En la mañana de este martes 27 de mayo, el
Festival Internacional de Poesía de La Habana 2014 estrenó sus debates sobre
temas de género al iniciar en la sala Martínez Villena de la UNEAC el foro Mujer, Poesía y Acción Ciudadana, bajo la conducción de la poeta cubana Carmen
González.
La introducción estuvo a cargo del
Director del Festival, Alex Pausides, quien valoró el encuentro como un espacio
de privilegio para las mujeres creadoras —en particular las poetisas— con el
objetivo no solo de acentuar su abrumadora presencia en el Festival, sino
también crear un lugar de reflexión en su condición de activista social, en el
destacado papel que han jugado en la lucha por los cambios sociales en
Latinoamérica, frente al patriarcado y el poder machista.
Las palabras de bienvenida fueron
ofrecidas por la Vicepresidenta de la UNEAC, Nieves Laferté, quien agradeció la
presencia de tantas activistas poetas en el evento y tener la oportunidad de
discutir sobre un tema de tanta actualidad, sobre todo cuando en Cuba
celebramos el bicentenario de una mujer trascendental para la cultura del país:
Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Un momento especial en el comienzo del
encuentro fue la intervención de la poeta brasileña Nina Reis, coordinadora del
Foro y una de sus principales promotoras, la cual destacó este momento del
Festival de La Habana como un sueño hecho realidad con el fin de resaltar la
incorporación de la mujer y del enfoque de género en la creación artística de
Latinoamérica, desde una mirada participativa e integral.
Particularizó en el proyecto cultural
“Amapola”, que han ido desarrollando en diferentes comunidades de Brasil y
Uruguay, donde se brinda un espacio de “verdadera identificación de género y
respeto a las diferencias, sin códigos ni aislamientos”. Propuso este proyecto
como una oportunidad para crear redes de integración en el continente y
divulgar el arte desde las propias comunidades con un enfoque de género, en el
que participan artistas y pobladores.
Igualmente presentó la revista Dualis, la cual se ha convertido en el espacio de promoción de estos esfuerzos,
como una memoria colectiva de las actividades que se desarrollan, abierta a
cualquier otra propuesta de nuestros países para difundir el trabajo que
realizan las mujeres del continente.
La experiencia cubana y sus retos actuales
La segunda parte del foro estuvo dedicado
a conocer una parte de la labor realizada desde Cuba en función del género, la
cual fue presentada por las escritoras cubanas Helen Hernández Hormilla y Laidi
Fernández de Juan.
Helen transmitió la experiencia del
encuentro Mirar desde la sospecha, el espacio regular que
se ha organizado en la propia sala Villena de la UNEAC durante varios años con
el esfuerzo de la profesora Danae Diéguez y la colaboración de otras
activistas, instituciones y organizaciones de la sociedad civil cubana.
Resaltó que este espacio surgió a partir
de un coloquio realizado en 2010 sobre violencia de género en las artes y,
precisamente, tomó ese enfoque para visibilizar la participación de las mujeres
y los conflictos que se presentan por motivaciones de género en el campo de la
cultura en Cuba, aparentemente tan abierto y que para muchas personas se supone
ajeno a patrones patriarcales.
Además, destacó que desde su surgimiento
los encuentros siguieron una idea horizontal de participación colectiva, de
respeto a las diferentes opiniones que se presentan, con énfasis en el papel de
las mujeres en las artes y la inclusión de todas las diversidades. De esta
forma, se trabajó también para desmitificar los prejuicios que aún existen con
la palabra y la acción del “feminismo” y se realizaron profundos debates sobre
temas transversales como la homofobia, la invisibilidad de las narradoras
afrodescendientes, entre otros.
Uno de los resultados más palpables de
este esfuerzo fueron los talleres de capacitación a trabajadores de los medios,
especialistas de diseño y de comunicación social, no sólo en La Habana sino en
otras provincias y territorios específicos. De esta forma, en la actualidad se
han desarrollado proyectos en esos lugares, a partir de los debates realizados,
que muestran ejemplos tan alentadores como el de la Televisión Serrana en las
montañas de las provincias orientales.
Por su parte, Laidi Fernández de Juan
introdujo el tema de la violencia como un elemento importante a tomar en cuenta
en los enfoques de género, el cual —aunque en Cuba no se registran al mismo
nivel que en otros lugares del mundo— existe y tiene que ser visibilizado.
En ese sentido compartió con el público el
trabajo que está realizando, a partir de una idea de las escritoras Marilyn
Bobes y Mirtha Yáñez, para realizar una antología de textos narrativos escritos
por mujeres cubanas y que aborden este tema. El libro contará con textos de 35
narradoras —en cuya selección, realizada sobre la base de la calidad, se ha
tenido en cuenta un equilibrio del color de la piel y lugar de residencia,
tanto en el país como en el exterior— y deberá salir para finales de 2014 con
el título Invictas.
Explicó que este título se le debe a uno
de los cuadros de la desaparecida pintora cubana Belkys Ayón, por lo que se
convertirá en un homenaje a esta famosa artista y a todas aquellas mujeres que
puedan creerse derrotadas y, con este libro, se estará mandando un mensaje de
apoyo y solidaridad.
El libro, en el que se recogen historias
estremecedoras, estará prologado por la destacada ensayista y crítica literaria
Zaida Capote. “Este es nuestro grito, reclamo, exigencia, para que se
visibilice el tema de la violencia de género y se cambie el Código Penal
cubano, para que sea incluido”, reafirmó.
Otros elementos aportados durante el
debate tuvieron que ver con la dificultad que aún se enfrenta en el enfoque de
los medios para tocar los temas de género, así como la visión occidentalizada
de la cultura —no sólo en Cuba—, resultado de la imposición de un pensamiento
hegemónico en nuestro continente. Como consecuencia, se observan aún
limitaciones en algunas poblaciones con el acceso al arte y los valores
culturales, reflejo de inequidades y relaciones de poder que afectan nuestras
sociedades.
La coordinadora del panel, Carmen
González, expresó su esperanza de que el foro sirva para que la palabra y la
acción de las mujeres no queden relegadas o sean contadas por otras personas,
en función de la integración independientemente del género, la orientación
sexual, el color de la piel o cualquier otra diferencia que pretenda
dividirnos. Se mostró confiada en que este encuentro se convierta en una
oportunidad de discusión y diálogo.
Visiones de género desde otros rincones del continente
A partir de ese momento, el Foro se abrió a otras experiencias presentadas
desde diferentes rincones de nuestro continente. El primero en hablar fue el
poeta uruguayo Roberto Bianchi (Beto), quien compartió con los presentes su
larga práctica en la promoción de la poesía cubana hecha por mujeres con su
proyecto cultural “Abrace”, desde Montevideo, y su brazo ejecutor: “Abrace
Editora”.
Como amigo de Cuba desde hace varias
décadas, señaló que el proceso de fortalecimiento de la cultura de los pueblos
a través de la literatura es una necesidad. Por ese motivo, el movimiento
cultural que lidera junto a Nina Reis ha trabajado pacientemente en mantener un
vínculo con nuestro país y con la región latinoamericana para fortalecer los
logros de nuestra cultura y promover el patrimonio cultural de nuestros
pueblos.
La también poeta uruguaya Bety Chis trajo
a debate la lucha de las mujeres judías inmigrantes, especialmente en su país
de origen, en función de preservar su identidad, su cultura, su lengua, sus
costumbres. En ese sentido, el papel femenino –sobre todo el de las madres– es
primordial, de acuerdo a los patrones culturales, lo cual se hizo
particularmente difícil en la historia de su país a partir de las vicisitudes
que debieron enfrentar como mujeres y como judías frente a las dictaduras, lo
que implicó torturas, violaciones y exilio.
Por su parte, en una ponencia de gran
impacto, la poeta Pilar Rodríguez Aranda presentó el dilema que enfrentan las
poetas chicanas en los Estados Unidos frente al desprecio al bilingüismo y a su
propia condición de inmigrantes. Expresó su pleno convencimiento de que ser
“chicana” no es una mera situación legal, sino que implica una posición
política ante la vida y un activismo crítico en la lucha contra las
discriminaciones.
En ese sentido, denunció la escasa
existencia de antologías sobre literatura chicana, mucho menos de las mujeres
poetas, lo que implica “derribar obstáculos, franquearlos y fijar su propia
naturaleza”, de esa “nueva mestiza” que ofrece su testimonio desde el yo
individual y no solo cuenta su mundo, sino que espera cambiarlo.
Profundizó en los fenómenos del
“bilingüismo” y la “alternancia de códigos”, que se convierte en el medio
natural en que se desarrolla su cultura a partir de ser la forma de comunicarse
en amplias comunidades de los Estados Unidos, del lenguaje diario que está en
la calle. Lamentó la existencia de posiciones que les critican injustamente por
“matar el español” o “hablar mal” y pidió darle valor a la historia de lucha de
nuestros pueblos que, en un final, conforman su cultura, tan auténtica como las
demás.
Las sesiones del foro Mujer,
Poesía y Acción Ciudadana continuará durante el Festival Internacional de Poesía de La Habana
2014 y seguramente se seguirán expresando valiosos testimonios de las más
diversas experiencias del continente. Al final se elaborará de conjunto una
Declaración Final, en la que se verán reflejados todos estos aportes, con el
fin de establecer un canal de comunicación que permita una mejor vía de
expresión de las preocupaciones de las poetas del continente con enfoque de
género.