El mito del periodismo como cuarto poder es un cuento. O, mejor dicho, el cuento del periodismo como un poderoso instrumento político alternativo es una mentira. Porque el periodismo siempre responde al poder, a algún poder. Quien no lo entienda así será vapuleado hasta el descrédito, que es el fin del periodismo.
Si no, qué fue lo que pasó con el periodismo tras el desplome de las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001? O, por solo citar ejemplos extremos, tras el asesinato del Presidente JFK en Dallas en 1963? El periodismo amordazado, manipulado a los antojos del poder y abierto a un escandaloso escrutinio todo aquel que cuestionara la versión "oficial", so pena del ridículo.
Ejemplos también tenemos muy cerca. En algunos países suele ser más solapado que en otros. En algunos momentos puede ser más evidente que en otros.
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