lunes, 8 de julio de 2013

De poetisas y peregrinas

Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7263 

La tarde se iluminó de poesía la sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC este jueves 4 de julio, cuando se presentaron los libros de Belinda Romeu Adiós, peregrina y de Irasema Cruz Morir sin muerte. Desde distintas perspectivas y con discursos poéticos muy diferentes, ambas poetisas nos acercan sus visiones a un mismo sentimiento: la pérdida de lo que fue y ya no volverá a ser, de lo soñado, la lejanía, el desarraigo… lo mismo interno que allende los mares.

En el primer caso, Adiós, peregrina (Beliarte producciones, La Paz, 2011) nos brinda una mirada intimista a un tema experimentado por la propia autora: “el duro trazo de la emigración”, como refiriera la escritora e investigadora Luisa Campuzano al presentar el libro. Es un tema al que se le ha dedicado tanto pensamiento y tantas lágrimas, dijo, por “el peso implacable de la nostalgia del lugar de origen” y el duelo personal de la añoranza por la patria, los padres, la familia, los amigos, el sol, el mar…

Ausente del vaivén y la sandunga
Carente de la tierra prometida
Mientras
Ocultas en baúles viejos la espesa lejanía
Contradicción perenne de la entrega
Eterno andar del
Peregrino
(Adiós, peregrina, Eclipse VII)

Belinda Romeu Valdés-Miranda nació en La Habana y vive desde 1984 en Bolivia. Se graduó de periodista y ha tenido una significativa carrera artística en Cuba, marcada fundamentalmente desde sus inicios por la música y la actuación. Fue fundadora del movimiento de la Nueva Trova y ha desarrollado también una intensa labor por la defensa y ejercicio de los derechos de los niños, las niñas y adolescentes. Ha recibido premios en el concurso La Edad de Oro, de música para niños y niñas, concurso Canción Habanera y Centenario de la Edad de Oro.

Confesó que la publicación de este, su primer libro de poemas, ha sido “un sueño hecho realidad”, en donde quiso plasmar ese “hilo que nunca se rompe entre quien parte y quien queda, el país de donde se va y el país donde se llega”. Destacó que la emigración es un tema con el que tenemos mucha relación, porque somos un país formado de “emigrantes españoles, africanos, chinos, que también cargaron con esa tristeza de alejarse de sus tierras”.

Trocando tormenta por reposo
Aplacando soledad de luna llena
Golondrinas en camino de retorno
(…)
Repartidos por el mundo como ahora somos
Desenredando besos que no dimos
Retorno allí para parchar mi mundo
(Sueños y abismos, XII)

En el prólogo del libro, el poeta y trovador Silvio Rodríguez la enaltece: Por tantas felices concurrencias se pudiera decir que, en cierto sentido martiano, ahora pareces más completa: porque sembraste un árbol de canciones, porque nos has legado tus andanzas en este libro y, para colmo, porque sonríes envuelta en los retoños de tus hijos”.

Por su parte, en el libro Morir sin muerte (Colección SurEditores, La Habana, 2013), Irasema Cruz comparte sus reflexiones más intrincadas de una realidad que por momentos se le hace lejana, donde Jerusalén –lugar histórico de peregrinaje– es una constante, junto a Padre y Abuelo.

Jerusalén, ya lo vivimos. Tengo más sangre que ideas posibles. Por qué la duda de pararlo todo, de vaciar el pecho y huir de nosotras… No estoy aquí, sólo dejé la envoltura, los atributos, el dolor y un boleto de partida. (Morir sin muerte, Envoltura)

En la presentación del libro –que obtuvo en 2008 el Premio Abdala de la Unión Árabe de Cuba–, la autora hizo gala de sus dotes histriónicas en un sui-géneris performance, junto a los trovadores Frank Martínez y Yurina, de Santiago de Cuba y La Habana respectivamente, que le dieron un tono peculiar a la velada.
Irasema Cruz, nacida en Guanabacoa, es también actriz del grupo “Teatro de la Villa” e integra varias asociaciones de poetas: A la Décima y el Grupo de Creación Poética de la Fundación Nicolás Guillén. Poemas suyos han sido publicados en revistas y antologías en Cuba, Italia y España y ha obtenido el Premio Nacional de Talleres Literarios, en 2007, y el Premio “Farraluque” de poesía erótica, en 2010.

Soy isleña. Aquí se lucha y ama con el rostro abierto, con los muslos danzando en las azoteas, aunque nos invada la mitad de otra sangre. (Morir sin muerte, Muerte del pedrero)

En el prólogo del libro, el poeta y ensayista Roberto Manzano indica que:Cuando uno evoca la tradición mundial de la prosa poética, que tiende a ser descriptiva o narrativa –dentro de la atmósfera misteriosa y onírica, casi de auto sacramental, en que nació la prosa poética–, se asombra de que aquí se conserve lo descriptivo y lo narrativo, pero que secretamente reine lo dramático, lo espectacular, la oniria como una puesta en escena. Entre los últimos cultivadores de la poesía en prosa, los textos de Irasema Cruz ofrecen una indudable singularidad”.

Dos poetisas cubanas contemporáneas que, desde visiones distantes, confluyeron en el peregrinar del verso para regalar una tarde plena de lirismo.

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