Publicado en: http://www.uneac.co.cu/index.php?module=noticias&act=detalle&id=7919 y en http://www.cubapoesia.cult.cu/2014/05/homenaje-a-feijoo-en-el-inicio-del-festival-de-poesia/
Con buenos pasos se ha dado la arrancada del Festival Internacional de Poesía de La Habana 2014, al organizarse en la mañana de este 26 de mayo un panel en la sala Martínez Villena, el cual rindió homenaje al centenario del poeta, narrador y pintor Samuel Feijóo.
Las palabras de
bienvenida corrieron a cargo del poeta Alpidio Alonso, Vicepresidente de la
Asociación de Escritores y director de la revista Amnios, quien alabó
este comienzo porque “al retomar el papel de Feijóo en la cultura nacional se
hace justicia”, calificándole “quizás –después de José Martí– como el más
prolífero de nuestros hombres de letras”.
Resaltó la dimensión
humanista de su obra, con franca vocación universal, y lamentó que sus libros
—como los de muchos otros grandes de nuestra literatura— se han convertido en
“rarezas editoriales”, mucho más cuando se trata de poesía. Consideró entonces
que este homenaje es como “romper una lanza frente a la desidia y la
desmemoria” y destacó el simbolismo que representa su figura a inicios del
Festival de Poesía, como reflejo de una cultura de resistencia.
Por su parte, el
también poeta, ensayista e investigador literario Virgilio López Lemus, quien
sirvió de moderador del panel, coincidió con las observaciones de Alpidio al
recordar que muchos consideran a Feijóo como uno de los cuatro pilares de la
literatura cubana, junto a Carpentier, Lezama y Guillén. Calificó como “un
extraordinario logro” que se retome su figura e influencia en nuestra cultura
pues, de esos cuatro, es el menos conocido y difundido en el exterior, lo cual
lo convierte en “un gran desconocido de la lengua española” a pesar de ser una
de las “figuras capitales de la literatura cubana del siglo XX”.
Estudios sobre
Feijóo entre los estudiantes universitarios
A continuación, tres
estudiantes de cuarto año de la Facultad de Artes y Letras intervinieron en el
panel para presentar sus perspectivas sobre el escritor homenajeado, a partir
de un evento que se realizara en la Universidad de La Habana, como parte de las
actividades por el centenario de Samuel.
Daína, la primera en
hablar, centró su análisis en el trabajo realizado por Feijóo en la revista Signos,
que fue creada y dirigida durante varios años por este escritor de formación
autodidacta y en la que reflejó su voluntad vanguardista. Aclaró que la
asimilación de la vanguardia en este caso fue con un espíritu abierto, pues se
trataba de una transgresión cultural y una ruptura a los estilos establecidos,
caracterizada por una convivencia sin privilegios entre los diferentes estilos
literarios y una autonomía semántica y espacial de la gráfica.
Por su parte, Nils, el
segundo en hacer uso de la palabra, reflexionó sobre Juan Quinquín en Pueblo
Mocho, una obra particularmente importante en la obra de Feijóo al dibujar
con su talento paisajes particulares de una nación, desde la sensibilidad
popular. Elementos claves para entender su trascendencia son que en ella la
naturaleza alcanza una función protagónica, que se destruye el vínculo entre
miseria material y espiritual y, sobre todo, que se presenta un héroe nuevo,
alejado de los estereotipos urbanos, al tratarse de un campesino que toma una
voz reflexiva e interroga su realidad para transformarla.
El último de los
estudiantes en intervenir fue Darío, quien particularizó en la poesía de
Feijóo, especialmente en su poema Betel en el cual —a través del motivo
místico que le cautivara de las sagradas escrituras— expresara la forma sincera
y la recta afinación que caracterizara su obra poética. Al ser un “poeta de la
vivencia” y “del campo cubano”, lo caracterizó como habitante de la poesía y
del misterio, pero no con la actitud del filósofo que busca en lo abstracto
sino en el conocimiento más inmediato de “su ser”.
Virgilio López Lemus
alabó como “un hermoso homenaje” la novedad de que la Universidad cubana
realice una labor investigativa sobre este autor, tal y como fue apreciado en
este panel. Sobre todo, porque se trata de un escritor que dejó más de 70
revistas –que eran, en la práctica, 70 obras de arte–, 25 libros de poemas, 3
de cuentos, 8 de reflexiones, 3 de crítica literaria, 5 novelas… lo cual
demuestra una fructífera labor creativa que está aún por investigar a
profundidad y donde los estudiantes pueden realizar un intenso trabajo.
Destacó su significado
para la cultura cubana como “algo fundacional e innovador”, creador de “una
poética, una teoría de la poesía”, la cual se refleja en toda su obra, incluso
en la pintura. Señaló que con sus aportes elevó a la cima un movimiento lírico
fundado por los poetas neoclásicos, que se centra en el canto a la naturaleza,
pero no desde una visión meramente paisajista, sino insertado en el ser y en la
fuerza creativa que ella esconde, que llevamos dentro nosotros mismos.
Indicó además los
muchos puntos de contactos que tuvo con otros autores latinoamericanos, que lo
convirtió en un extraordinario puntal de la identidad latinoamericana.
Continuidad y
homenaje de la revista Signos
La velada fue momento
propicio para el lanzamiento del No. 67 de la revista Signos,
correspondiente a los meses de enero a junio de 2014, la cual fue dedicada
íntegramente a su fundador.
Durante la
presentación, su editor, Edelmis Anoceto, realizó un breve recorrido por la
historia de la revista que, desde su fundación en 1969 y hasta 1985, Feijóo
dedicara sus mayores esfuerzos artísticos y culturales. Tras algunos años de
receso, en 1988 se continuó realizando pero no ya como un proyecto personal
sino como una publicación institucional, a cargo del Centro del Libro de Villa
Clara.
Anoceto resaltó que
este número constituye un primer intento de “breve antología” —pues cualquier
intento de resumir la obra de Feijóo tendrá que ser necesariamente breve— en la
cual se recogen poemas y pensamientos, correspondencia, dibujos, trabajos
periodísticos, cuentos, escritos de etnología y folklore, poemas, críticas
literarias, obras de humor, fotografías, para culminar con una cronología de su
vida y su obra, a cargo de Virgilio López Lemus.
Según la publicación,
se ha querido aprovechar la oportunidad para “redescubrirlo en su dimensión
cósmica, atravesada siempre por la intensidad y el enjundioso desenfado de una
obra imposible de compendiar”. Al mismo tiempo, Edelmis señaló que, a pesar de
su portada en negro, es una revista festiva pues también celebra la feliz
coincidencia del aniversario 45 de su fundación, en la que pusieron todo su
empeño en resaltar “al ser humano y al pensador que mantuvo una postura ética
profunda en su creación”.
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