martes, 25 de agosto de 2009

La Federación de todas

El pasado domingo 23 de agosto se cumplieron 49 años del momento en que, ante una concentración de mujeres en el teatro de la CTC de La Habana, se decidió unificar a todas las organizaciones femeninas de la Revolución en la Federación de Mujeres Cubanas, con la inolvidable guerrillera Vilma Espín Guillois al frente, como su líder indiscutible.

Mucho se ha hablado de los logros que ha tenido esta organización en las últimas décadas a favor de la incorporación plena de la mujer en la sociedad, en su lucha contra el machismo y en la superación de las féminas en todos los ámbitos. Sin embargo, es justo reconocer también que la FMC (y Vilma en particular) ha sido una de las organizaciones que más ha defendido la diversidad sexual y el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género en nuestro país.

Fue precisamente la Federación de Mujeres Cubanas la que, en 1972, propusiera la creación del Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual (GNTES), que en 1989 devino en el actualmente reconocido Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). A partir de ese momento, son ampliamente reconocidos los vínculos de trabajo existentes entre ambas organizaciones en el trabajo multidisciplinario e intersectorial que se desarrolla en estos temas.

La FMC también propuso la creación del Equipo de Trabajo Multidisciplinario para el Diagnóstico y Tratamiento a Personas Transexuales, en lo que después de 1979 se constituyó como la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales, bajo la coordinación del entonces GNTES. Luego de estudiar algunas experiencias para el tratamiento médico y legal de la transexualidad en países que se consideraban avanzados en la década del setenta, fueron elaboradas las recomendaciones al Ministerio de Salud Pública sobre los procedimientos de atención en este tema.

Desde entonces, esta Comisión ha avanzado en sus estudios y resultados de trabajo, que ha contado con la FMC como parte integral del proceso de aplicación de la actual Estrategia Integral para la Atención a Personas Transexuales, de conjunto con otras instituciones y organizaciones de masas del país. Varias de las transexuales femeninas han sido acogidas en la FMC y participan activamente en sus decisiones, en su proceso de integración social.

Como se conoce, en 1974 fue Vilma la que hizo la propuesta a la nueva Constitución para que se considerara el “matrimonio” como la unión legal entre “dos personas”, lo que hubiera sido entonces un paso muy revolucionario y una muestra clara en contra de la discriminación por orientación sexual.

Con posterioridad la FMC ha encabezado, junto al CENESEX, un proceso de examen y reelaboración del Código de Familia -aprobado en 1975- que incluye aspectos relacionados con la transexualidad, otras expresiones transgénero y la orientación sexual, con el fin de fortalecer la ética humanista de las relaciones familiares en la sociedad cubana. Entre ellos se incluye el reconocimiento a la unión legal entre personas del mismo sexo y el reconocimiento jurídico de la identidad sexual de las transexuales, a partir del momento en que se determinen como tal por la Comisión correspondiente.

La Federación también desarrolla un trabajo sistemático y profundo en la atención a los problemas de las mujeres lesbianas, como parte de su labor por la igualdad y a favor de la educación a la sociedad contra todo tipo de discriminaciones. Sonia Beretervide, Miembro del Secretariado Nacional de la FMC, señalaba el pasado 18 de junio durante el debate del Cine Club “Diferente” que la organización “no le pregunta a ninguna mujer su orientación sexual para acogerla en sus filas” y es destacable el trabajo conjunto que realizan con la red nacional OREMI, grupo de mujeres lesbianas adscrito al CENESEX.

Como parte de esta tradición –que es un legado de Vilma- la Federación de Mujeres Cubanas se ha incorporado también, junto a otras organizaciones e instituciones del país, a la Campaña por el Respeto a la Libre y Responsable Orientación Sexual e Identidad de Género y sus principales dirigentes han estado presentes en las Jornadas contra la Homofobia que se han organizado en los últimos años. Su participación es fundamental, para estar junto a este sector de la sociedad que puede verse doblemente marginado, a partir de su condición de mujer.

Vale la pena entonces reconocer también por estos días el papel de la FMC en esta batalla por el respeto a la orientación sexual y la identidad de género en nuestro país, para que continúe siendo la organización de todas las cubanas, sin distinción ni exclusiones por estos motivos.

sábado, 22 de agosto de 2009

Mirarnos a nosotros mismos

El pasado jueves 20 de agosto, en la habitual cita del cine club “Diferente”, el CENESEX y el ICAIC presentaron el documental realizado por Gerardo Chijona –con la participación de los camarógrafos Miguel Bolívar y Yasser Bustamante- sobre la Jornada Cubana contra la Homofobia del 2009. El cortometraje se exhibió como premier nacional, pues había sido presentado semanas atrás en Copenhague, Dinamarca, por la delegación cubana que participó en la Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros (LBGT) durante los 2dos Outgames Mundiales 2009.

En algo más de 10 minutos el documental logra transmitir la contagiosa alegría y la participación popular que tuvo en varias de sus sedes principales en la capital la Jornada realizada el 16 de mayo pasado: desde la conga santiaguera, que bajó por la calle 23 para dar inicio a la Jornada, hasta la gala cultural con travestis y transformistas que se hizo en la noche. Sin embargo, uno de sus más valiosos aportes está en que, sin didactismos ni teques, se convierte en una lección contra la homofobia y, de esa forma, convierte a la Jornada en un acontecimiento vivo y permanente.

Los realizadores se meten de a lleno, y sin tapujos, en lo que piensa la gente en la calle sobre el tema: allí habla el que cree que los homosexuales se han convertido en “una plaga”, o que “el diablo los utiliza”, y también quien los defiende “…porque son seres humanos”.

A cada una de estas expresiones se les da respuesta con las intervenciones en la Jornada de expertos y otras personas, entre ellas las de Mariela Castro Espín, Directora del CENESEX, quien destacó el 17 de mayo como Día Internacional contra la Homofobia “para llamar la atención sobre esa realidad silenciada, desconocida, temida, mal interpretada, que conduce al odio, a la falta de respeto, a la falta de inclusión, a la falta de solidaridad, a la falta de amor entre las personas –por desconocimiento”. En ese sentido, insistió en la importancia de no repetir cosas de forma mecánica, “sino en descubrir cuál es el camino que tenemos que construir dentro de nuestro contexto, nuestra historia, nuestra cultura, nuestras aspiraciones, nuestro sentido de pertenencia, nuestra ideología, lo que más amamos”, para lograr una influencia real en nuestra sociedad en la lucha contra la homofobia.

El cine club “Diferente”, que desde la Jornada contra la Homofobia de 2008 se realiza los terceros jueves de cada mes en el cine 23 y 12, dio esta vez una excelente oportunidad de revisar el trabajo realizado… y es bueno hacer una parada en el camino para mirarnos a nosotros mismos. Aunque los retos son grandes y casi estamos comenzando, vale la pena observar –sin autocomplacencias- que no se ha hecho poco en este esfuerzo y toda la energía aportada por las numerosas personas de diferentes organizaciones e instituciones del país en esta campaña no ha sido en vano.

La obra de estos artistas ha dado sus resultados y han puesto a disposición pública sus derechos de reproducción, en espera de iniciativas. La labor educativa no debe conocer límites y nos corresponde a todos ejecutarla, desde nuestras posibilidades. Como señaló uno de los que participaron en el debate, esta acción no debe quedarse allí y el documental debe ser llevado a toda la población, a nuestras comunidades y, sobre todo, a nuestros jóvenes, que deberán conducir una sociedad cada vez más humana; a esos estudiantes de nuestros tecnológicos y universidades que aún discriminan a algunos de sus colegas por tener una orientación sexual diferente.

Es cierto que un video de 10 minutos no cambia todo… pero ayuda! Y, sin dudas en este caso, pondrá el pie forzado para un buen debate.

Enlaces para ver el documental

En CubaSi: www.cubasi.cu

En YouTube

Primera parte:


Segunda parte

sábado, 15 de agosto de 2009

X-Sexuales

Esa mala costumbre que tenemos los humanos de “clasificar” a las personas, de acuerdo a determinada característica o atributo, se está poniendo difícil a principios de este siglo al considerar las cuestiones sexuales. Es conocido que la sexología es una ciencia muy reciente en la historia y, aunque siempre han existido todo tipo de orientaciones y variantes en las preferencias y gustos, notamos cierto empeño en darle nombres (para no decir “etiquetas”, que suena menos simpático) a cada una de ellas… y algunos llegan a ser sorprendentes!

Todos más o menos conocemos las “clasificaciones” básicas que, de acuerdo a la orientación sexual, somos los Heterosexuales, Bisexuales y Homosexuales y, de acuerdo a la identidad de género, podemos ser Hombre, Mujer y Transgénero (Transexuales, Travestis y Transformistas). De estas grandes clasificaciones surge lo que en las últimas décadas se ha llamado la “comunidad LGBT”, que incluye a Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros, aunque también los Intersexuales se han esforzado para estar incluidos en este grupo, a tal punto que algunos hablan de la comunidad LGBTI. Para el que tenga dudas, se les llama Intersexuales a las personas que desarrollan biológicamente caracteres masculinos y femeninos, con un grado de ambigüedad variable.

Sin embargo, la naturaleza humana es más rica que esas rígidas clasificaciones y, cuando de expresar amor y sentir placer se trata, todo puede ocurrir. Así existen las personas con una orientación sexual caracterizada por la atracción estética, romántica o sexual por cualquier otra persona, independientemente de su sexo y género, a los que se les ha dado en llamar Pansexuales u Omnisexualidad. Mientras que la Bisexualidad implica atracción tanto por hombres como por mujeres, la Pansexualidad incluye la potencialidad de sentirse atraído por cualquier persona sin que importen las categorías hombre/mujer, masculino/femenino… por eso algunos Pansexuales afirman que para ellos el sexo y el género son conceptos vacíos de significado, o que no tienen importancia.

Por otro lado también están los Bicuriosos, un término referido a las personas que no se identifican como bisexuales ni homosexuales, pero sienten o muestran curiosidad por una relación o actividad sexual con alguien del mismo sexo. Otros nombres para este término son Homoflexible y Heteroflexible y puede también ser aplicado a la inversa, o sea, a personas que generalmente se identifican como homosexuales, pero sienten interés por una relación con alguien del sexo diferente.

Una categoría más conocida es la que se maneja como Metrosexual, que incluye a los hombres que les gusta vestirse con ropa a la moda, se arreglan las uñas (manicuras), cuidan su piel (faciales, tratamientos, etc.), usan cremas, se tiñen el pelo, etc. Es un hombre que no necesariamente debe ser adinerado, generalmente está urbanizado y puede ser heterosexual, homosexual o bisexual; lo que importa es que el individuo se "gusta" a sí mismo, cuida en extremo de sí mismo y no tiene miedo en hacerlo saber o en manifestarlo de forma evidente. A pesar de que este tipo de personas siempre han existido, ahora muchos hombres se sienten "liberados" de la imagen típica que ha caracterizado al varón por siglos y algunos se atreven a decir que esta persona coquetea con su parte femenina, sin miedo a exteriorizarlo.

Pero también tienen clasificación aquellos que son el típico “macho”, enchapado a la antigua y que rechaza todo tipo de “flojeras” en los hombres, y se les llama Retrosexual. Ellos se caracterizan por invertir la menor cantidad posible de tiempo, dinero y esfuerzo en cuidar su aspecto personal o en cualquier detalle que pueda afectar a su imagen… aunque algunos prefieran ese tipo de hombre “rudo” en sus fantasías sexuales.

Para complicar aún más las cosas, se ha usado con bastante frecuencia –sobre todo en los medios académicos-, los términos de Tercer Sexo y Tercer Género para describir a los individuos que tienen un estado intermedio entre hombres y mujeres, en el que se es ambos al mismo tiempo y no se es ninguno, con independencia de lo masculino y lo femenino. En algunas culturas, incluso, estas personas son veneradas como tercer sexo o género y, por ejemplo, el término se ha empleado para describir a los “hijras” de India y Pakistán, los “mahu” de la Polinesia, los “muxe” Zapotecas de México y las “vírgenes juradas” de los Balcanes, entre otros.

Ojalá y hayan podido entender todo este enredo de etiquetas –perdón, de categorías-, porque ya yo estoy un poco confundido… y eso que hemos hablado de las más conocidas hasta el momento. Al final, lo que se demuestra es que la sexualidad humana es muy rica y diversa y, aunque se pueda encajar en una clasificación hoy y en otra mañana, lo más importante es que se disfrute a plenitud y responsablemente la sexualidad que se tiene, la que se siente en el momento, sin importar ni hacer caso a otras creaciones humanas.

martes, 21 de julio de 2009

El Royal Ballet, de Londres a La Habana

Las tablas de los principales escenarios de danza de la capital se estremecieron la semana pasada con un acontecimiento cultural: la presentación del Royal Ballet de Londres en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana y en el teatro Karl Marx. Las y los “balletómanos” estuvimos de plácemes, sólo comparable con el momento de los bienales Festivales de Ballet, al presenciar un espectáculo “de lujo” que -como se dice- en cualquier parte del mundo cuesta “una fortuna”.

Carlos Acosta, el “mulatico de Los Pinos” –como dijera Miguel Barnet- tuvo la satisfacción de haber cumplido un viejo y anhelado sueño: arrastrar con él a Cuba la compañía donde baila hace años como Primer Bailarín Invitado. Sin dudas fue la estrella del momento, aunque haberlo logrado se le debe agradecer también a varias instituciones británicas, a los propios bailarines –que se costearon sus pasajes- y a la Directora de la compañía, Mónica Mason, quien visiblemente emocionada aseguró ante las cámaras de la televisión cubana que nunca habían recibido tanto calor de pueblo como en Cuba.

Y en realidad, lo que generalmente es un evento de “élites”, en La Habana fue un acontecimiento de masas... para no variar. Las pantallas gigantes colocadas en el exterior de ambos teatros permitieron que otros cientos de personas pudieran disfrutar, en tiempo real, los fuetés, piqués y balances de los bailarines. Las presentaciones en el inmenso teatro Karl Marx ampliaron el diapasón del público, más allá de los tradicionales seguidores del ballet en Cuba. Y la presentación por la televisión cubana de la gala homenaje que le hicieron a Alicia, donde bailarines del Ballet Nacional de Cuba y del Royal Ballet fundieron su arte, facilitó que millones de personas pudieran disfrutar del espectáculo en toda Cuba.

Pero la influencia y el contagio fue en los dos sentidos: hasta la archiconocida puntualidad británica, que impulsó a poner carteles en las puertas de los teatros alertando que con “las características del Royal Ballet” las funciones empezarían “a su hora exacta”, sufrió más de un avatar en algunos actos que empezaron minutos más tarde, en un más que evidente “aplatanamiento” tropical.

El repertorio escogido fue de primer nivel, desde las piezas de danza moderna hasta los conocidos pas de deux del Quijote, el Lago, Diana y Acteón… Un regalo especial fue la producción completa de “Manón”, ya clásico en el repertorio del Royal, estrenado en las tablas del Covent Garden en 1974 y coreografiado por Kenneth Mac Millan. Impresionante escenografía y vestuario, que recrearon magistralmente la bajeza de un París decadente en el siglo XVIII; una música bellamente escogida e impecablemente interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta de Martin Yates.

En los personajes principales, interpretando el eterno dilema del amor puro vs. las tentaciones de la riqueza, el esperado duetto Carlos Acosta y Tamara Rojo en el primer día… una combinación marcada por la pasión, que se ha convertido en una de las principales atracciones del Royal Ballet en los últimos tiempos. El segundo día el público vibró de emoción con la pareja del consagrado bailarín danés Johan Kobborg y la novel bailarina rumana Alina Cojocaru, con una plasticidad y limpieza de movimientos impresionante.

Loipa Araújo resumía a la BBC sus impresiones diciendo que los cubanos hemos tenido la oportunidad de apreciar en escena lo que sabíamos que existía a través de videos. Ella tiene razón… porque valió la pena vivir la experiencia de hacer realidad el sueño de Carlos Acosta y convertir en figuras de carne y hueso las imágenes de video, sin tener que pagar “la fortuna” que hubiera costado ese “lujo” en otras tablas del mundo.

miércoles, 1 de julio de 2009

Seis pies bajo tierra…

La televisión cubana se está vistiendo de largo en el tratamiento a la homosexualidad con la transmisión a medianoche por Cubavisión de la serie norteamericana "Seis pies bajo tierra" (Six Feet Under, 2001, creada por Alan Ball). No sé cuánto de fidelidad hay en lo que se proyecta -con relación a la versión original- pero lo que vemos es muy convincente: una serie de magníficas actuaciones y una certera profundidad en el enfoque del tema, desde diferentes ángulos y diversas interpretaciones.

Por momentos el eje central de la historia recae en David Fisher quien, tras la muerte de su padre, se queda como responsable principal del negocio funerario de la familia... y de sus problemas. Aunque convergen varias subtramas, enfocadas en sus hermanos menores y su madre, la de David tiene una significación especial: su debate interior como homosexual "dentro del clóset", el rol familiar que le ha tocado y sus prejuicios lo convierten en un personaje lleno de matices.

Si ha cautivado desde el principio la forma tan desprejuiciada que esta serie enfrenta la naturaleza humana, el capítulo 12 (llamado "Vida Privada" y transmitido hoy miércoles 1ro de julio por Cubavisión) fue impactante: el tema central fue la homofobia, a partir del asesinato de un joven gay en manos de fanáticos religiosos. Con su forma peculiar de contar las historias, la serie nos enseña que la homofobia puede estar en cualquier lugar: lo mismo en asesinos intolerantes que matan en nombre de Dios y la “moral”, que en el padre que rechaza a su hijo asesinado y ni siquiera puede pronunciar la palabra “homosexual”, o en aquel que no ha sido capaz de reconocerse ante la sociedad como homosexual y sufre su propio martirio.

Varias interrogantes difíciles ha tenido que enfrentar David en medio de ese drama: ¿salir del clóset y definirse como gay ante su madre resuelven los problemas y temores? ¿disculparse por el daño que causó su propia homofobia en personas que lo amaron alivian su soledad? Algo sí queda claro al final del capítulo: la homofobia no es cosa del pasado, en ninguna sociedad, está viva y la única solución que tenemos es luchar de frente contra ella. Y algo más: que la homosexualidad -o saber con quien te place tener sexo- no debe ser el centro de los problemas, ni reconocerse como homosexual es el fin del mundo… ¡hay tantas otras cosas por las que una familia debe preocuparse, para lograr la necesaria armonía y la felicidad de todos sus integrantes!

La serie casi acaba de comenzar… y va por muy buen camino.

martes, 12 de mayo de 2009

Jornada contra la Homofobia del 2009

Ya ha pasado un año desde que se conmemorara con toda una jornada, en La Habana y en numerosas provincias del país, el Día Mundial contra la Homofobia, que dio mucho que hablar y que pensar en gran parte de la población, sobre un tema largamente invisibilizado y muy escasamente tratado por los medios de prensa cubanos.

Nuevamente va llegando el 17 de mayo, día en que la OMS decidió quitar de su lista de enfermedades mentales a la homosexualidad –en fecha tan reciente como 1990- y varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han preparado un grupo aún mayor de actividades para esta ocasión, cuyos detalles se podrán encontrar en el sitio web creado para ello: www.cenesex.sld.cu/diversidadnatural.html.

Un cambio llamativo es que las actividades principales no se realizarán el propio día 17, sino el sábado 16 que, además de ser más cómodo para este tipo de eventos, no chocaría con las celebraciones por el 50 Aniversario de la Ley de Reforma Agraria, que fue una de las primeras medidas importantes de la naciente Revolución cubana en 1959 –y, como consecuencia, el Día del Campesino.

Otro cambio importante es que, el sábado 16, las actividades van a tener dos sedes principales: el Pabellón Cuba – mañana y tarde, como el año pasado- para los eventos más festivos y multitudinarios (presentación de campañas del CENESEX y del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/Sida, un panel sobre “Homofobia y familia”, actuaciones de Osvaldo Doimeadiós e invitados, entre otras), mientras la sede de la UNEAC –en H y 17, Vedado- concentrará paralelamente una excelente secuencia de eventos culturales: lecturas de poemas con artistas de todo el país, encuentro con narradores y narradoras, un panel sobre homofobia en el arte cubano y mucho más.

Como parte de la Jornada, también se anuncia en la noche del miércoles 13, a las 8 de la noche, el primer aniversario del Cine Club “Diferente” en la sala 23 y 12, de la capital. Mes tras mes, Frank Padrón ha invitado a disfrutar de propuestas “diferentes”, que han dado pie a ricos y complejos debates sobre diversidad sexual. En ese momento también se presentará el número de mayo de la revista “Alma Mater”, dedicada a la Jornada y que tiene un artículo especial sobre el aniversario de este particular cine club.

Además, en los próximos días se incluirán muchas otras actividades: muestra plástica y audiovisual en la Fundación Ludwig, obras de teatro y conciertos –hasta a las 12 de la noche del sábado, con Aceituna sin Hueso en el cine Riviera-, video debates durante todo el mes en la sede del CNP ITS-VIH/Sida… Y algo que no puede faltar: la esperada gala de transformistas en la noche de sábado 16 del teatro Astral, que estarán acompañadas del grupo de danza de Liszt Alfonso y otros invitados, entre las que sobresale la vedette Rosita Fornés.

Las opciones son diversas y la invitación es para toda la familia: homosexuales y heterosexuales –incluyendo los bisexuales, por supuesto-, mujeres y hombres, niñas y niños, homófobos y “abiertos”… todos podremos apreciar la diversidad en su mayor dimensión, para que la sociedad aprenda a respetar cada vez más a las personas en su libre orientación sexual e identidad de género.

jueves, 30 de abril de 2009

En busca de espacio

Uno de los temas más debatidos en los últimos tiempos entre la población homosexual de La Habana es la necesidad de abrir espacios de socialización, donde compartir tranquilamente, en un ambiente de intereses comunes. Este fue uno de los principales planteamientos durante la “Jornada contra la Homofobia” de 2008, en el Pabellón Cuba el 17 de mayo, y uno de los de mayor complejidad en su solución, por diversas razones.

Es cierto que, a partir del esfuerzo del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y otras instituciones, como el Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/Sida (CNP), el ICAIC y la FEU, se han abierto espacios regulares de debate sobre orientación sexual e identidad de género. Ya son habituales el cine club “Diferente”, los terceros jueves de cada mes en el cine 23 y 12; los encuentros en la Casa Estudiantil Universitaria, de la Universidad de La Habana, los segundos y cuartos jueves de cada mes; y el video-debate del proyecto de “Hombres que tienen Sexo con otros Hombres” (HSH) del CNP, que realizan desde hace años con igual frecuencia. Además, se trabaja en abrir nuevos proyectos de espacios incluyentes y reflexivos como estos en otros lugares.

Este tipo de espacios son un esfuerzo válido para llevar el mensaje de respeto a la diversidad sexual a diferentes tipos de público, pero no satisface las necesidades de socialización de este sector -nada despreciable- de la población habanera.

Muchas personas ajenas a este grupo social, fundamentalmente heterosexuales con mayor o menor grado de homofobia, se asustan ante la idea de reunirlos en un mismo lugar y reniegan la necesidad de esos espacios. Otros, con mejores intenciones, justifican su negativa ante la supuesta exclusión o aislamiento que pudiera implicar la creación de lugares “únicamente para homosexuales”.

Los espacios de socialización entre grupos comunes de personas son importantes -más bien saludables- para la misma sociedad, que se enriquece con el beneficio a la salud mental y la estabilidad emocional de una parte de su población. Sin embargo, concretarlo se vuelve más complejo en una ciudad que carece de espacios estables para esos fines, incluso para otros grupos de personas. Por ejemplo se pueden citar a los más jóvenes que, en plena expresión de sus identidades, encuentran en el medio de la Calle G del Vedado su lugar para canalizar estas necesidades.

Lo que sí crea disturbios sociales, con implicaciones negativas para todos, es la ausencia de estos espacios pues, por una parte, se organizan “fiestas ilegales” que provocan irregularidades de diverso tipo y el consiguiente malestar de vecinos afectados por la bulla y el “desorden”. Por la otra, elementos inescrupulosos se aprovechan de tal ausencia para crear “sus espacios” –como cotos particulares- y extorsionar a ese ya discriminado grupo social, con los elementos acompañantes de lucro y enriquecimiento ilícito.

Valdría la pena preguntarse el “peligro” potencial que podrían implicar estos espacios, si se organizan con las debidas regulaciones que garanticen un sano esparcimiento, cuando ya existe una voluntad política y de gobierno para luchar contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género. La vida ha demostrado que, cuando se han cerrado o diluido lugares donde se ha reunido este grupo de personas -que se han creado de forma empírica o no-, se han vuelto a organizar en otro lugar, por un impulso propio de su naturaleza humana.

Desafortunadamente, ni el CENESEX ni ninguna otra de las organizaciones que trabajan estos temas de conjunto tienen la capacidad, ni las posibilidades reales para crear por ellos mismos estos espacios. Esto conlleva un complejo proceso de regulaciones y gestiones administrativas, económicas y contables que, de seguro, no forman parte de su “objeto social”.

Sin embargo, a ellos sí les corresponde la importante y paciente tarea de crear conciencia en el terreno social y político, para hacer valer el respeto a las orientaciones sexuales y la identidad de género. Sobre todo porque la mera existencia de estos espacios de socialización no resolverán los problemas de discriminación y mucho menos podrán sustituir el trabajo que estas organizaciones realizan para lograr metas esenciales -de mayor implicación social- en ese sentido.

No sería práctico pensar en “un lugar único” para estos fines, en una ciudad tan grande con más de dos millones de habitantes. Tampoco sería lógico que sean “solamente para homosexuales”, porque echaría por tierra el necesario trabajo de integración social para luchar contra la homofobia –también en un contexto más relajado. Menos aceptable sería pensar en un lugar “alejado” –para que no molesten, como dicen algunos-, por lo que ello realmente implica en términos de aislamiento y discriminación.

Los lugares existen, esparcidos por toda la ciudad, lo que falta es la voluntad y el atrevimiento de sus administradores, tal vez con el apoyo y la iniciativa de algunos artistas o personas con deseos de crear, para abrirlos a este sector de la población. Ya el pasado Congreso de la UNEAC (2008) se pronunciaba a favor de reproducir la positiva experiencia de “El Mejunje”, en Santa Clara, un espacio de inclusión y tan diverso como la vida misma. Algunos buenos ejemplos hemos tenido en la capital, de lugares que han abierto sus puertas, un día a la semana, dedicados a aceptar todas las formas de la diversidad sexual en un ambiente sano y respetuoso.

lunes, 13 de abril de 2009

Campaña contra la homofobia, en marcha

La anunciada “Campaña por la Libre Orientación Sexual e Identidad de Género”, que desarrolla el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) junto a otras organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil en Cuba, ya ha dado sus primeros pasos… y no han sido en falso.

Lo más llamativo, hasta el momento, han sido los encuentros en la Casa Estudiantil Universitaria, de la Universidad de La Habana, en el mismo centro de la capital cubana. Los segundos y cuartos jueves de cada mes es la cita, entre estudiantes universitarios y público en general, que hablan abiertamente de experiencias y temores, dudas y avances en estos escabrosos temas.

El primer encuentro, el jueves 26 de marzo, fue con la Directora del CENESEX, Mariela Castro Espín, donde se destacó la importancia de los espacios para debatir y enriquecernos, en medio del respeto y la reflexión sobre estos temas. La Master en Sexología insistió en que este trabajo es imposible hacerlo de forma aislada: todos los organismos e instituciones deben involucrarse; y puso como ejemplo esta iniciativa, donde el Centro que dirige ha hecho la propuesta, pero la FEU y el MES deben asumirla y desarrollarla, para preparar mejor a profesores y educandos.

El público fue muy activo y se escucharon todo tipo de opiniones. Una estudiante de derecho puso a pensar a todos cuando, desde posiciones supuestamente abiertas e incluyentes, reprodujo estereotipos homófobos bastante comunes en nuestra población. Entre ellos destacó que "los homosexuales tienen gran parte de la responsabilidad con el rechazo social que sufren, por sus actitudes y reacciones en determinados momentos." Esto provocó un intenso debate, donde se escucharon vivencias aleccionadoras desde la perspectiva de los propios homosexuales presentes en la Conferencia.

El segundo encuentro, el jueves 9 de abril, fue una experiencia diferente, con las escenificaciones del Grupo de Teatro Espontáneo de La Habana. Historias conmovedoras sobre homofobia, expuestas por los asistentes, fueron excelentemente representadas por los actores, para convertir la velada en un intercambio vivo y enriquecedor.

Dos días antes, en la mañana del martes 7 de abril, se realizaba en el Pabellón Cuba la conferencia de prensa para anunciar los detalles de la campaña (ver mas información en el sitio www.cenesex.sld.cu/diversidadnatural.html). Se conoció allí de las actividades que se están preparando para el Pabellón Cuba, la sede de la UNEAC y el cine teatro Astral, el sábado 16 de mayo, vísperas del Día Mundial contra la Homofobia. Y el próximo jueves 16 de abril el Cine club “Diferente”, en 23 y 12, anuncia el debate de la película checa “Mandrágora”, sobre prostitución masculina de jóvenes que emigran del campo a la ciudad, para buscar opciones de “dinero fácil”.

Mucho movimiento sobre diversidad sexual en estos días, a partir del trabajo del CENESEX y otras instituciones que están laborando intensamente para luchar contra estereotipos y prejuicios con relación a la orientación sexual y la identidad de género.

Sin embargo, los medios nacionales de difusión masiva siguen ajenos a este esfuerzo y ello crea una contradicción lamentable: por un lado, existe la voluntad gubernamental y política para trabajar contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género; por el otro, los medios no han asumido aún el importante papel que les corresponde para difundir la educación a toda la población en este sentido.

De ellos también depende que se rompan los silencios; esos que tanto daño han hecho, por demasiado tiempo.

Fotos: CENESEX (Norma Guillard y Yasmany Díaz)

lunes, 23 de marzo de 2009

Comienza campaña contra la homofobia del 2009


El próximo jueves 26 de marzo se iniciará la “Campaña por el respeto a la libre orientación sexual” del 2009, con una conferencia de la Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro Espín, en la Universidad de La Habana.

Muchos recordarán que el año pasado se realizó una jornada alrededor del 17 de mayo –declarado desde el 2003 como el Día Mundial contra la Homofobia y algunos países ya lo han asumido como fecha de celebración oficial-, que tuvo sus actividades centrales en el Pabellón Cuba y contó con numerosos eventos colaterales en La Habana y en provincias. Muy importante ha sido el apoyo de numerosas organizaciones e instituciones cubanas, como la Unión de Jóvenes Comunistas, el Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/Sida, el Ministerio de Cultura, la Fundación Ludwig, etc.

Sin embargo, una de las peticiones de los que participaron entonces fue no limitarse a recordar el tema solamente un día del año, sino hacer este trabajo de forma sistemática y tratar de llegar a la mayor cantidad de personas, como la mejor manera de transmitir y reforzar el mensaje de lucha contra la homofobia.

Este año los organizadores han querido centrar el trabajo en los jóvenes y estudiantes universitarios porque, obviamente, cuentan con una gran capacidad transformadora en el ámbito familiar y social, sobre todo con vistas al futuro de la nación. A partir de la actividad del jueves, seguirán un ciclo de conferencias y otros eventos, cuyos detalles se podrán encontrar en un sitio web que el Centro ha habilitado para ello: www.cenesex.sld.cu/diversidadnatural.html.

La homofobia es una enfermedad, descrita como la aversión, el miedo, el odio, el desprecio y cualquier otra forma de discriminación hacia las personas homosexuales. De ahí también se deriva la transfobia, que es lo mismo, pero hacia las personas transgéneros -transexuales, travestis, transformistas y todas aquellas formas que "transgreden" lo que el heterosexualismo dominante califica erróneamente como lo "normal" en cuestiones de sexualidad. En esencia, la homofobia y la transfobia guardan una estrecha relación con otras formas de discriminación, como el racismo y la xenofobia.

Desafortunadamente la medicina no ofrece ninguna solución práctica para el remedio de esa enfermedad: no existe ninguna medicina que pueda curarla, ni existe solución quirúrgica... tal vez algún largo y tedioso tratamiento psicológico o psiquiátrico para los casos extremos -y ciertamente algunos lo necesitan. Pero la homofobia común, la de todos los días, esa que insulta cuando se mira mal o se excluye, cuando se hacen comentarios o "chistes" homófobos, esa que ofende por omisión... a esa hay que abordarla de otra forma. Precisamente por eso es necesario organizar campañas de bien público, dirigidas a educar y abogar por el respeto a la libre y responsable orientación sexual e identidad de género, como expresión de equidad y justicia social.

domingo, 15 de marzo de 2009

La diversidad sexual nuevamente a debate

Ya ha pasado un mes –qué rápido ¿no?- desde que se anunció la más reciente propuesta del cine-club “Diferente”, que se realiza los terceros jueves de cada mes en el Cine 23 y 12, organizado por el ICAIC y el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Quiero llamar la atención sobre el afiche que acompaña este escrito y que ha aparecido en todos los cines del “Proyecto 23”, a lo largo de esa populosa avenida del centro de La Habana. Es el resultado del trabajo de dos talentosas diseñadoras del CENESEX, recién graduadas del ISDI -Gabriela y Anabel-, que nos seguirán sorprendiendo en esta campaña contra las discriminaciones por orientación sexual e identidad de género.

Los que asistimos la última vez al cine-club, salimos todos deprimidos por la forma en que el director israelí Eytan Fox contó la historia de amor entre Noam y Ashraf, un joven palestino y el otro israelí, en medio del doloroso conflicto religioso, cultural, étnico y político entre dos mundos, que convergen en esa zona del Medio Oriente. El debate que se hizo al finalizar la proyección fue el mejor ejemplo de que la historia de estos muchachos fue desgarradora para todos; casi nos quedamos sin habla y nos hacía falta tiempo para procesar lo que habíamos visto. Sin exageraciones, el filme “La Burbuja” nos cambió un poco a todos; es una de esas películas purificantes y reflexivas, para ser un tilín mejores (como diría el poeta).

Pero como la vida tiene de cal y tiene de arena, este jueves 19 a las 8:30 de la noche la propuesta del cine-club tiene un matiz “diferente”: se proyectará el filme norteamericano, de John Cameron Mitchell, “Shortbus” (2006) -o “La guagüita”-, un nombre muy sugerente donde se mezcla la música, el arte y el sexo de una forma aparentemente ligera y festinada. La película no trata de pornografía, sino sobre las emociones humanas y la relación con el sexo: un retrato de la sexualidad en la última década, un mosaico de experiencias en donde el placer es vivido como un vacío imprescindible…

Entonces parece que esta guagua sí tendrá un poco de película del sábado –por el aquello de “lenguaje de adultos, violencia y sexo”. Pero viene muy bien, porque la sociedad necesita quitarse un poco los prejuicios con relación a estos temas, que aún son tabú para muchas personas. Ante la falta de comunicación que existe para hablar abiertamente sobre homosexualidad en nuestro país, me parece que el problema no es sólo con relación a ese tema, sino más bien sobre la sexualidad en su conjunto… y ya va siendo hora de quitarnos ese velo y debatir sinceramente del asunto.

Para terminar, les propongo un comentario de Frank Padrón, a propósito de la película.

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Una “guagüita” llamada Deseo

Por: Frank Padrón

Shortbus (algo así como “Guagüita”) es un club newyorquino polisexual y donde se puede hacer “de todo”; es también el título del filme norteamericano realizado en 2006 por John Cameron Mitchel (Hedwig and the angry inch, 2001 ) sobre la libertad total a la que conduce el absoluto exorcismo de los “demonios” de la libido, ese dar rienda suelta a los deseos sexuales sin hipócritas ataduras, moralinas ni compartimentos estancos que los propios seres humanos (en su afán controlador, léase castrador o dictador) (im)ponen y ejercen.

Tal el Infierno dantesco a su entrada, para definir el hedonista y epicureísta centro nocturno alguien dice: “Es como en los 60, sólo que con menos esperanza”, y no es otro que el propietario del club: Justin Bond – un reconocido drag queen del off neoyorkino que se interpreta aquí a sí mismo- , y en efecto: el Shortbus es un local donde conviven las proyecciones de cine artie, las performances musicales más variadas y, como decía, las expresiones de la sexualidad humana en su absoluto flujo, sin controles… aunque con ayudas.

Esa referencia a los cismáticos y revolucionarios años 60 no es, por supuesto, nada gratuita: hay una evidente nostalgia por la época en que la contracultura hippie trató de combatir los afanes guerreristas de todos los imperialismos, las absurdas tiranías de la sociedad de consumo y la estúpida y falsa castidad de la burguesía, con flores y amor…libre; las armas con que estos jóvenes combatían (“peace and love”) eran mucho más que un slogan: ellos lograron en muchos sitios de la revuelta sociedad norteamericana, extensiva a prácticamente el mundo entero, un microcosmos de autenticidad y belleza a su modo, aún mediante actitudes iconoclastas e irreverentes que aportaron no sólo un modo de vida sino un arte, una cultura y una cosmovisión cuyos frutos aún permanecen.

Al comparar la realidad en que se enmarcan (siglo, milenio nuevos) y que se arrastra desde los años 90 del XX, los clientes del Shortbus (y con ellos nosotros, en tanto espectadores) saben que al escepticismo, la desideologización y al nihilismo de aquellos hippies ya viejos, o de sus descendientes en varias generaciones, sólo les queda al parecer un arma: el “amor libre”, la sexualidad sin trabas, los vericuetos y atajos más variopintos y diversos para llegar a la realización humana. Y a eso, sin cortapisas, sin prejuicios, sin complejos, se encaminan.

Sofia anda tras el elusivo orgasmo, Severin, para quien alcanzar el clímax resulta tan fácil como chasquear los dedos, no puede interactuar con otro ser humano si no es de manera superficial, literalmente epidérmica , mientras los hombres no la llevan mejor con sus factibles eyaculaciones, criaturas anhelantes y algo tristes, corriendo detrás de un indicio de felicidad obcecadamente esquivo: un joven voyeur muy conservador que en el fondo desea dar rienda suelta a su homosexualidad latente; un salvavidas de piscinas con un trauma sexual ¿insoluble?…

Así el filme va perfilando un acercamiento a sus personajes, muy caro en esencia a la teoría queer en su afirmación de la diferencia dentro de las categorizaciones en grupos sexuales, escapándose al mismo tiempo a la idea de “rareza” o “perversión” tolerada y santificada por la comunidad y los medios masivos, que suele darse cuando éstas no se apartan demasiado de los estereotipos al uso.

Como todo debe decirse, más allá de los comportamientos sexuales, los protagonistas de Shortbus resultan un tanto simplones y maniqueos, inconcebible sobre todo si se trata (como es el caso) de cine independiente; verbigracia: ese que se vanagloria de jugar con personajes reales a través de diálogos cuasi naturales, de una puesta en escena espontánea y liberada de restricciones –aunque en no pocas ocasiones signifique pobreza y reiteratividad-, o incluso de un guión que en esta ocasión es obra colectiva (los propios actores colaboraron mediante sus vivencias con el escritor y realizador).

Pero lo que de veras importa en este filme es su manera directa, espontánea y sin afeites de celebrar el joie de vivre (las ganas de vivir) mediante eso que fue dado al ser humano no sólo para asegurar descendencia, pese a que durante siglos la Iglesia y la Ciencia lo predicaron así, sino para, en su pluriformidad y diversidad, conquistar desde la tierra, un pedazo del cielo.

¿O qué otra cosa es el “alumbrón” final de esa Nueva York hasta entonces turbia y apabullante que celebra ahora, con sus infinitas luces artificiales, el arcoiris que le nace dentro a esa mujer final, definitivamente satisfecha?

sábado, 14 de marzo de 2009

¿El fin del “embargo”?

No por ser un tema manido, y que se repite una y otra vez, deja de sorprenderme –y de incomodarme- cada vez que sucede: los medios de prensa no suelen ser muy exactos a la hora de dar noticias y, cuando se trata de Cuba, repiten tanto una mentira que la convierten en verdad -cuando les conviene, debo acotar. Y la gente no tiene tiempo para entrar en detalles, ni para investigar. Entonces asumen como tal la información –o, mejor dicho, la desinformación.

En estos días está de moda hablar de la “flexibilización” de la política hacia Cuba prometida por el Presidente Obama en su campaña. “La decisión del Senado de Estados Unidos de aliviar el embargo que Washington aplica a la isla tuvo hoy reacciones positivas en Cuba”, anunciaba EFE el 10 de marzo. “El presidente Barack Obama convirtió el miércoles en ley un proyecto que flexibiliza las restricciones de viajes y comercio con la isla”, decía Reuters un día después. “El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sancionó este miércoles la ley que alivia el embargo a Cuba” dijo ese mismo día IPS. Por su parte, El Correo Digital, de España, anunciaba en titulares: “Obama reabre las fronteras con Cuba”. Tal pareciera que estamos hablando del fin del “embargo”. Pero, ¿de qué se trata en realidad?

El 10 de marzo el Congreso de Estados Unidos aprobó la ley del presupuesto, donde el representante demócrata por el estado de Nueva York, José Serrano, logró introducir un anexo en el que se prohíbe el uso de fondos federales para hacer cumplir las restricciones sobre Cuba impuestas en 2004 por George W. Bush: las limitaciones de viaje de los cubano-americanos a su país de origen y del envío de remesas a sus familiares. O sea, volvemos a la política de hace sólo 5 años, la que tenía Bush en su primer período, y se desmontan aquellas aberrantes decisiones. ¿Es eso levantar el “embargo”?

Tras la aprobación de la ley -una de las más importantes que debe aprobar el Congreso, al conceder los fondos para que funcione el gobierno-, pasó a la Casa Blanca y fue firmada el 11 de marzo por el Presidente. No es por menospreciar la acción, pero seamos justos: lo que hizo Obama fue firmar la decisión del Congreso. O sea, concretamente: no bloqueó la parte sobre Cuba de la ley, como hubiera hecho su antecesor. Una buena señal pero, en realidad, no modifica lo que conocemos como el bloqueo económico, comercial y financiero que llevan aplicando ya casi 50 años.

Hay un detalle interesante: para calmar la rabia de los furibundos senadores demócratas anticubanos -Bill Nelson, de Florida; y Robert Menéndez, de Nueva Jersey; que amenazaron con bloquear todo el presupuesto-, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, se vio obligado a ofrecer concesiones y se comprometió (por escrito) a la interpretación más restrictiva posible para no desmantelar el bloqueo. Esto se aplica, específicamente, hacia una medida aprobada en la propia ley que podría facilitar las regulaciones vigentes sobre ventas de comida y medicina. El Tesoro aseguró, mediante complejas razones legales, que en la práctica no habría cambios sustanciales.

Casualmente, por esos días también se conoció de la primera sanción contra una empresa norteamericana durante la administración Obama por violar las normas del bloqueo: según la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro la compañía Lactalis USA, de Nueva York, actuó de manera ilegal entre 2004 y 2007 al hacer, "sin la debida licencia, seis transferencias financieras electrónicas en las que Cuba o un ciudadano cubano tenía interés". Y por ello debe pagar 20 950 dólares de multa.

Para colmo, también se supo en estos días que los miembros de la organización Pastores por la Paz, acusados de violar leyes que prohíben viajar a ciudadanos estadounidenses a este país –entre ellos Lucius Walker, líder del grupo, y varios de sus integrantes- fueron citados a comparecer el jueves 12 de marzo ante la jueza Judith Gishe, del Tribunal Supremo de la ciudad de Nueva York, por sus peligrosas acciones.

Entonces, al menos por esta vez, tendremos que seguir esperando por la anunciada “flexibilización” del bloqueo. Mientras tanto: “business as usual”, como dicen ellos.

martes, 24 de febrero de 2009

“El Che de los Gays”

La Feria Internacional del Libro de este año, dedicado a Chile, nos trajo de vuelta a La Habana uno de los personajes más llamativos de la vida social de ese país, tal vez el más provocador y controversial entre los defensores de las llamadas “minorías sexuales” en Latinoamérica: “el Ché de los gays”. Su nombre es Víctor Hugo Robles y el sábado pasado presentó en La Cabaña su libro sobre la historia del movimiento homosexual en Chile, titulado “Bandera hueca”.

El libro trata de rescatar la memoria de un colectivo de la sociedad chilena que no ha sido registrado en su historia política, a pesar de que salieron a la luz pública en el gobierno de Salvador Allende y sufrieron posteriormente la misma represión despiadada y sangrienta, cuando pretendieron visibilizar su voz militante durante el régimen de Pinochet. Incluso después, en los años 90 y del nuevo siglo, han continuado su largo batallar en una sociedad donde la oligarquía conservadora y la religión católica mantienen una fuerte influencia en los patrones de la “moralidad” ciudadana en ese país.

El libro contiene numerosas anécdotas del accionar de este personaje, que para algunos pueden constituir acciones libertinas o anárquicas, incluso excéntricas. Para otros, constituyen un llamado de atención “de impacto”, en ningún sentido cómodo ni complaciente, en contra de las discriminaciones por motivos de orientación sexual e identidad de género.

Precisamente de una de estas acciones es de la que toma nombre el libro: durante el XXV Congreso del Partido Socialista de Chile (en 1996), el autor abordó a la ex Primera Dama de Francia, Danielle Miterrand, y le entregó públicamente una carta para solicitar su apoyo a la lucha contra el artículo 365 del Código Penal -que castigó hasta 1999 con la cárcel la “sodomía consentida entre hombres” y desde esa fecha limitó esta regulación sólo a los actos cometidos con menores de 18 años. En ese momento, frente a la audiencia y para asombro de muchos, desplegó una bandera chilena con un hueco en su centro, que simbolizaba el espacio vacío de las personas lesbianas, trans y homosexuales, que han sido excluidos de la sociedad.

A Víctor Hugo Robles ya el público cubano lo conoció en el año 2005, cuando presentó el documental “El Che de los Gays”, en el Festival de Cine de La Habana de ese año (ver entrevista de La Jiribilla). Él mismo califica su personificación como el Che que busca “reinventar metafóricamente la utopía libertaria de la izquierda latinoamericana, pero encarnada en personajes contemporáneos, desvalidos y estigmatizados, entre ellos, las minorías sexuales; lesbianas, travestis y homosexuales”. Como recalcó en su presentación de La Cabaña: “porque se puede ser gay y revolucionario, ser homosexual y compartir la utopía de la revolución social para lograr un mundo mejor”.

Su mensaje puede no haber sido bien entendido por algunos y no ha faltado quien lo considera irrespetuoso con la memoria del héroe. Sin embargo, las palabras de Mariela Castro durante la presentación del libro fueron esclarecedoras: “algunos machistas homófobos nuestros, que todavía ven al Che como un Dios y no al hombre maravilloso que fue, pueden haberse sentido contrariados; sin embargo, a partir de lo que conozco del Che estoy segura que él hubiera sido capaz de emprender esta causa y, si estuviera vivo y activo como dirigente de nuestra Revolución, hubiera sido una de las primeras personas a las que le hubiera ido a tocar la puerta para pedirle su solidaridad”.
El libro enriquece, no sólo al particularizar en tantos años de lucha contra la homofobia en Chile, sino también porque nos acerca a la opinión sobre el tema de valiosas figuras políticas chilenas, que conocemos muy bien.

Volodia Teitelboim, destacado escritor y ex Secretario General del Partido Comunista chileno dijo: “existe una posición bastante medieval, excluyente y anticuada de estimar que los homosexuales y las lesbianas son categorías peligrosas para la sociedad y la seguridad de sus hijos. Hay que poner el pensamiento al nivel de las investigaciones de la ciencia. Son una parte del género humano que merece absoluto respeto y deben disponer de la posibilidad de realizar la vida como ellos conciben, en la seguridad de que esto no se convertirá en un mal para la sociedad, sino en un bien para la sociedad”.
Por su parte, la inolvidable Gladys Marín, luchadora y líder del Partido Comunista señaló: “a los homosexuales les diría que sigan adelante, que sigan luchando por sus derechos, porque ellos tienen absoluta legitimidad para ocupar un espacio en esta sociedad. Les diría que cuentan con un apoyo que va más allá de la gente que se atreve a decir estas palabras”.
Como adelanto, quiero compartir un pasaje del libro que particularmente emociona a los cubanos, por estar ligado a una de las principales figuras de nuestro arte revolucionario: Silvio Rodríguez –a quien alguien quiso acusarlo recientemente de homófobo.

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“Querido Silvio”

Pensando en el gesto político de escribir cartas públicas y siguiendo los consejos de Eugeni Rodríguez, un amigo del Frente de Liberación Gay de Cataluña, quien me recomendó solicitar respaldo para nuestra causa a personalidades internacionales, inicié un itinerario de entrega de misivas a diversas figuras que visitaron Santiago de Chile.

Una mañana de septiembre de 1995, irrumpí en una conferencia de prensa que ofrecía Silvio Rodríguez en la Fundación Violeta Parra, entregando el documento. Si bien la carta a Silvio había circulado con anterioridad en los medios de comunicación, ninguno de los líderes del movimiento había pensado entregársela personalmente al artista, sino más bien distribuirla en los medios de comunicación y que, a través de ellos, Silvio Rodríguez se diera por enterado.

Sin embargo, y en medio de la expectación de la prensa, me subí al escenario, entregué la carta del MOVILH (MOVImiento de Liberación Homosexual) al cantante, señalando:

- “Silvio, esta es una carta del movimiento homosexual chileno, queremos que
la leas y que nos des una respuesta”


Por su parte, Silvio, cariñoso, respondió:

- “Si están luchando por sus derechos, que yo los comparto y los respeto, tienen todo mi apoyo, por supuesto, siempre que no se pongan en contra
de Cuba”

Felices del respaldo de Silvio, activistas gays acudieron a los conciertos que ofreció el trovador en el Teatro Monumental de Santiago. En medio de esos conciertos, Silvio Rodríguez consumó su respaldo a la causa homosexual chilena, diciendo al público presente:
- “Quiero dedicar esta canción, especialmente a un movimiento que hay aquí, que se llama Triángulo Abierto, Movimiento de Liberación Homosexual. A través de un documento que me hicieron llegar, me enteré de una cosa insólita, que hay una ley que convierte en ilegales las relaciones homosexuales, y eso es una cosa loquísima. Esta canción es para ellos”
Acto seguido, Silvio Rodríguez interpretó una de sus más hermosas canciones: “Te molesta mi amor”.

(El autor aclara que la campaña iniciada por el programa Triángulo Abierto reunió a más de 100 rúbricas de intelectuales y personalidades de la política y la cultura nacional e internacional, destacando entre ellos a Hortensia Bussi de Allende, Gladys Marín, Volodia Teitelboim y el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel).

miércoles, 18 de febrero de 2009

La transexualidad, también en la Feria del Libro

Para muchos en Cuba, desde hace varios años, febrero es el mes para la celebración de las letras, las ideas, la lectura. Millones de ejemplares, desde diversas perspectivas y con todo tipo de estilos literarios, son puestos a disposición de un público que abarrota las librerías y los stands de la Feria Internacional del Libro. Es, sin dudas, una gran fiesta del conocimiento, que contagia a todos los que van al castillo de la Cabaña por estos días… incluso aquellos que aprovechan el refuerzo de guaguas y las superabundantes ofertas gastronómicas en el recinto ferial para pasar un fin de semana en uno de los lugares más bellos de La Habana.

Entre las tantísimas ofertas que este año ha presentado la Feria está la presentación del libro “La transexualidad en Cuba”, de un grupo de autores que participan en la Comisión Nacional de Atención a Personas Transexuales, cuyos textos fueron compilados por la Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro Espín, quien también tuvo a su cargo uno de los capítulos. Al presentarlo la Dra. Ada Alfonso, Subdirectora de esa institución, indicó que la Editorial CENESEX “se vistió de largo, con uno de sus proyectos más acariciados”, que constituye el primero publicado de la colección “Transgénero”.

Aunque la presentación de este libro no contó con el beneficio de la cobertura de los medios, la sala “José Antonio Portuondo” se repletó en la tarde del domingo 15 de febrero para escuchar a algunos de sus autores. Sin lenguaje rebuscado, fue enriquecedor escuchar las experiencias de estos expertos de la Comisión, que viene trabajando de forma pausada y perentoria –como debe ser en casos de tanto impacto social-, desde hace ya más de 20 años. Particularmente emotivo fue dedicar esta presentación a Vilma Espín Guillois, artífice y estímulo permanente del trabajo de esta Comisión.

Resulta imposible hacer en un rato, mucho menos en este pequeño escrito, un resumen de las políticas para la inserción de las personas transexuales en la sociedad cubana, o la atención a sus aspectos biológicos y hormonales, el tratamiento médico para la reasignación de género –que algunos erróneamente llaman “cambio de sexo”-, la compleja atención a sus problemas personales y familiares o los retos jurídicos que esta situación implica. Para eso hay que leerse el libro.

Pero valió la pena escuchar a la psicóloga Caridad Teresita García cuando destacó que nadie podía hacerse la idea de que, porque se identifique a la transexualidad con el travestismo -en medio de tacones, lentejuela y mucho glamour, diría yo- vayamos a creer que representan historias de alegría y felicidad. Por el contrario, el machismo y la homofobia (en este caso la “transfobia”, en relación a los transgéneros) provocan en la vida de estos seres y sus familiares mucha tristeza y angustia, que justifica todo el esfuerzo posible para revertirlo.

Como señalara la Dra. Ana Mayra Rodríguez, que lleva trabajando en la Comisión desde su inicio, no se trata de personas que de la noche a la mañana deciden ser transexuales y solicitan su reasignación sexual. Son personas que desde que nacen han tenido que enfrentar un conflicto entre su sexo biológico y su sexo psicológico, lo que les crea una verdadera tragedia personal. Por eso, cada caso lleva un proceso de estudios multidisciplinarios y el grupo deberá tomar una decisión dos años después. Informó que en estas dos décadas de trabajo han pasado por la Comisión alrededor de 100 casos y sólo una quinta parte de ellos –unos veinte- se han confirmado como transexuales, mayoritariamente de hombre a mujer. Pero se aspira a que esta labor se conozca mejor entre la población y muchos más casos rompan el silencio y se presenten ante el grupo en el futuro.

El Dr. Alberto Roque se refirió a la mayoritaria presencia de médicos en la Comisión, lo cual no puede entenderse como que los transexuales sean considerados “enfermos” sino que, por su naturaleza, necesitan de la medicina para encaminar sus necesidades. Fue esclarecedora su reflexión, elaborando una respuesta ante una pregunta del público, sobre la sensibilidad que se necesita para tratar la realidad de estas personas, lo cual requiere de estudio y comprensión, sobre todo porque los actuales métodos de educación –tanto general como médica- no nos preparan para enfrentar estas experiencias con la naturalidad debida.

Mariela Castro, por su parte, profundizó en las discriminaciones que resultan de identificar al “diferente” como “inferior”, como parte de ese mal hábito de tomar un rasgo de la personalidad –que generalmente no se corresponde con lo “aceptado”- para “clasificar” al ser humano, casi siempre de forma excluyente. Fue certera en su análisis al recalcar que tanto daño hacen los que “clasifican” como los que adoptan por sí mismos la actitud del “diferente”, una autoexclusión que acentúa aún más la segregación social. Es por ello que el CENESEX aboga por el diálogo y la comprensión –acotó- más allá de las diferencias por identidad de género o por orientación sexual.

Bienvenida entonces la Feria del Libro, también por insistir en la educación de los valores humanos que debemos difundir: el respeto a las diferencias sexuales y el rechazo a las discriminaciones por este motivo.

martes, 10 de febrero de 2009

Lo "diferente" a debate

Desde mayo pasado, cuando se realizó en Cuba la Jornada contra la Homofobia, los terceros jueves de cada mes hay un motivo en La Habana para reflexionar sobre la diversidad sexual y sus más variadas formas de expresión, desde diferentes perspectivas. Ese es el momento escogido por el ICAIC y el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) para realizar el cine-club Diferente, desde las 8 y media de la noche en el cine 23 y 12.

De la mano de su organizador, el poeta y crítico de cine Frank Padrón, hemos visto desfilar por esta céntrica sala de la capital a interesantes personajes del celuloide. Entre otros, a la flamboyánica Lola de Kinky Boots (2005), una empoderada travesti que revolucionó una fábrica de zapatos de un pueblito lejano en Gran Bretaña, enfrentando inevitables conflictos sociales y confusiones personales; la rebelde Alex del filme argentino XXY (2007), una adolescente intersexual que se debate entre la “indefinición” de su sexo y los encasillamientos a que le obliga la sociedad; o la historia del reconocido médico noruego Esben-Esther Benestad-Pirelli, que analiza con su familia -ante las cámaras de su hijo, el director del documental Todo sobre mi padre (2002)- las interioridades de su identidad transgénero.

Aunque al final se quedan pocos para el debate -del numeroso público que asiste a la proyección del documental y del filme programado- el arte cinematográfico cobra una nueva y más rica dimensión en la segunda parte de la noche. Lo mismo si hablan expertos del CENESEX, intelectuales reconocidos, cineastas, periodistas y activistas sociales o público en general: cada quien tiene una perspectiva siempre interesante que aportar. Y la libertad del debate enriquece el ambiente.

Personalmente creo que no hay mejor momento de la creación artística que cuando ayuda a intervenir en el proceso colectivo de comprensión social, enfocado hacia una problemática específica. Y en cada una de los debates que ha tenido el cine-club Diferente hemos salido con la sensación de haber profundizado en el conocimiento de los complejos asuntos de la sexualidad humana, a tal punto que cabe la siguiente pregunta: “en realidad ¿quiénes son los «diferentes»?“. Todo depende desde donde se mire.

Este jueves 12 de febrero -extraordinariamente en la segunda semana del mes, por razones de programación del cine- la propuesta es muy sui géneris. El debate se hará tras la proyección del filme Solos contra el mundo (o La Burbuja, 2006), del director israelí Eytan Fox, que trata el amor entre dos hombres que viven en una misma ciudad con un abismo cultural entre ambos: uno es árabe y el otro israelí. Sin dudas una provocación a los preceptos de la diversidad, en más de una dimensión.

Como adelanto, te presento un trabajo realizado por Frank Padrón sobre el filme y te sugiero que, si te encuentras en La Habana este jueves, no pierdas la oportunidad de poner a prueba tus potencialidades de debatir y analizar “lo diferente”, desde tu propia perspectiva.

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Una historia de amor bajo el conflicto árabe-israelí
Por: Frank Padrón

Solos contra el mundo es el título que han dado en español a una cinta procedente de Israel y originalmente nombrada Ha-Buah (La Burbuja) refiriéndose a la calle Sheinkin de Tel Aviv, zona donde existe un mayor nivel de respeto hacia la comunidad gay, , mas también ese título detenta una connotación metafórica, aludiendo al ingenuo idealismo de sus activistas políticos, quienes piensan que organizando raves (fiestas) van a acabar con la violencia mediante el peculiar mundo que se han inventado tres amigos israelitas quienes comparten un apartamento, preparan comidas, visitan bares y hacen el amor, todo para simplemente vivir y tratar de que la política no interfiera.

Dos de esos jóvenes son gays, y uno de ellos conoce un día a un palestino que vive ilegalmente en la capital israelí, punto de partida de una sólida relación que, cual Romeo y Julieta en el seno de estos conflictos, ignora la irracional pugna de los suyos para entregarse a un amor que saben superior a cualquier tipo de (artificial, por demás) diferencia étnica; la chica con quien comparten el techo es hetero, simpatiza extraordinariamente con ellos, y como es lógico tiene también su vida amorosa con los habituales devaneos de todas, al margen de su orientación.

La frecuente hostilidad entre palestinos y hebreos acaba por imponerse, y no sólo la pareja gay sino todos sufrirán sus consecuencias, de modo que la burbuja de armonía y amor que han levantado los personajes, termina por reventar del peor modo.

La obra ha sido dirigida por un joven cineasta que hace algún tiempo viene sonando en festivales internacionales (sobre todo en Toronto) y entre críticos y espectadores de muchas partes del mundo: Eytan Fox, de quien ya viéramos en Cuba su anterior cinta Caminando sobre el agua (2004), que focalizaba el lance erótico de un agente del servicio de seguridad de Israel con el nieto de un sobreviviente nazi y fuera exhibida con éxito en más de 30 países. Pero es también el autor de Yossi and Jagger (la relación entre dos soldados del ejército en su país) y de una serie para la TV, Florentenre, trasmitida desde 1997 al 2000 y que se acercaba también a la juventud capitalina.

Los críticos israelíes le han dicho a Eytan Fox que debería “lavar la ropa sucia en casa”, pero él no les hace caso, y si bien fustiga también la intolerancia y fundamentalismo de los árabes (como muestra su nuevo filme) ataca los prejuicios y la prepotencia de los judíos, y sobre todo, más allá de las partes, condena lo absurdo de esa y de todas las guerras. Considera, sin embargo, que su cine ha ayudado modestamente ha mejorar la situación respecto a los homosexuales, y a suavizar un tanto la profunda homofobia que sobrevive no sólo en estos países, sino en todo el mundo oriental.

Solos contra el mundo responde mucho más que anteriores títulos suyos a la estética del queer cinema, y si vamos a ser absolutamente justos, no precisamente en sus virtudes. Fox se muestra un realizador desaliñado y algo torpe en la escritura fílmica; la fotografía, digamos, es bastante plana, sin explorar los matices cromáticos y lumínicos de exteriores y espacios cerrados; los encuadres tampoco resultan muy inteligentes, y a veces el presunto ingenio de los mismos se reduce a buscar una innecesaria simetría de los encuentros eróticos entre la pareja gay y la hetero.

En otro orden, como afirma el colega Marco González Ambriz (1), “cuando Fox se quiere poner poético las cosas le salen peor, como lo evidencian las secuencias donde Noam y Ashraf cuentan sus recuerdos infantiles, filmados como si se tratara de películas caseras en super 8”

Por otra parte, la cinta es desigual en su flujo narrativo, con frecuencia se empantana en detalles ev(d)itables, sobre todo a mitad de metraje. Las actuaciones, sin embargo, son notables: Ohad Knoller (Noam), Yousef Sweid (Ashraf), Daniela Virtzer (Lulu), Alon Friedman (Yali) y el resto de elenco, incorporan con indudable convicción sus roles, mientras los diálogos respiran esa contagiosa alegría de jóvenes que con esas ansias de vivir y amar tan sólo condenan lo inútil y bárbaro de las beligerancias étnicas que desde hace tanto asolan la región, y que por estos días, lamentablemente, han vuelto a protagonizar los medios del mundo entero a raíz de los tristes sucesos de Gaza.

Con todo y su factura imperfecta, Ha-Buah o Solos contra el mundo es una oportuna y eficaz denuncia contra conflictos armados que atentan contra todo lo sano y hermoso del mundo: la vida, el amor, la amistad. Como sueña el joven árabe, quizá en algún lugar adonde no lleguen las granadas y los atentados, la hermosa relación entre él, joven palestino y su amante israelí, o las sanas risas de los amigos que preparaban platos típicos exquisitos y visitaban agradables bares, un día puedan hacerse realidad.

(1) En: “Arte y Ensayo”. www.profílmico.com

martes, 3 de febrero de 2009

Mariela, por la calle del medio


El último número de "La Calle del Medio" (No. 9, enero 2009), "publicación mensual de opinión y debate" -como reza su presentación- que aún puede encontrarse en estanquillos, nos premia con una excelente entrevista del periodista Ernesto Juan Castellanos a Mariela Castro Espín, Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Ernesto Juan logra hurgar en temas atractivos y polémicos, que hacen a Mariela profundizar en detalles que bien vale la pena leer: la educación sexual, la homofobia, las propuestas legales para transexuales y parejas del mismo sexo, la reacción de la iglesia, el papel de las instituciones, de la sociedad y de los propios miembros de estas llamadas “minorías”.

Me pareció muy justa, para la historia de la Revolución, la referencia de la Directora del CENESEX sobre el inmenso trabajo realizado por su madre, Vilma Espín Guillois, en los años 70 y 80 a favor de los derechos de homosexuales y personas transgéneros, desde su responsabilidad al frente de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Gran mérito ha tenido Mariela en el trabajo que ha realizado desde los inicios de este siglo por recuperar todo ese esfuerzo, que empezó en el entonces Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual de la FMC, con el desaparecido Dr. Lajonchere. En otras palabras: esta historia no es nueva, sino que es continuidad y sólo ahora se está en mejores condiciones de enfrentarlo.

Pero una idea fundamental, que se mantiene desde entonces, es la importancia de aportar a nuestra sociedad y al socialismo la necesaria educación sexual para derribar prejuicios ancestrales, que hemos heredado en nuestra cultura a través de los siglos. Para ello es necesario visualizar el tema en todos los ámbitos de la sociedad: discutir y analizar ampliamente los puntos de vista, para aclarar dudas y derribar tabúes, como una responsabilidad compartida entre la escuela, la familia, la salud, la cultura, los medios de comunicación, las leyes y la sociedad en su conjunto, que incluye las políticas sociales y la política en general.

Al decir de la sexóloga: “Es el silencio quien lacera, porque te deja en la ignorancia, en la confusión, en el más angustioso azoramiento.” Por lo tanto, bienvenida la entrevista de Mariela, que para sacar a flote estos temas no hay otra manera que ir por la calle del medio, sin temores.

Para los que no han podido comprar el tabloide –o no han querido- aquí les va el texto completo de la entrevista.

Mariela Castro
Desarticular los prejuicios
Por Ernesto Juan Castellanos
La Calle del Medio, publicación mensual de opinión y debate, No. 9 de enero del 2009


La directora del Centro Nacional de Educación Sexual dialoga con La Calle del Medio sobre la labor social del CENESEX y su empeño por validar los derechos de homosexuales y transexuales en Cuba
El 17 de mayo de 2008 se celebró por primera vez en La Habana el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia. Más que una celebración por la validación de los derechos de homosexuales, transexuales y transgéneros cubanos, fue una fructífera jornada de debates y reflexiones, que pusieron sobre el tapete las inquietudes y necesidades de uno de los grupos poblacionales más excluidos de nuestra sociedad. Mariela Castro Espín, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), accedió a dialogar con La Calle del Medio sobre los objetivos de la institución que dirige, así como de varios de sus proyectos más inmediatos.

– ¿Qué es el CENESEX?


–Es el Centro Nacional de Educación Sexual, que oficialmente se crea en 1977 como Grupo Nacional de Trabajo de Educación Sexual de la FMC, y que en 1989 cambia a este nombre actual, ya como una entidad del MINSAP. Nuestra misión es la de coordinar, desarrollar y gestar el programa nacional de educación sexual. Desde su fundación esta institución desarrolla una estrategia multidisciplinaria e intersectorial, sustentada en el criterio de que la sexualidad, por su complejidad, debe ser abordada por diferentes disciplinas científicas, y que la educación sexual no es una responsabilidad exclusiva de la familia y la escuela sino de toda la sociedad. En consecuencia, se acordó que los Ministerios de Educación y de Salud, junto con la FMC y la UJC, deben asumir los compromisos de mayor envergadura.

Este grupo de trabajo es creado por la FMC para dar respuesta a un reclamo de las mujeres cubanas en su II Congreso, en noviembre de 1974, donde pedían un plan educativo para orientar la sexualidad de sus hijas e hijos y así no revivir las mismas vicisitudes por las que ya ellas habían pasado. A partir de ahí, la FMC desplegó todo un plan de acciones educativas, que fueron los antecedentes del Programa Nacional de Educación Sexual.

– En meses recientes ustedes presentaron un grupo de propuestas para modificar el actual Código de la Familia. ¿De qué cambios estamos hablando?

Desde hace más de quince años, la FMC está liderando la introducción de nuevas modificaciones al Código de Familia, que la práctica ha demostrado son necesarias para darle solución a diferentes contradicciones, conflictos y dificultades que se viven dentro del marco de la familia cubana, y que podrían ayudar a mejorar las relaciones entre los géneros (hombre-mujer), entre generaciones, entre razas, con las personas discapacitadas, con los ancianos, el respeto a los derechos de las niñas y los niños y su implementación en la familia, cuestiones relacionadas con la patria potestad, la adopción, la violencia de género, el abuso sexual infantil y otras formas de maltrato. También estamos introduciendo un acápite relacionado con el derecho a la libre orientación sexual e identidad de género que tiene cada persona. Estamos en esa fase de revisión y diálogo con el Partido, para trabajar juntos las resistencias que puedan surgir a estas propuestas. Cuando se decida que es oportuno, entonces se presentará como Anteproyecto de Ley a la Asamblea Nacional del Poder Popular, siguiendo los pasos que se han establecido para ello. También hemos presentado una estrategia educativa a través de los medios de comunicación, para informar a la población sobre las ventajas que tiene para la familia cubana los elementos que se introducirían en esta Ley civil, que parte de los desarrollos actuales de las ciencias y de las experiencias que se han adquirido en la práctica social.

– ¿Ese fue entonces uno de los objetivos por los que el CENESEX organizó el pasado 17 de mayo la celebración del Día Internacional contra la Homofobia?

– Sí. Esa celebración forma parte de esas acciones educativas y divulgativas, junto a otros espacios permanentes que se han creado como parte de esta iniciativa. Las cosas nuevas generan resistencias, preocupaciones y malas interpretaciones, especialmente este tema, sobre el que hay un gran desconocimiento. Uno de nuestros objetivos es informar, ofrecer elementos de análisis acerca de estas realidades, todo lo que pueda ayudar a la familia y a la sociedad cubanas a reflexionar sobre estos asuntos tan importantes, de los que casi nunca se habla por prejuicios. El CENESEX tiene este encargo social: educar la sexualidad, dialogar sobre estos temas. Por ello hemos ido a los medios de comunicación, por el impacto masivo que tienen. Y me gusta mucho que se está abordando la información con mucho cuidado y sentido profesional. Eso es lo más importante, que todos asumamos el compromiso de educar. Es una responsabilidad compartida entre la familia, la escuela, la salud, la cultura, los medios de comunicación, las leyes, nuestras políticas sociales, y la política en general. Y estoy viendo que con esta celebración no sólo se han acercado más personas a reflexionar, a buscar orientaciones o referentes, sino también a brindar su colaboración, que es lo que más me gusta. Esa es una manera participativa de trabajar. Es muy lindo cuando las distintas iniciativas empiezan a crecer con la participación popular. Hemos contado con el apoyo y colaboración del ICAIC, del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH-SIDA, de la UJC, de la UNEAC, de la FMC, el Ministerio de Cultura y la FEU. Todos lo están asumiendo con un sentido de responsabilidad tan bonito que me da mucha satisfacción.

Pero me he dado cuenta de que no sólo las personas homófobas tienen prejuicios y confusiones. También las tienen las personas homosexuales y transexuales. Y de lo que se trata es que nadie se sienta con el derecho de humillar ni de tratar con inferioridad a otra persona. No hay ningún motivo para hacerte creer que eres superior o inferior a otro, ni por raza, género, edad, nacionalidad, etnia o afiliación religiosa. Yo pienso que tenemos que aprender a convivir, a elaborar proyectos de interés común que aborden la diversidad de realidades que hay en nuestra población.

– Me acabas de mencionar los medios masivos. Últimamente ha estado presente en ellos con más frecuencia el tema de la homosexualidad. Se ha abordado en seriales televisivos, en la prensa escrita, en spots publicitarios. ¿No temen que tanta publicidad luego de un silencio tan absoluto genere confusiones en niños, jóvenes y adolescentes heterosexuales?

– Una buena acción educativa no confunde. Todo lo contrario; llega a tener hasta efectos terapéuticos. Pero hay que saberla llevar a cabo con profundidad, con estudio, con asesoría especializada. Y esto no compete solamente a los temas de la sexualidad sino también a los temas de la mujer, de la raza, de la economía. No se debe improvisar. Nosotros estamos buscando que se aborde adecuadamente, que no se sature, que se atienda con mesura y cuidado. La novela televisiva La cara oculta de la luna fue el resultado de todo un trabajo que ha llevado a cabo el Grupo Nacional Operativo de la Lucha contra el SIDA, que planteaba que se debían abordar estos problemas. Estamos ayudando a ilustrar, y cuando educas no haces daño. Es el silencio quien lacera, porque te deja en la ignorancia, en la confusión, en el más angustioso azoramiento. Ahora, si tú analizas estos problemas, la gente se va a sentir incluso más tranquila, porque va a comprender de qué se trata, y siempre va a recibir una orientación, un referente de paz y solidaridad con el prójimo que le quitará un gran peso de su conciencia. Cuando se aprueben las leyes que estamos proponiendo, se van a legitimar en la sociedad cubana cuestiones éticas que son fundamentales para la convivencia. Y además, ayudaremos a desterrar la homofobia de nuestra cultura, que es algo muy doloroso porque incentiva el odio y la exclusión social.

– Veo que el CENESEX ha avanzado mucho en el logro de sus objetivos sociales. ¿Cuán difícil les ha sido, o les está siendo, en un país en el que durante siglos han predominado tendencias machistas, cambiar la mentalidad de los que han tenido una visión impugnativa hacia los homosexuales, a los que incluso en el pasado se les llegó a cuestionar su valía revolucionaria?

– Es muy triste que en un proceso tan liberador como el de la Revolución Cubana haya existido tanta rudeza y prejuicios hacia las personas homosexuales y transgéneros. Es una pena que haya sucedido así. Pero la Revolución sigue adelante y sigue aprendiendo. Lo importante es que ha tenido la honestidad de reconocer que no fueron buenas prácticas. El heterosexismo y otros prejuicios dominantes en nuestra cultura, avalados por los límites del conocimiento científico en aquella época, constituyeron un fuerte obstáculo para que el ímpetu redentor de la Revolución beneficiara a estas personas. Lo más importante es que ahora estamos trabajando para modificar toda esa mentalidad, para que nunca más vuelva a ocurrir. Ahora, te confieso que ha sido muy difícil lograrlo.

En 1990 cuando comencé a trabajar en el CENESEX hice varias entrevistas a parejas homosexuales y al Doctor Celestino Álvarez Lajonchere para escribir un artículo sobre esta problemática social que se mostraba tan contradictoria, pero quedé muy impactada con los testimonios y me di cuenta de que debía estudiar e investigar mucho, antes de escribir. En el año 2000 asumí la dirección del CENESEX y me di a la tarea de revisar todo lo que se había hecho anteriormente por esta institución. Así encontré algunos documentos que mi mamá le había encargado al Doctor Lajonchere para presentar al Partido entre los años 70 y 80 para analizar la homosexualidad como realidad social y tratar de implementar una política al respecto. Ella luchó muy fuerte para que se eliminara, de nuestro código penal, a la persona homosexual como figura delictiva, que fue en Cuba un remanente del código penal español. Incluso, cuando ella habló del Código de Familia, propuso que el matrimonio fuera la unión entre dos personas, y no necesariamente entre un hombre y una mujer. Mucha gente desconoce todos los esfuerzos que se hicieron en ese período de la historia de la Revolución.
Entonces, desde la dirección del CENESEX, busqué nuevos elementos para avanzar, retomé el trabajo que había iniciado mi mamá anteriormente, y convoqué a otros profesionales con diferentes orientaciones sexuales para estudiar el tema y realizar investigaciones que permitan demostrar científicamente la necesidad de impulsar estas iniciativas. En 2003 organizamos en Cuba el XVI Congreso Mundial de Sexología, que nos potenció y dio credibilidad, prestigio y respeto a nivel nacional e internacional, por todo lo que significa dotar al socialismo, como práctica histórica, y en especial a la Revolución Cubana, de un recurso ideológico tan valioso como la educación sexual, para derribar prejuicios y atavismos culturales.

En 2004, luego de actos de arbitrariedad por parte de la PNR en la capital contra personas transexuales y travestis, varios compañeros trabajamos en la elaboración de un informe alertando al Partido de lo que estaba pasando. El logro más importante de nuestro trabajo en los últimos tiempos es vínculo creciente con el Partido Comunista de Cuba, que ha facilitado una relación más estrecha con otras instituciones en el desarrollo de la estrategia nacional de educación sexual que coordina el CENESEX.

– ¿Qué han logrado hasta el momento con relación a la homosexualidad y qué más esperan lograr?

– Primero que todo hemos logrado que nuestras propuestas estén ahora en un proceso de diálogo en el campo legislativo. Hemos avanzado en el fortalecimiento de la presencia del tema en los medios de comunicación social, como parte de una estrategia educativa a largo plazo. A partir del 17 de mayo pasado fortalecimos nuestros viejos vínculos con la UJC y las organizaciones estudiantiles. Siempre hemos sostenido relaciones de trabajo muy estrechas con la FMC, como también con otras instituciones del MINSAP. Con el MINED se logró el programa nacional de educación sexual en las escuelas desde la década del 90, aunque no estamos del todo satisfechos. Y en cuanto a planes, en las modificaciones al Código de Familia estamos proponiendo que, las parejas homosexuales tengan los mismos derechos patrimoniales y personales que las parejas heterosexuales en las uniones consensuales, aunque no se contempla el derecho a la adopción, ni al matrimonio.

– ¿Por qué no se contemplan estos derechos?

– Mira, si en realidad vamos a hablar de igualdad plena, entonces los hombres y mujeres homosexuales deberían tener exactamente los mismos derechos de las parejas heterosexuales, sin embargo, en esta propuesta no se incluye el derecho a la adopción porque es un asunto que todavía algunas personas no comprenden. Pero al no incluirlos en todos los derechos, seguimos perpetuando la homofobia, es decir, la discriminación, porque desde la omnipotencia heterosexista los estamos considerando incapaces para la maternidad y paternidad, cuando la realidad y la ciencia demuestran que la orientación sexual no influye en la capacidad de aprender a ser una buena madre o un buen padre, como tampoco interviene sobre otras cualidades humanas.

Con respecto al matrimonio me satisface que seamos capaces de respetar la tradición, pero también que elaboremos conceptos que permitan reconocer el compromiso amoroso que desean contraer las personas homosexuales.

No obstante, con esta propuesta que hacemos al Código de Familia sólo estamos tratando de legitimar la responsabilidad individual e institucional de aprender a respetarnos. No pretendemos que nuestra sociedad evolucione precipitadamente, ni tampoco que cambien todas las tradiciones, porque hay aprendizajes históricos muy valiosos que se deben preservar.

– ¿Qué es el Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia?

– Esta celebración tiene su antecedente en 1974, cuando la Asociación Americana de Psiquiatría, por consenso de expertos, determinó eliminar de su manual de clasificación de enfermedades mentales a la homosexualidad, porque se demostró en la práctica médica que no se trataba de una enfermedad, y de mucho menos un trastorno mental, sino de una variante legítima de la sexualidad, inherente a la existencia del ser humano, y permanecerá siempre que perdure nuestra especie. Esto fue un paso muy importante desde el punto de vista científico y humanitario, porque el hecho de que ellos mismos cambiaran lo que habían establecido, que la homosexualidad era una enfermedad, que era por tanto curable, y había que buscar terapias para transformar a los homosexuales en heterosexuales, en “sanos”, fue como abrir otra puerta, de las tantas que se deben abrir, para salir del oscurantismo. Y en el mundo entero, incluida Cuba, se pusieron de moda terapias médicas para que los afeminados se convirtieran en masculinos y para que a las lesbianas les llegaran a gustar los hombres. A los niños les recomendaban practicar artes marciales y ensayar expresiones rudas y hasta violentas, porque se tenía la falsa creencia de que eran deportes y cualidades exclusivamente masculinas. Todo esto hizo mucho daño. Luego de aquella decisión de la Asociación Americana de Psiquiatría, se fue extendiendo a otras sociedades científicas en el mundo.

Pero fue sólo el 17 de mayo de 1990 que la Organización Mundial de la Salud también lo estableciera de esa manera y finalmente sacara a la homosexualidad de su manual de enfermedades mentales, con lo que puso fin a casi un siglo de homofobia médica. Esto fue un paso muy importante pero no trascendió inmediatamente. En 2005, Louis-Georges Tin, un activista francés, propuso que con el fin de que esta inicitiva tuviese efecto, cada país debería incorporar este día de mayo entre sus fechas oficiales de celebración y se instituyera como Día Internacional contra la Homofobia. El CENESEX aún no ha propuesto que se instaure como un día de celebración oficial, aunque desde el año pasado comenzamos a celebrarlo junto con otras instituciones con una sesión de cine-debate en el cine 23 y 12. Y nos dimos cuenta de que era necesario que lo siguiéramos haciendo. Desde entonces comenzamos a organizar las ideas para esta jornada, que se realizó alrededor del 17 de mayo, con el apoyo del PCC, la UJC, el MINCULT, la FMC, la UNEAC y muchas manos solidarias que nos están ayudando. Nuestro objetivo es llamar la atención, visualizar esa realidad para ayudar a la educación del pueblo con relación a la sexualidad, como parte del Programa Nacional de Educación Sexual, iniciado en la década del 70. Considero que lo estamos logrando, como es de suponer, con mucha comprensión pero también con el rechazo de muchas personas.

– ¿Cuál ha sido la reacción de las Iglesias a todas estas propuestas?

– Algunas Iglesias sostienen estrechas relaciones de trabajo con el CENESEX desde hace varios años, pero otras se han dirigido al Partido y a la Asamblea Nacional para dejar constancia de su desaprobación al matrimonio entre personas homosexuales, la adopción de niños y niñas por parte de ellos(as) y las operaciones de reasignación sexual que las ciencias médicas estipulan como parte del tratamiento que reciben las personas transexuales que lo requieran y deseen. Yo comprendo la posición de las Iglesias y la manera en que interpretan la sexualidad desde su concepción del mundo. Ellos actúan consecuentemente con sus principios y compromisos. No veo contradicciones esenciales. Pienso que deberíamos dialogar. Aunque pensemos de maneras diferentes en algunos aspectos, tenemos la responsabilidad común de educar el amor y el respeto entre los seres humanos.

– ¿Y qué opina la sociedad cubana en general?

– La sociedad cubana tiene conciencia de la necesidad de educación de la sexualidad y está deseosa de participar responsablemente en estos procesos. Los actuales niveles de instrucción y educación nos permiten desarticular con mayor efectividad los prejuicios que nos distancian y lastiman, que sostienen la ignorancia y la infelicidad. Las acciones educativas, apoyadas en expresiones artísticas, académicas y de comunicación social, se mantendrán durante todo el año, con el propósito de promover los valores y argumentos que nos permitan comprender la sexualidad en su riqueza de expresiones diversas y, sin duda, enriquecer la calidad, la calidez y la ética de las relaciones humanas.