, Carlos Barcelo Pérez, an environmental physicist at the National Institute of Hygiene, Epidemiology and Microbiology here, recorded evening sounds around the residences. The biggest noisemakers were insects. Pérez found that the Jamaican field cricket (Gryllus assimilis) chirps at a frequency matching the grating sound on the recordings, which topped out at 74.6 decibels—not loud enough to damage hearing, he says.

Reports that some diplomats suffered brain trauma also undermine the acoustic attack hypothesis. In medical procedures, ultrasound is used to destroy brain tumors, but it attenuates rapidly with distance. The Cubans also concluded that the reported symptoms imply more serious brain injuries than anyone is alleging—and some U.S. researchers agree. "The combination of sudden onset of hearing loss, tinnitus, headaches, vertigo, nausea, insomnia, anxiety, and memory problems would have to be related to multiple lesions in both brain hemispheres," says neurologist Alberto Espay of the University of Cincinnati in Ohio, who has read the Cuban report. Based on what little the State Department has revealed, he says, that "wasn't the case here."

The Cuban panel evaluated other possible causes of the symptoms. For instance, U.S. officials questioned whether aerial fumigation to kill mosquitoes could be the culprit. The insecticide of choice in Cuba is permethrin, which in acute doses can cause nausea, headaches, and shortness of breath. The Cuban team found no evidence of excessive use of the fumigant, Kuscevic says.

"We have devoted months to this work, but we have not found any evidence that could substantiate [the U.S.] claims," says panel member Antonio Paz Cordovéz, president of the Cuban Society of Otorhinolaryngology here. He and his colleagues kept circling back to the idea of mass stress. Around the time the first diplomats here fell ill, the U.S. embassy was bracing for a downturn in relations. President Donald Trump had just won the election, and he had vowed to slow or reverse the rapprochement that his predecessor had begun.

"That kind of situation leads you to feel threatened," says panelist Dionisio Zaldívar Pérez, a psychologist at Havana University. He believes the U.S. government fueled anxiety by labeling the illnesses an attack. In the "very closed community of English-speaking diplomats who have few connections with the Cuban population," Valdés-Sosa adds, stress could quickly escalate. "U.S. neurologists provided with the evidence given to the Cuban committee would have arrived at the same conclusion," Espay says.

Valdés-Sosa, a neurophysiologist, emphasizes that the panel's findings are provisional. "If any evidence were available, we would be willing to revise our conclusions," he says. And they are eager to team up with U.S. scientists. That's unlikely, in the present climate. But Rasenick says joint research "would bring benefit to both diplomacy and to those diplomats reporting health problems."

jueves, 7 de diciembre de 2017

Visión cubana sobre prosperidad y desarrollo en la revista Catauro


Tomado de: http://www.uneac.org.cu/noticias/vision-cubana-sobre-prosperidad-y-desarrollo-en-la-revista-catauro

La Revista Cubana de Antropología Catauro, que semestralmente publica la Fundación Fernando Ortíz, siempre ha dado de qué hablar por los temas que propone a debate. Su más reciente entrega fue presentada en la tarde del miércoles 5 de diciembre en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC (la revista número 32, correspondiente al segundo semestre de 2015), con un tema tan complejo como polémico: “el concepto de desarrollo y prosperidad para el cubano de hoy.”

Miguel Barnet, en calidad de director de la revista y de la Fundación, al introducir la presentación expresó su satisfacción por el crecimiento en profundidad y análisis que ha tenido esta reflexión semestral, porque ha traído al debate temas complejos de la sociedad cubana actual que no pueden ser tratados de otra forma que con valentía y objetividad. “La ciencia no tiene padrinos”, indicó y la revista “está en la obligación de abordar con óptica incisiva, profunda, analítica todo lo que concierne a la sociedad”.

Comentó que esta publicación tiene una historia “posiblemente subterránea”, pues no se trata de una revista que salga en las primeras planas de los medios ni que se venda en quioscos o aeropuertos; sin embargo, se lee y se vende a partir de la búsqueda de lectores inteligentes: académicos y estudiosos de la realidad de nuestro país que reconocen la seriedad de cada entrega. Este trabajo requiere de “equilibrio, continuidad y desarrollo”, lo que se ha podido lograr con el apoyo del equipo de trabajo de la Fundación Fernando Ortiz, sobre todo por sus saberes para elaborar una revista balanceada.

Para presentar este número, y abordar el tema tan complejo que trata, se escogió al profesor de psicología de la Universidad de La Habana Manuel Calviño quien, ante todo, agradeció la oportunidad de ser invitado a hablar sobre una revista que ha realizado aportes fundamentales al pensamiento nacional, en función del respeto a la necesidad de la reflexión.

Valoró que el abordaje sobre los conceptos de desarrollo y prosperidad, desde la perspectiva cubana de estos días, realizado por los intelectuales que participan en este número – que incluye nombres como Abel Prieto, Jesús Guanche, Ana Cairo, José Luis Rodríguez, Elier Ramírez, Yoss, entre muchos otros – logra revelar el “ajiaco monumental” que sabe a Cuba para construir la identidad de lo que somos, de lo que asimilamos y definimos, para el presente y el futuro de la nación.

El análisis se complejiza a partir de que son muchas las formas de ser las del cubano de hoy; sin embargo, la “prosperidad” se sintetiza tanto en “mejorar” y “avanzar” —lo que significa “dejar atrás” las tensiones cotidianas— como en progresar a nivel social, en el aumento de los índices cualitativos de referencia. No menos complejo se presenta el concepto de “desarrollo”, en la expresión de la existencia más plena que debe conducir al crecimiento material, mental y espiritual.

Sobre esta base, en las páginas de la revista se pueden encontrar abundantes argumentos al diálogo sobre diversas aristas de ambos temas, que incluyen el impacto de las hegemonías culturales y los avances tecnológicos —porque las nociones de prosperidad y desarrollo se venden y se promocionan en los medios—, con sus proyecciones asimétricas en la sociedad; la necesidad de un cambio de paradigma para ambos conceptos; la pérdida de los sentidos en la carrera por alcanzar la prosperidad y el patrón de referencia sobre sus índices de medición —a partir de la pertenencia o no a grupos de mayores ingresos, con el consecuente papel del dinero—; los niveles de desigualdad emergentes, que cada vez son más evidentes con los “nuevos ricos” y los “nuevos pobres”, más el debate acompañante; la necesidad de una mirada desde la cultura al desarrollo y la prosperidad; la emergencia del apoliticismo, entre otros aspectos.

Calviño destacó que después de la lectura de la nueva entrega de Catauro, no nos quedaremos indiferentes pues nos regala una aproximación al diálogo para tratar de comprender la Cuba de hoy, poniendo énfasis en las búsquedas del criterio de la prosperidad y el desarrollo sobre la base de los valores humanos que han enriquecido el alma cubana.  

miércoles, 22 de noviembre de 2017

El Simposio de quienes hacen la literatura universal


Tomado de: http://www.uneac.org.cu/noticias/el-simposio-de-quienes-hacen-la-literatura-universal

El XIV Simposio Internacional de Traducción Literaria, organizado con carácter bienal por la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), se inició en la mañana del martes 21 de noviembre en la sala Rubén Martínez Villena y contó con la presencia del presidente de la Federación Internacional de Traductores (FIT), Kevin Kirk.

Al hacer la introducción del evento, el presidente de la Asociación de Escritores Alex Pausides destacó que la participación de esta reconocida personalidad internacional en el mundo de la traducción prestigia no solo al Simposio sino a todos los traductores cubanos, que han merecido que Cuba fuera seleccionada como la sede del congreso mundial de traductores en el año 2020.

Pausides resaltó la frase escogida para encabezar los debates, a decir de Saramago: “los escritores hacen las literaturas nacionales, los traductores hacen la literatura universal”, porque son ellos los mediadores entre la literatura del mundo y la nacional, quienes “convierten en posibilidad el conocimiento de lo que se escribe en un país para que se reconozca a nivel mundial.”

Por su parte, Kevin Kirk agradeció a la UNEAC el privilegio de dirigirse a los traductores cubanos en un país que le ha “robado el corazón”, sobre todo por la importancia que se le ha concedido en Cuba a esta rama del arte, evidenciado con los 14 eventos consecutivos que ha realizado la UNEAC hasta el momento, con presencia internacional.

“Reunir académicos de experiencia en la investigación de la traducción literaria y promover entre ellos el debate es esencial para la revitalización de este quehacer, sobre todo con tantas caras jóvenes que participan”, recalcó. Igualmente señaló que los traductores son co-creadores de una obra de arte, pues no se trata de reducir las sociedades a una obra sencilla y homogénea, sino de promover una comprensión común de la diversidad del mundo, “creamos una experiencia compartida y contribuimos al desarrollo de la cultura por la paz”.

Jesús Írsula, presidente de la Sección de Traducción Literaria y anfitrión del encuentro, destacó que el evento se desarrollará hasta el jueves 23 con la presentación de numerosas ponencias que abordan diversos temas además de antologías, obras de traducción cubanas y extranjeras, para terminar con una fiesta de traducción en el Hurón Azul con el objetivo de festejar el desarrollo que ha adquirido esta expresión artística en Cuba.

Anunció que en la sesión final del Simposio se entregará el Premio de Traducción Literaria José Rodríguez Feo, que organiza la Asociación de Escritores cada dos años, y resaltó la presencia en el evento de los tres cubanos que han sido galardonados con el Premio de la FIT: Julia Calzadilla, Lourdes Arencibia y Rodolfo Alpízar.

La primera ponencia del Simposio corrió a cargo de Josefina (Fefé) Diego, hija del reconocido escritor, poeta y ensayista Eliseo Diego, quien presentó su trabajo titulado "Lo que me cuentan los libros de la biblioteca de mi padre", una segunda aproximación al largo recorrido que Fefé ha hecho en la rica experiencia de explorar los libros de su padre.


Entre otros destacó el libro que él escribió titulado Conversación con los difuntos, dándole una particular importancia porque en él define lo que es una buena traducción, como parte de esa ardua labor que requiere transmitir el ambiente de lo que otra persona escribió, en esa difícil tarea de expresar “no solo la verdad de la escritura, sino la verdad de la poesía.”

lunes, 6 de noviembre de 2017

Hablar del arte en la locución


Tomado de: http://www.uneac.org.cu/noticias/hablar-del-arte-en-la-locucion

La mañana del tercer y último día del evento teórico del Concurso Caracol 2017, el viernes 3 de noviembre en la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC, fue dedicado a debatir sobre El Arte de la locución con la participación de destacados expertos en el tema de la radio y la televisión.

La moderación del panel corrió a cargo de la Presidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión, la destacada locutora Rosalía Arnáez, quien resaltó que no se puede absolutizar el dicho que se le atribuye a Confucio de que una imagen vale más que mil palabras, pues "sin voz no hay radio ni televisión" e inició el debate con una pregunta esencial: ¿son los locutores comunicadores o artistas?

El profesor Luis Alarcón, quien además de ser una voz reconocible de la radio y la televisión cubanas se ha dedicado por muchos años a la docencia, inició las reflexiones destacando que, a partir de la diversidad de manifestaciones en la que se tiene que desarrollar un locutor –noticieros, eventos, dramatizados, musicales, etc.–, no hay dudas de que el arte tiene que ser un don esencial de los que se dediquen a la locución.

“Es un artista que tiene la necesidad de ejercer el don de la palabra”, sentenció, porque “hay sentimientos que nunca una imagen podrá transmitir como la voz humana”: cuando se tiene que expresar humor, intrigas, drama, pesar, oficialidad, es una manifestación del arte que esa persona tenga que ponerse en función de cada instante.

Lamentó la existencia de lagunas, tanto en la radio como en la televisión, que son una expresión de la subvaloración que algunos le dan a la importancia de la voz humana como canal de la comunicación para lograr el éxito de una obra acabada. Valoró que hay directores que prestan más atención a este elemento, pero no siempre sucede y se utilizan a personas que no están suficientemente capacitadas y su negativo resultado no es atribuible a los locutores.

Consideró que nadie es perfecto y ejemplos tenemos en los medios de cómo un buen locutor es capaz de superar sus limitaciones para lograr excelentes resultados. Recordó a Manolo Ortega, como un paradigma de la dualidad entre locución y arte; a Germán Pinelli, a quien le faltaba la voz y lo sabía suplir con sus habilidades de actuación; a Mireya de la Torre, actriz y cantante que en su forma de hacer locución era capaz de “acariciar la cámara”, entre otros.

La destacada actriz y locutora Obelia Blanco se alegró de participar en un panel que le llamó la atención desde el título propuesto porque “hay que hablar del arte en la locución, pues ya casi nadie habla de ello”, lo que conduce a errores que vemos a diario en los medios. Valoró que todo artista que domine la técnica de la actuación tiene la capacidad de ser un excelente locutor: “tienes que sentir lo que lees, por eso todo locutor tiene que ser actor”.

Comentó que desde niña le gustó leer a los demás las revistas que llegaban a su casa y, además, siempre tuvo el sueño de ser actriz, por eso “la locución estuvo en mí desde los inicios, sin percatarme”. Sin embargo, no descuida la necesidad de superarse cada vez que puede en las escuelas de locución, pues la formación es fundamental para esa manifestación artística, y valoró que eso ha sido lo que la ha mantenido en activo a pesar de sus 75 años.

Rosalía retomó la idea de que se puede ser muy buen comunicador, pero la locución es diferente porque “saca el artista que llevamos dentro”: es un arte en el que se debe transmitir sentimientos y hay saber manejar muy bien la simpatía, el carisma, el desenvolvimiento rápido, entre otras aptitudes con las que se nace y están en constante evolución.

En el debate, se acotaron otros elementos imprescindibles para la buena locución, que no es solo voz y cara sino también talento y oficio, tomar en cuenta elementos como el timbre, la preparación, la cultura general de quien pretenda hacer este trabajo, la integración con otras ramas del medio como los directores y guionistas, la comunicación extra verbal, el vestuario, el método de dirección de locutores, la suficiente agilidad para arreglar situaciones inesperadas, la desventaja de la radio frente a la televisión y el cine, entre otros temas.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Quitando el velo del olvido a quienes han hecho nuestra televisión

Tomado de: http://www.uneac.org.cu/noticias/quitando-el-velo-del-olvido-quienes-han-hecho-nuestra-television

El evento teórico del Concurso Caracol de la UNEAC, que se inició con un día entero dedicado a la televisión el miércoles 1ro de noviembre en la sala Rubén Martínez Villena, reservó la sesión de la tarde para homenajear a algunas figuras que han hecho posible el desarrollo de ese medio en nuestro país.

Al hacer la introducción, la presidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión Rosalía Arnáez resaltó la importancia que ha tenido la televisión para el pueblo cubano, en medio de todas las adversidades que ha debido enfrentar, sirviendo como aliciente para disfrutar la emoción de lo que han preparado artistas y técnicos en su programación.

Por ese motivo, destacó el papel que debe jugar la UNEAC —sobre todo durante la celebración de estos festivales y concursos— para “quitar el velo del olvido” a tantas personas que han logrado transformar esta magia en realidad.

Abelino Couceiro, miembro del Ejecutivo de la Asociación, mencionó como primer recuerdo de la tarde a Mirta Muñiz.

Posteriormente la Asociación quiso hacerle un homenaje a Carlos Alberto Cremata quien, aunque no presentó sus trabajos al Premio Caracol, se le destacó por la importante labor que ha desarrollado con La Colmena TV. Rosalía indicó que el Caracol no quería pasar por alto trabajos destacados en el medio, a pesar de que no se lleven a concurso, y calificó lo realizado por Cremata como un “destello de calidad” en el contexto actual de la televisión.

Para terminar, se presentó un corto documental de Lupe Alfonso que, con el título de ¿Te das cuenta? le hace un merecido homenaje al director Germán Navarro Ors, recordado por programas imprescindibles de la televisión cubana como Tía Tata cuenta cuentosAmigo y sus amiguitos, numerosos Teatro ICR, aventuras como Tres Amigos y el Conde de Montecristo, policíacos memorables como Sector 40 y Su propia guerra, entre muchos otros: Cita con Rosita, Detrás de la FachadaSan Nicolás del PeladeroJuntos a las 9, entre otros.

jueves, 12 de octubre de 2017

Mysterious Sounds and Scary Illnesses as Political Tools

By LISA DIEDRICH and BENJAMIN TAUSIG

OpEd New York Times, October 10, 2017

https://mobile.nytimes.com/2017/10/10/opinion/cuba-embassy-trump-illness.html?referer=http://m.facebook.com/

President Trump has long signaled his desire to reverse President Barack Obama's normalization of relations with Cuba, so it's no surprise that his administration has begun to do just that by withdrawing most employees from the United States Embassy in Havana.

But a part of the justification for the move — the reports that embassy employees were victimized by a "sonic attack" that caused a range of physical symptoms — fits a troubling pattern. It's just the latest example of the way Mr. Trump has attempted to harness vague, unspecified threats to inspire fear and advance his political agenda.

The Associated Press first reported on Aug. 10that State Department employees had been targeted by these attacks. According to the spokeswoman Heather Nauert, they caused "a variety of physical symptoms." It was also reported at this time that the State Department had already retaliated for these attacks by expelling two Cuban diplomats from the United States on May 23.

Since then, much of the news coverage of the incident has turned to a discussion of technical questions about sonic weaponry. A few articles quote experts who are skepticalto put it mildly, but a majority of the coverage has accepted and even reiterated the State Department's explanation wholesale.

The truth is, the sort of sonic weaponry that might cause the concussions and persistent memory loss that the State Department claimed to have found in its diplomats doesn't exist, as far as experts in this field know. "Nothing about this story makes any sense to us," said a marketing director of a firm that manufactures acoustic devices, quoted in Wired. To imagine that such weapons have not only been covertly developed but also were then somehow hidden near the embassy is even more fanciful, for a variety of logistical and technical reasons. The fact-checking site Snopes.com provided a review of scientific data on sound and sonic weapons,concluding that it was false to claim that such weapons could be responsible for what happened to the United States diplomats in Cuba. Yet, this has not stopped the reverberation of sonic-weapon rumors. The press has continued to amplify the story, and the Trump administration has carried on with its narrative, even issuing aCuba Travel Warning based on the "specific attacks" that it says targeted embassy employees.

The State Department's explanation — that sound was used to make people sick — is perfectly tailored to frighten us. It plays on the well-established way humans tend to associate sound and illness with hidden, unknowable threats. Mr. Trump as both candidate and president has routinely exploited fears of vaguely defined hidden menaces as a justification for policy and politics.

None of this is to say that no attacks occurred — there may have been chemical exposure, for example. However, not only is the cause unknown (if there is one), but also no evidence of a deliberate attack has been offered.

Sound, despite being a physical material, is often described as intangible, simply because we do not see it. We distrust sound for its invisibility (consider the misery of hearing noisy neighbors but being unsure of what they're actually doing; consider the meaning of the term "hearsay"), just as we may be drawn to it for its mystery. Even though sound is measurable, we tend to experience it as spectral, as something beyond our rational understanding. It is thus the perfect stand-in for a Cold War-style cunning enemy, who is surely out there, doing something, even though we can never seem to pin him down.

Mr. Trump exploits people's preconceptions about sound in a manner similar to his exploitation of illness, to signify a hidden, never-quite-graspable threat to the nation. Like the unspecified (and perhaps unverifiable) sonic cause of these health attacks, the reported illnesses are vague and unspecific. Mr. Trump has often turned to illness politics — portraying his opponents as weak, sick and neurotic.

He didn't invent this political tactic. But he has enthusiastically embraced the approach. Mr. Trump and his campaign encouraged speculation that Hillary Clinton was hiding a secret, degenerative illness (Parkinson's, traumatic brain injury and epilepsy all circulated as possibilities), which if revealed would make most Americans realize she was not qualified to be president. Of course, these insinuations were most powerful precisely when nothing had been revealed and when speculation could thus fill in the blanks. Media coverage of these charges tended to focus on historical examples of sick presidents or presidential candidates, rather than on how Mr. Trump was deliberately playing upon fears of sickness — that is, engaging in illness politics. In this case, Mr. Trump didn't invent the story of the attack (it's relatively clear that somethinghappened at the embassy) but he has latched onto its vague description to raise alarm in a way that's broad and unsettling enough to provide support for any actions he wants to take in response.

This pattern of suggesting that the United States is under threat from vague and indeterminate dangers — secret illnesses, mysterious sounds — creates a political atmosphere almost miasmic in its effects. There are many facts we do not yet know about the Cuba incident. However, the pattern so far fits Mr. Trump all too well: Raise the volume on a fanciful scary story and tie it to an already desired policy shift in a way that appears to justify that shift. We shouldn't fall for it.

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Lisa Diedrich is a professor of women's, gender and sexuality studies at Stony Brook University and the author of "Indirect Action: Schizophrenia, Epilepsy, AIDS, and the Course of Health Activism." Benjamin Tausig is an assistant professor of ethnomusicology at Stony Brook and the author of the forthcoming book "Bangkok Is Ringing: Sound, Protest, and Constraint."

New York Times: científicos dudan de ataques sonicos a diplomáticos en Cuba

¿'Ataque sónico' a diplomáticos en Cuba? Estos científicos lo dudan

Por CARL ZIMMER 9 de octubre de 2017

Tomado de: https://www.nytimes.com/es/2017/10/09/ataque-sonico-a-diplomaticos-en-cuba-estos-cientificos-lo-dudan/?em_pos=small&emc=edit_bn_20171010&nl=boletin&nl_art=2&nlid=938499&ref=headline&te=1

In English: https://www.nytimes.com/es/2017/10/09/ataque-sonico-a-diplomaticos-en-cuba-estos-cientificos-lo-dudan/?em_pos=small&emc=edit_bn_20171010&nl=boletin&nl_art=2&nlid=938499&ref=headline&te=1

El Departamento de Estado retiró a su personal no fundamental después de que diplomáticos presentaran síntomas médicos misteriosos.

Un enigma científico yace en el corazón de una extraña confrontación entre Estados Unidos y Cuba.

Según el Departamento de Estado, casi dos docenas de diplomáticos en la embajada estadounidense en La Habana han padecido una serie de síntomas médicos misteriosos, que incluyen pérdida de la audición y dificultades cognitivas.

Después de llegar a la conclusión de que su personal estaba bajo un ataque invisible, el departamento retiró al personal no fundamental de La Habana y lanzó un comunicado para exhortar a los estadounidenses a no visitar la isla. El martes, el gobierno de Trump expulsó a quince diplomáticos cubanos de Estados Unidos.

El Departamento de Estado no ha ofrecido más detalles acerca de las condiciones médicas de los empleados afectados; sin embargo, funcionarios del gobierno han declarado de manera anónima que los diplomáticos podrían haber sido atacados con algún tipo de arma sónica. No obstante, los expertos en acústica dicen que esa es una teoría que parece sacada de una película de James Bond.

El sonido puede causar molestia e incluso daño severo y los investigadores han explorado la idea de armamento sónico durante años. Sin embargo, los científicos dudan que un arma de ultrasonido oculta pueda explicar lo que sucedió en Cuba.

"Yo diría que es bastante improbable", dijo Jurgen Altmann, físico de la Universidad Tecnológica de Dortmund en Alemania y experto en acústica.

Durante décadas, los investigadores militares han tratado de transformar el sonido en un arma no letal que pueda detener a los soldados enemigos en batalla.

"¿Para que contraatacar con batutas y pistolas si podrías usar algo más simple, como un generador de sonido?", dijo el Dr. Geoffrey S. F. Ling, neurólogo en la Universidad Johns Hopkins y antiguo director de la Oficina de Tecnología Biológica de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados para la Defensa.

El Pentágono patrocinó el desarrollo de bocinas de alta frecuencia para mandar ráfagas de sonido de largo alcance. La Marina los utilizó para mantener a raya a los piratas, mientras el ejército los envía a los puntos de revisión. En años recientes, la policía ha utilizado los llamados aparatos acústicos de largo alcance para dispersar a las multitudes, como a los manifestantes en Ferguson, Misuri.

Sin embargo, estas armas funcionan porque son insoportablemente ruidosas y si una hubiera sido utilizada para atacar diplomáticos en Cuba, no habría lugar a dudas. Así que la especulación se ha virado hacia otra posibilidad: un aparato que produce un sonido fuera del rango del oído humano.

Una posibilidad es el infrasonido, un sonido de baja frecuencia que no puede ser escuchado por humanos. Un informe del Instituto Nacional de Ciencias Ambientales de la Salud en 2002 señaló que los militares han tratado de crear un arma de infrasonido, pero no habían tenido éxito porque es difícil centrar la longitud de onda. El principal efecto del infrasonido en humanos "parece ser molestia", concluyó el informe.

El ultrasonido es una opción más probable. Si el ultrasonido alcanza frecuencias mayores a 20.000 hercios —más allá del oído humano—, puede dañar tejido si se produce con suficiente poder.

Los doctores dirigen ondas de ultrasonido para deshacer cálculos renales. Hace décadas, los investigadores crearon en el laboratorio un rayo de ultrasonido intensamente poderoso que puede matar a un ratón a poca distancia.

Los rayos de ultrasonido menos poderosos no causan daño y tienen una gran variedad de usos médicos, como los muy comunes escaneos médicos. Sin embargo, hay evidencia anecdótica de que a ciertos niveles, pueden hacer que la gente se sienta muy incómoda.

Steven L. Garrett, quien enseñaba acústica en la Universidad Penn State antes de retirarse el año pasado, solía hacer demostraciones de rayos ultrasónicos a sus alumnos. Varias veces sintió náuseas y tuvo dolores de cabeza, al punto que decidió utilizar equipo de protección.

"No los usábamos a menos que nos pusiéramos tapones de oído y orejeras", dijo.

Desafortunadamente, anécdotas como esta conforman casi todo lo que los científicos saben sobre los efectos del ultrasonido en la salud. "Los datos son muy pocos", dijo Timothy Leighton, profesor de Acústica Ultrasónica y Submarina en la Universidad Southampton.

Es difícil conseguir que la gente que dice presentar síntomas quiera ser voluntaria para los estudios, agrega. Y aunque también los militares trataron de desarrollar armas con base en sonidos fuera del espectro del oído humano, abandonaron la mayoría de los proyectos en la década de los noventa.

Incluso si alguien más ha tenido éxito al desarrollar un arma ultrasónica, dicen los investigadores, las leyes de la física hacen improbable que el aparato pueda dañar a diplomáticos a la distancia.

"El ultrasonido no puede viajar grandes distancias", dijo Jun Qin, ingeniero acústico de la Universidad de Illinois. A mayor distancia, más débil es el sonido. Además, señaló el Dr. Garrett, la humedad de un lugar como La Habana lo debilitaría aún más.

Por otro lado, la mayor parte de un rayo de ultrasonido rebotaría en el exterior de un edificio. El poco sonido que atraviese tendría una frecuencia más baja y menos dañina.

Una manera de superar estos obstáculos sería utilizar un arma más grande; pero un vehículo enorme con un cañón de sonido gigante encima al frente de las casas diplomáticas probablemente no pasaría desapercibido.

"Si te refieres a un rifle de rayos que golpea a alguien con ultrasonido que no se puede escuchar a cientos de metros… eso no es posible", dijo el Dr. Leighton.

Por otro lado, un aparato que emita ultrasonido instalado dentro de un edificio, podría estar suficientemente cerca y ser bastante poderoso para ocasionar daños a los moradores. Aunque, incluso una pared interna bloquearía sus ondas.

Un emisor más pequeño colocado más cerca, quizá en la almohada de alguien, podría hacer el trabajo, dijo el Dr. Qin. Sin embargo, es difícil imaginar que algo así pudiera pasar inadvertido. En teoría, un edificio podría estar lleno de pequeños emisores; no obstante, los expertos dicen que es poco probable.

A pesar de que el ultrasonido puede causar muchos de los síntomas que se reportaron, no hay evidencia de que pueda causar daño cerebral leve.

"No conozco ningún efecto acústico que pueda causar síntomas de contusión", dijo el Dr. Altmann. "El sonido que viaja por el aire no puede sacudir tu cabeza".

Por todas estas razones, dicen los expertos, las armas ultrasónicas no deberían encabezar la lista de las explicaciones posibles por la pérdida de la audición y los dolores de cabeza o cualquier otro síntoma que se haya observado en los diplomáticos.

"Creo que estas personas recibieron algo que los dañó", dijo el Dr. Qin. "Pero pudo haber sido algo del medioambiente". Las posibilidades incluyen toxinas o infecciones por virus o bacterias que pueden dañar el oído.

El Dr. Leighton dijo que la ansiedad contagiosa u otro elemento psicógeno no podía descartarse. "Si provocas ansiedad en la gente porque está siendo atacada con un arma ultrasónica, esos son los síntomas que obtienes", dijo.

Revisar todas esas posibilidades sería difícil en este momento.

Si una misteriosa arma ultrasónica de tecnología de punta hubiera sido utilizada, tendría que haber sido fácil obtener evidencia durante el ataque, dijo el Dr. Garrett. Los micrófonos de teléfono celular muchas veces son sensibles al sonido ultrasónico, señaló, y las aplicaciones disponibles para iPhone podrían haberlo develado.

A los investigadores ahora solo les queda examinar a los diplomáticos con daños físicos reveladores, como tímpanos dañados.

"Creo que perdieron su oportunidad" de encontrar la causa, dijo. "Habría sido muy fácil".

martes, 3 de octubre de 2017

A scientific view on the inexplicable sonic weapon

A mysterious international dispute that threatens the recently thawed diplomatic relationship between the United States and Cuba came to light in a 10 August 2017 story first reported by the Associated Press. The report focused on a series of seemingly related illnesses suffered by American and Canadian diplomats serving in Cuba. The original reporting included what later appeared to be speculation from unnamed United States government officials that some form of heretofore unknown sonic weapon was to blame:

In the fall of 2016, a series of U.S. diplomats began suffering unexplained losses of hearing, according to officials with knowledge of the investigation into the case. Several of the diplomats were recent arrivals at the embassy, which reopened in 2015 as part of President Barack Obama's reestablishment of diplomatic relations with Cuba.

Some of the U.S. diplomats' symptoms were so severe that they were forced to cancel their tours early and return to the United States, officials said. After months of investigation, U.S. officials concluded that the diplomats had been attacked with an advanced sonic weapon that operated outside the range of audible sound and had been deployed either inside or outside their residences.

The U.S. State Department later walked back claims that they specifically had concluded a sonic weapon was at play, saying through a spokesperson that "we do not know who or what is causing these incidents". Secretary of State Rex Tillerson has described the incidents as "health attacks", and Cuba denies any involvement. As reported by the Associated Press on 18 September 2017, the range of symptoms is nonspecific and vague:

Of the 21 medically confirmed U.S. victims, some have permanent hearing loss or concussions, while others suffered nausea, headaches and ear-ringing. Some are struggling with concentration or common word recall, the AP has reported. Some victims felt vibrations or heard loud sounds mysteriously audible in only parts of rooms, leading investigators to consider a potential "sonic attack." Others heard nothing but later developed symptoms.

In sum, the symptoms (none of which are universal to all cases) that have been used in the defense of the claim that a "sonic weapon" was used are as follows:

Hearing loss, Nausea, Vertigo, Headaches, Ear-ringingConcentration and memory problems, Brain swelling or "damage to the central nervous system""A more serious illness that involved a blood disorder"

Further clues into the nature of the attack, including the occurrence of an audible noise in some cases, were provided first by a 20 August 2017 CNN report, reporting that some diplomats heard "a deafeningly loud [but unidentified] sound similar to the buzzing created by insects or metal scraping across a floor". CBS News reported:

Some felt vibrations, and heard sounds — loud ringing or a high-pitch chirping similar to crickets or cicadas. Others heard the grinding noise.

The reports of screeching noises in some and no noise in most initially led both government and media speculation that a "silent" audible device was most likely used (there are ranges of noise close to audible sound that can be heard by some but not others). The two options, then, would be an infrasonic device (below the audible frequency humans hear) or ultrasonic (above that range).

The debate about which brand of inaudible noise would be used generally boils down to this: infrasonic waves capable of affecting humans covertly would need to be extremely close to the victim or unrealistically large, and they would not be able to produce a targeted attack, instead affecting a larger and thus more indiscriminate area. Ultrasonic waves could be targeted, focused, and beamed from further away, but are unlikely to cause a bulk of the symptoms ascribed to them and unless the device was physically touching the victim.

Before diving into this research, two variables related to sound are necessary to understand what follows. These include the frequency of the noise — defined by the number of waves per unit of time — and also its power, determined by the amount of energy each wave carries. The former is reported in Hz or kHz, with infrasound including noise below 20 Hz, and ultrasound encompassing noise above 20 kHz (20,000 Hz). (The latter is reported in decibels or dB.)

Below, we detail the main research regarding the primary symptoms discussed in the reporting of the Cuban "health attacks", finding a.) that the evidence is fairly weak for both ultrasound and infrasound as the cause for a majority of the symptoms listed and b.) that none of the symptoms can be described entirely by either only infrasound or only ultrasound.

Hearing Loss

Poorly explained by infrasound
Not explained by ultrasound

The source most commonly cited in news reports suggesting that infrasound can cause hearing loss is a 2001 review conducted by the NIH, which stated (with heavy qualification) that research, while sparse, shows "physical damage to the ear or some loss of hearing has been found in humans and/or animals at levels above 140 dB". The 140 dB measurement is no minor omission of detail, as 140 dB infrasonic waves projected covertly at any distance are essentially impossible. The actual studies reviewed in this NIH document generally suggest the opposite: low-frequency, high-power noise will not cause hearing loss, temporary or otherwise, if below the considerably high energy of 150 dB.

Ultrasonic sound is widely considered to be irrelevant to hearing loss. Another 2001 review by Jürgen Altmann, an acoustic weapons expert and physicist at Germany's Technische Universitaet Dortmund and who investigated the bulk of the literature up to that time, concluded that at ultrasound "the ear is essentially untouched" if levels are below 140 dB.

Fatigue, Headaches, Ringing Ears, Vertigo, and Nausea

Not explained by infrasound
Inconclusive evidence regarding ultrasound

Based on the reviews performed by both the NIH and by Altmann, there is no scientific consensus on fatigue, headaches, ringing ears, or vertigo as they apply to infrasonic noise. The only symptom in this category discussed as a possible result of infrasonic noise is nausea. Per the NIH:

There is no agreement about the biological activity of infrasound. Reported effects include […] nausea, vomiting, and bowel spasm. 

Altmann (and many others) argued that the gastrointestinal symptoms such as nausea, and bowel spasms in particular, while frequently reported in the press, have been overblown and cannot conclusively be tied to infrasonic sound:

The vertigo and nausea effects in the journalistic articles ascribed to intense infrasound cannot be confirmed. On the other hand, low [but still audible] frequencies of 50-100 Hz at 150 to 155 dB caused mild nausea.

Many of the above symptoms (headaches, ringing ears, nausea, and fatigue), however, were once referred to in the literature as "ultrasonic sickness". This suite of symptoms and their ties to ultrasonic noise was based on numerous reports from workers in proximity to a variety of ultrasonic devices or tools. Altmann has argued that this literature is hard to interpret as these environments contain significant audible sound, as well. A 2013 review of the effects of ultrasound on humans makes a similar argument:

Many studies confirmed the appearance of subjective symptoms of exposure to noise emitted by ultrasonic devices like dizziness, balance disturbances, tinnitus and fatigue. It is assumed that those symptoms result from the effect of noise on the vestibular system; however, further studies are necessary. […]

According to the results of studies in the 1960s and 1970s, "audible" components of the noise spectrum are, above all, responsible for subjective symptoms among workers exposed to noise emitted by ultrasonic devices.

Concentration and memory problems

Poorly explained by infrasound
Poorly explained by ultrasound

There are few human studies addressing the neurological effects of infrasonic sound on cognition. Within those, a few single studies demonstrate a connection between infrasound and cognition on humans and animals. Overall, however, most research demonstrates no connection at all, and none have suggested permanent or persistent issues after exposure, as stated in the National Institutes of Health's 2001 review:

In several experiments to assess cognitive performance during exposure to infrasound […] no reduction in performance was observed in the subjects. Sole exposure to infrasound at 10 to 15 Hz and 130 to 135 dB for 30 minutes also did not produce changes in autonomic nervous functions.

In terms of ultrasound, the 2013 review noted that many concentration issues could be associated with the symptoms of "ultrasonic sickness" without being directly caused by the noise itself:

It is worth mentioning that some subjective effects of exposure to ultrasonic noise such as fatigue, headache, discomfort or irritation may disturb human cognitive functions.

This body of research refers to the transient appearance of these symptoms when in direct contact with that sound, and makes no suggestion of prolonged memory problems like word recall. Outside of occupational studies that lack relevance to sonic weapon development and by their nature include audible sound as well, there is little evidence in humans to suggest that ultrasound can be the cause for permanent neurological damage.

Mild Traumatic Brain Injury

Poorly explained by infrasound
Not explained by ultrasound

Altmann, author of the 2001 review of acoustic weapons, told the Associated Press:

I know of no acoustic effect or device that could produce traumatic brain injury or concussion-like symptoms.

The only real mechanism for a damage to the internal organ system such as the brain would be through some sort of powerful internal vibration caused by the strong vibration of the sound waves themselves. Scientists agree that this would best be achieved by infrasound, but the evidence that such frequencies could actually make this happen is quite limited and derived almost entirely from studies on animals or anecdotal reports.

A 2009 review published in the journal Military Medicine notes that "remarkable properties have been attributed to infrasound, including the capacity to 'debilitate people for hours and even days,' with 'pulsing in their internal organs and blurred vision, both of which can lead to …, in rare cases, death,'" but this review also highlights the reality that there are nearly no studies to back up such claims. In fact, studies performed as far back as 1978 and as recently as 2009 conclude that an infrasonic weapon used to harm major organ systems would be implausible — if not completely impossible.

In terms of ultrasound, it is essentially impossible for this kind of energy to penetrate into the human body without direct contact, as the waves dissipate rapidly through the air (and, it should be noted, pretty rapidly within the body as well). Responding to questions that ultrasonic waves could cause brain damage,  Robin Cleveland, a professor of engineering science at the University of Oxford, told the Guardian he doesn't buy it: "The sound would have to enter the brain tissue itself […]. If there's even a tiny bit of air between the sound and your body it doesn't get through."

Blood Disorders

Not enough information

Without knowing more than that a victim experienced "a more serious illness that involved a blood disorder" it is hard to confidently assess plausibility of this this kind of disease except to say that the reasons ultrasonic noise do not explain brain damage would likely hold for any illness that requires sound to penetrate into the body. According to the NIH, the most consistently reported effect of infrasonic noise (though the mechanisms remains unclear) seem to be changes in blood pressure and respiratory rate, which could perhaps be linked to other diseases indirectly. There is no existing evidence that links noise of any kind to the development of a blood disorder.

In the End, Neither Infrasound or Ultrasound Work as an Explanation

Taking even the most tenuous scientific research at face value, an ultrasonic device could be responsible for the transient occurrence of fatigue, headaches, ringing ears, vertigo, and nausea and (even more dubious) concentration and memory issues. Taking a similarly loose approach for infrasound, this kind of noise could cause hearing loss, nausea, and (most dubiously) some form of organ discomfort or damage. Neither can explain all of the symptoms.

Further, there is no real way to create a covert version of either device. F. Joseph Pompei, a former MIT researcher and current chief executive officer of a company that develops devices that focus sound into narrow, targeted beams, told us that a focused or controllable beam of 20Hz (infrasonic) sound would require an array of subwoofers "the size of a stadium". 

Conversely, he told us, for an ultrasonic device to penetrate into the body at all, the victim would either have to be submerged in water (which can carry those waves with less energy loss) or have the device in physical contact. This, as well, seems unlikely to be a covert choice for an attack.

"It sounds very appealing and interesting, but I find it hard to believe that there actually is such a device,"  John Oghalai, Chair of the Caruso Department of Otolaryngology – Head and Neck Surgery at the University of Southern California, told The Verge.

Collectively, the scientific research — which in many cases notes that anecdotal and inaccurate reports in newspapers have long obfuscated the actual science behind the plausibility of such a device — demonstrates that no single brand of sound could create the range of symptoms described by the victims of the Cuban health attacks, and even if they could, a covert device would be hard if not impossible to design. As such we rank the specific claim that an inaudible sonic device adequately explains the health attacks Cuba as false.

 

Filed Under: Concussion Cuba Health Attacks +2 More

Fact Checker: Alex Kasprak

Featured Image: cigdem / Shutterstock.com

Published:Sep 25th, 2017

Sources:

Lee, Matthew, and Weissenstein, Michael.   "Hearing Loss of Us Diplomats in Cuba Blamed on Covert Device."
    Associated Press.   10 August 2017.

Samuelson, Kate and Worland, Justin.   "U.S. Diplomats in Cuba Were Injured by a 'Sonic Weapon.' What Is That?"
    Time.   10 August 2017.

Associated Press.   "Top US Diplomat Says Closing Embassy in Cuba 'Under Review'"
    10 August 2017.

Koran, Laura, et al.   "Mysterious Attacks on Us Diplomats in Cuba Occurred as Recently as Last Month."
    CNN.   4 September 2017.

CBS News.   "Some U.s. Diplomats in Cuba Diagnosed With Serious Health Conditions, Medical Records Show."
    23 August 2017.

Robles, Frances and Semple, Kirk.   "'Health Attacks' on U.S. Diplomats in Cuba Baffle Both Countries."
    New York Times .   11 August 2017.

Altmann, Jurgen.   "Acoustic Weapons – A Prospective Assessment"
    Science & Global Security.   2001

National Toxicology Program [U.S.].   "Infrasound: Brief Review of Toxicological Literature"
    November 2001.

Smagowska, Bożena, and Pawlaczyk-Łuszczyńska, Małgorzata.   "Effects of Ultrasonic Noise on the Human Body—A Bibliographic Review"
    International Journal of Occupational Safety and Ergonomics.   2013.

Cook, Michael C., and Jauchem, James R.   "High-Intensity Acoustics for Military Nonlethal Applications: A Lack of Useful Systems."
    Military Medicine.   February 2007.

Broner, N.   "The Effects of Low Frequency Noise on People—A Review"
    Journal of Sound and Vibration.   1978.

Devlin, Hannah.   "How Could the 'Sonic Attack' on US Diplomats in Cuba Have Been Carried Out?"
    The Guardian.   25 August 2017.

Becker, Rachel.   "Weaponizing sound: could sonic devices have injured diplomats in Cuba?"
    The Verge.   16 September 2017.

 

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viernes, 1 de septiembre de 2017

Tania la guerrillera en el recuerdo

Tomado de: http://www.uneac.org.cu/noticias/tania-la-guerrillera-en-el-recuerdo

Tamara Bunke, la mítica Tania la guerrillera que fuera figura trascendental en la estrategia de la guerrilla del Ché en Suramérica, fue recordada en la sala Caracol de la UNEAC la mañana del jueves 31 de agosto, cuando se cumplieron 50 años de su caída en el combate de río Grande de la selva boliviana.

Asistieron familiares de algunos miembros de la guerrilla del Ché en Bolivia junto a otras personalidades que estuvieron vinculados a la labor de Tamara Bunke.

Algunos miembros de la guerrilla —los de Vitalio Acuña (Vilo), René Martínez Tamayo y Miguel Hernández Osorio—, personalidades que estuvieron vinculados a Tania y a la guerrilla, además de miembros del núcleo del Partido Comunista de la Asociación de Escritores, principal organizador del evento.

El diplomático y escritor Oscar Oramas, al hacer la introducción del evento, resaltó esa epopeya de la historia latinoamericana y dio la palabra al historiador Froilán González quien, junto a su esposa Adys Cupull, ha dedicado gran parte de su vida a la investigación de la épica gesta encabezada por el Ché en Bolivia, con amplia repercusión en el hemisferio y el mundo.

Como parte del homenaje, se presentaron los dos primeros episodios de la serie “Historia de Ita”, que ha tenido un exitoso recorrido por Bolivia, Argentina y Uruguay y recoge en 10 capítulos la historia de la única mujer combatiente en la guerrilla del Ché. La serie cuenta con testimonios de personalidades de Argentina, Bolivia, Cuba, Perú y Venezuela y fue realizada —casi sin recursos— por Froilán y Adys junto a sus hijos Leandro y Liván, también presente en la actividad.

De Tamara ha dicho Froilán que, como su vida fue muy intensa, no bastaba un documental para abarcar toda su historia y legado, al dar un ejemplo de cómo la mujer es capaz de desafiar la lucha y vencerla, de enfrentar la clandestinidad, llevar adelante tareas difíciles y sobreponerse a todo tipo de dificultades.

Resaltó también la importancia de ir a Bolivia y conocer de cerca el cariño de sus habitantes, particularmente en las zonas más intrincadas donde sus pobladores guardaron celosamente las tumbas y los restos de los guerrilleros caídos –señalados por piedras según la tradición indígena y para no llamar la atención de otros– hasta que llegaron los especialistas cubanos.


Por su parte, Adys Cupull hizo un llamado a la importancia de que las nuevas generaciones aprendan y admiren el ejemplo de Tania quien, sin lugar a dudas, es el orgullo de la mujer latinoamericana: nacida en Argentina, de madre rusa-judía y padre alemán, y supo combinar belleza, inteligencia, valentía a toda prueba, cultura, buenos sentimientos, dedicación a las tradiciones autóctonas, experiencias y amor por los demás, sobre todo, por la causa mayor de arriesgar hasta su propia vida por un futuro mejor.

martes, 11 de julio de 2017

Que los daños colaterales no seamos nosotros mismos

Por: Harold Cárdenas Lema e Israel Rojas Fiel
Este es un escrito militante, dirigido a todos los que de alguna forma generan ideología en Cuba. Los compañeros que han escrito sobre el centrismo en Cuba tienen preocupaciones que compartimos, tienen razones válidas, pero no tienen toda la razón. No es que sus preguntas no ameriten respuestas, sino que en lugar de un diálogo transparente se ha pretendido aplicar una solución vieja a un problema nuevo. Cuando los ataques preventivos los hacemos nosotros en lugar del enemigo, los daños colaterales somos nosotros mismos.
La forma en que se está conduciendo el debate provoca fracturas entre revolucionarios, divorcio entre intelectuales y activistas con apoyo gubernamental, polarización de la esfera pública. Es difícil concebir un plan contra la Revolución que genere más daño. Nuestro instinto sugiere que lo esencial sigue siendo invisible a los ojos y las verdaderas respuestas siguen ausentes. Un día sabremos a ciencia cierta quién era el enemigo y quién no, pero quienes participan hoy en el debate público no pueden ser peones de un juego mayor, o nuestros esfuerzos son vanos.
Estamos en la misma trinchera, queremos una sola vía y esa se llama socialismo. Escribir un libro sobre el centrismo y mencionar a uno de los autores de este escrito 43 veces, es cuanto menos un exceso, cuando Trump se menciona 26 veces y Obama 31. El mencionado debe ser el diablo porque se menciona en el libro más que un presidente estadounidense. Sugerir ambigüedad en quienes plantan bandera cuando es necesario y abogan abiertamente por el socialismo, es un error. Raúl llamó a la crítica y dar batalla donde fuera necesaria, resulta curioso cómo lo que hace años era una convocatoria hoy puede confundirse con centrismo.
Existe una hegemonía mundial respecto a la cual somos rebeldes los cubanos. A ella se contrapone la resistencia de nuestro país, pero acá dentro también existe hegemonía. Quien genera pensamiento en el Buró Nacional de la UJC, quien imparte conferencias en universidades, quienes tienen respaldo de medios masivos de comunicación, quienes trabajan en la ideología del país con tiempo y conectividad suficiente para articularse, generan hegemonía. No se puede ser anti-hegemónico respecto al capitalismo de dominación, pero a lo interno tener un comportamiento similar. Nuestra hegemonía debe ser siempre de liberación. Como no se puede ser crítico del capitalismo y cerrar los ojos a nuestros problemas internos.
Los que engrasan la maquinaria política del país, deben tener cuidado que sus parámetros no sean excluyentes sino inclusivos, porque cuando terminan los conferencias y se van a sus casas, esas ideas se convierten en sentencias sin juicio y excesos de entusiasmo. Y el adjetivo de "centrista" sigue siendo vergonzoso para un revolucionario, sigue marginando de organizaciones políticas a las que se quisiera pertenecer y sigue saboteando las posibilidades laborales de quien lo lleva como una letra escarlata, merecida o no.
Es menos difícil ser revolucionario con altos niveles de información secreta, viajando con pasaporte oficial, dando conferencias, hospedados en casas de visita y a kilómetros de cualquier osadía legal que les permita hacer su labor. Quien tiene una plataforma que lo soporte, sea revolucionaria o contrarrevolucionaria, siempre lo tendrá más fácil que quien lo hace a mano y sin permiso. Participar en la construcción del socialismo es tanto una pasión para estos compañeros como para nosotros, con la excepción de que para ellos además de pasión es trabajo, para nosotros es una responsabilidad a veces ingrata.
La forma en que se ha abordado la ambigüedad política en momentos claves, en lugar de generar solidaridad ha creado antipatía. Al menos deberían preguntarse por qué. Han confundido el discurso anti-hegemónico con otro que limita la creatividad y autenticidad de la participación política. Entonces comienza el enfrentamiento donde se dedican más adjetivos y se prefieren acuñar más términos despectivos que discutir las ideas de otros. En esta Cuba alfabetizada después de medio siglo de revolución, el impulso no le puede ganar al pensamiento. El entusiasmo no le puede ganar a la convicción.
Los que discreparon en el debate con Silvio sobre este tema, son compañeros de ideas, pero en la práctica no estamos siendo compañeros de lucha. Entre compañeros siempre prima el beneficio de la duda y no el de la sospecha, incluso en los errores propios de la lucha política y la vida. ¿Se puede ser un bloguero revolucionario en escenarios de derecha y defender la revolución? Sí. ¿Se puede dar un concierto en el Teatro Manuel Artime de Miami y defender la Revolución? Sí, el primer concierto de Buena Fe en Estados Unidos fue precisamente en ese teatro.
Menos mal que existe Segunda Cita y nos queda Silvio para liberarnos de esquemas, pero ningún hombre es eterno. Estamos a tiempo de recapacitar, que los compañeros ideológicos sean compañeros de lucha y haya una sola hegemonía que derrotar. Ya no tenemos a Fidel, Alfredo Guevara, Haydeé Santamaría y los que en los 60 protegían los herejes del momento. Ya no hay quien nos salve de los errores e inseguridades institucionales, el ICAIC y Casa de las Américas no pueden ser los refugios de otras veces.
Este escrito no es definitivo, no es la verdad absoluta sino un gesto de buena voluntad. Una alerta para quienes señalan con el dedo y al hacerlo cuentan con el respaldo de la disciplina que caracteriza a los revolucionarios, del público que, por respeto a una institución o un compañero, no le contradice ni siquiera para alertarle su error. No es posible que después de una batalla por el cambio de mentalidad el espacio a la crítica sea aún menor, no es posible que apelar a la crítica revolucionaria sea un ejercicio riesgoso o se confunda con ambigüedad política.
Si para algo tiene que servir este debate es para que el tema no sea un diálogo de sordos. Los compañeros que nos ven fuera de sus parámetros sobre qué es un buen revolucionario, deberían pensar por qué el alcance de sus palabras es limitado, por qué darle un espacio dentro de la Revolución al que no piense como nosotros, pero sepa respetarla, no nos empobrece. Por qué teniendo razones de sobra, su batalla no enamora del todo, habiendo aun tanto amante de justicia y si su táctica de repartir adjetivos descalificando gente, no estará provocando daños colaterales.
A lo largo de la Revolución cuando se han cometido errores, el sentido común de la opinión pública ha hecho recapacitar a las autoridades, garantizando que sea más fuerte y vital la esperanza y salvando revolucionarios. Veremos cuánto hemos aprendido del pasado.

domingo, 9 de julio de 2017

Time to end agricultural trade restrictions with Cuba

By: Paul Johnson and Arturo Lopez-Levy
From: http://thehill.com/blogs/pundits-blog/energy-environment/341148-time-to-end-agricultural-trade-restrictions-with-cuba#.WWKM0ILNqPc.facebook

It has been nearly 17 years since Congress passed a law involving
Cuba. The last time was in 2000 when the Trade Sanctions Reform and
Export Enhancement Act allowed food products to be sold to Cuba on a
cash only basis as an exception to the comprehensive embargo.

The act opened a decade and a half of hope and sales but today, it is
anachronistic. Its prohibition of credit hinders further U.S.
agricultural exports to Cuba. After some important reforms of Cuba's
economy, there is a need for new legislation allowing U.S. agriculture
a chance to compete with other nations who have been trading with Cuba
for decades.

Cuba imports 74 percent of its food while local production is enough
to cover only 20 percent of the population needs. Poor infrastructure,
energy shortages, insufficient irrigation, severe post-harvest food
loss and a woefully inefficient distribution system hinder Cubans'
access to a dependable food supply.

There are other stresses as well. Tourism brought more than four
million visitors to the island last year. While good for the overall
economy, those tourists imposed a tremendous increase in food and food
quality demand for an island with a population of only 11 million
inhabitants and a poor agricultural structure.

That additional demand drove up the cost of food, making it less
available to the estimated 80 percent of the population who do not
have access to private jobs or remittances from abroad. It is
estimated that 88 percent of a Cuban household income is spent on
food, compared to only 10 percent in the U.S.

In short, Cuba has a food problem. Fortunately, the United States can
contribute some solutions — if we are permitted to use them.

The relationship between the U.S. and Cuba over the past fifty years
has been an acrimonious political one. Politics has trumped commerce
and created an environment where trade is unnecessarily complicated.
For far too long, U.S. commercial interests have been forbidden to
leverage their inherent economic and geographic advantages to pursue
trade with Cuba, to the severe detriment of businesses, producers and
consumers in both countries. What is needed is a move towards a
commercial relationship where trust and confidence can be restored.

Meanwhile, Russia, China and European countries — thousands of miles
away — have been sending cargo ships of food and agricultural products
to Cuba, goods that easily could have been purchased right next door
from U.S. companies and producers.

It's clearly time for the United States to normalize agricultural
trade with Cuba. Both countries have much to gain by passing a law
permitting further It's time for U.S. and Cuba agriculture
collaboration, so we must end restrictions on routine activities of
agricultural financial services that do not serve the interests of
either the U.S. or Cuban people.

President Trump's "America first" motto cannot ignore the interests of
farmers who helped elect him, and while a recent executive order made
clear that agriculture trade with Cuba was exempt from further
restrictions, it will require Congress to support that overture.

While ending restrictions on credit and financial services for sales
will increase the American share of the $2 billion in agriculture
products purchased by Cuba annually, Congress should also permit Cuban
exports to the United States.

Currently, the embargo severely limits Cuba from shipping exports
directly to the United States.

Dropping that restriction would benefit U.S. consumers as well as
Cuban exporters. Under normalized trade relations, U.S. consumers once
again would gain access to nearby Cuban products —such as tropical
fruits, seafood, coffee and tobacco — which we currently import in
large quantities from other countries at a higher cost.

The time has come for Congress to pass a law that will open up a new
market for our farm products, while helping to build a relationship
with Cuba literally from the ground up.

-----------

Paul Johnson is the president of Chicago Foods International, which
focuses on focus on developing equity projects and managing operations
that improve food and agriculture production, supply chains, trade,
and the sustainability of our shared natural resources.

Arturo Lopez-Levy, PhD is a lecturer at the Political Science
Department of the University of Texas, Rio Grande Valley. He is the
co-author of "Raul Castro and the New Cuba: A close-up view of
Change."

Palabras para hoy

Tomado de: http://segundacita.blogspot.com/2017/07/palabras-hoy.html?m=1
Por Aurelio Alonso

El jueves leí en Granma el artículo de Elier Ramírez Cañedo «Volver a
Palabras a los intelectuales» y celebro su recuerdo, en el diario de
mayor circulación nacional, de aquel debate memorable, en el cual,
como en muchos otros momentos, remontó Fidel el escenario planteado
por la coyuntura y dejó una reflexión indispensable para todos los
tiempos. Sin embargo, a pesar de haber contado el autor con una página
entera del diario, y dar elementos sobre la actualidad del
acontecimiento, sentí que quedaron cosas por decir. Pienso que de las
cosas que un historiador no puede pasar por alto.

En 2011 dediqué unas líneas al 50 aniversario de las Palabras…, a
solicitud del semanario chileno Punto Final. Las busqué ahora,
confieso que motivado también por el debate en Segunda cita, y
prefiero volver a algo que dije entonces, que intentar hacerlo con
otras palabras. Parto del hecho de que fue en aquella intervención de
Fidel que quedó plasmada, en una expresión sencilla, inequívoca, una
postura que devendría paradigmática. Cimentada en un principio –tal
vez sin precedente en la tradición socialista– que previniera, al
mismo tiempo, los riesgos de dos excesos extremos: de un lado, el de
aplastar las libertades y, del otro, el de tolerarlas en contra del
proyecto revolucionario en curso. No obstante, después del debate de
1961 y registrada en la memoria la fórmula de Fidel, hemos podido ver
(y sufrir), en la posterioridad, cómo la interpretación burocrática
sobre el alcance de las libertades era sometida a otros
condicionamientos. Sabemos que solo diez años después, los términos
«dentro» y «contra» fueron manipulados muchas veces en referencias
arbitrarias para reprimir. El artículo de Elier despacha aquella
deformación con siete palabras: «en los años 70 hubo distorsiones y
errores». Una reducción incomprensible.

Recuerdo que algunas de las obras cubanas y no cubanas más
significativas de aquellos años fueron proscritas y tuvo que correr
agua bajo los puentes para que llegaran a manos de los lectores más
jóvenes. La creación llegó a experimentar, en todas sus
manifestaciones, episodios sombríos que no necesitamos inventariar
aquí, vinculados con frecuencia a otras formas de discriminación. La
ingeniería de lo que Ambrosio Fornet bautizó como «quinquenio gris» no
se implementó contra las Palabras a los intelectuales sino,
paradójicamente, a partir de una interpretación distorsionada
incompatible con el sentido original de las mismas. En 1996, recordaba
Armando Hart que su actuación fundacional en el Ministerio de Cultura,
veinte años antes, se orientaba a «aplicar los principios enunciados
por Fidel en Palabras a los intelectuales y para desterrar
radicalmente las debilidades y los errores que habían surgido en la
instrumentación de esa política».

La experiencia del marxismo soviético está cargada de ejemplos de una
hermenéutica distrófica del pensamiento revolucionario, concebida para
justificar arbitrariedades políticas consumadas o a consumar. También
en Cuba, durante muchos años, la crítica de posiciones soviéticas era
objeto de una severa descalificación ideológica; poco importaba que
fuera justa o no. Hoy esa crítica parece intrascendente, pero los
censores vuelven a alzarse, una y otra vez, para obstaculizar el
disenso y el debate, ahora en torno a los problemas propios de nuestro
socialismo. Como si la clave de la unidad se cifrara en exclusiones.
Precisamente cuando más se necesita de la mirada crítica y cuando más
inteligencia hemos desarrollado para ello. Y lo más complicado es que
el futuro del pensamiento no está exento –no lo estará nunca, ni aquí
ni en ninguna latitud– de la recurrencia a estas deformaciones. Es la
vertiente más escabrosa de la real batalla de ideas.

Me excuso ante los lectores por esta parrafada tan larga. Fidel nos
enseñó entonces, de manera ejemplar, cómo se asocian, por su
naturaleza, la vanguardia política y la intelectual. Creo que Elier lo
reconoce en el párrafo final de su artículo de Granma. Yo pienso
también que desde entonces no han sido pocos los intelectuales cubanos
que lo aprendieron y han dado muestra de ello, en la escala de sus
entregas vitales. Con vuelos propios y hondo sentido crítico, algunos
fallecidos recientemente como Guillermo Rodríguez Rivera, Fernando
Martínez y Jorge Ibarra, y otros vivos y en plena madurez creativa,
como es el caso de Silvio, cuya lucidez celebro tanto como su talento.

Lamentablemente, a los que hemos vivido este tramo de la revolución
cubana nos ha faltado la audacia de someterla al bisturí crítico del
análisis histórico. Nuestros historiadores, que no son pocos, se
detienen en 1959 como si un muro les impidiera ir más allá. Es una
carencia perceptible y las generaciones futuras no nos van a perdonar
esas tibiezas. Tal vez ya las de hoy no nos las perdonen.