miércoles, 2 de julio de 2014

La Gaceta y el arte femenino en Cuba




Una aproximación al arte generado en Cuba por mujeres, para de esta forma insistir en la necesidad de visibilizarlas cada vez más, fue destacado como el principal aporte de La Gaceta de Cuba, número 3 (mayo-junio) de 2014 durante su lanzamiento, en la tarde del pasado lunes 30 de junio en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC.

Las palabras de presentación estuvieron a cargo del presidente de la UNEAC de Guantánamo, el crítico de arte Jorge Núñez, quien empezó por el final del número para destacar el artículo de Helen Hernández Hormilla con el título Arte de mujer, donde lamenta que: “hoy sigue masculinizándose aquel arte que apela a la crudeza, al dolor, al análisis sociopolítico”, mientras se asocia lo femenino a la delicadeza, la intimidad.

Llama la atención que esto suceda en pleno siglo XXI, en una sociedad donde el machismo supuestamente se considera de “mal gusto” y se sigue enmascarando con estrategias más estilizadas en el arte, “con igual pensamiento excluyente”, indica la autora.

Es por eso que el Dossier principal de la revista, bajo el título ¿Visibles desde el margen?, aborda la problemática del arte femenino en Cuba y recopila obras y referencias que demuestran no solo el prestigio alcanzado por la producción artística de la mujer cubana en diversas manifestaciones, sino su aporte a la variedad de temas y voces en ese mosaico de la realidad artística contemporánea en el país.

De esta forma, se hace un recorrido por el quehacer de cinco importantes mujeres: Sara Gómez en el cine, Mirta Yáñez en la narrativa, Alina Rodríguez en la actuación y Lesbia Vent Dumois y Tania Bruguera en las artes visuales y el magisterio, demostrando una diversidad de generaciones y estilos que hace resaltar la visión “desde los márgenes” en que se desenvuelven las mujeres en el mundo cultural.

Sobre Sara Gómez, Gisela González-Dieter destaca el discurso antimachista, antirracista y prorrevolucionario que nos presenta en su obra; sobre Alina Rodríguez, la entrevista de Luis Orlando Rodríguez permite adentrarnos en las interioridades de esta “tronco de actriz”, como la bautizara Consuelito Vidal; y sobre Tania Brugueras, Marialina García realiza un profuso estudio sobre el trabajo que realizara en el ISA con el proyecto Cátedra Arte de Conducta.

Asimismo, sobre Mirta Yáñez, el artículo de Alain Sicar destaca su novela Sangra por la herida –Premio de la Crítica 2010 y Premio de la Academia Cubana de la Lengua 2012– como “uno de los libros más sombríos, pero también entre los más honestos” de la sociedad cubana; y sobre Lesbia Vent Dumois, la entrevista de Lourdes Prieto nos acerca a esta mujer que dice preservarse gracias a “trabajar con gusto, con amor, con cariño y sin límites”.

El otro dossier de La Gaceta nos llama la atención sobre la obra del cineasta Juan Carlos Tabío, con trabajos de Frank Pérez Alvarez, Carlos Lechuga y Justo Planas. Este último resalta que “Se permuta abrió en los 80 una manera distinta de entender la comunicación cinematográfica, las funciones del cine y su propósito que, en última instancia, remite una concepción diferente del espectador y su dialéctica”. Y llega a la conclusión de que, por eso y por muchas otras razones, su obra y la de su generación “necesita todavía ocupar el lugar que merece dentro del cine cubano y la democracia que durante décadas intentamos construir”.

Por su parte, en la sección de Crítica, los artículos de Fran Padrón y Dean Luis Reyes analizan la repercusión del más reciente filme de Ernesto Darana, Conducta, lo que viene a complementar la entrevista inicial realizada a la protagonista del filme, la actriz Alina Rodríguez.

En ambas críticas, los autores destacan la resonancia de público que alcanzó el filme, al punto de colmar nuestras salas como hace mucho no se veían, lo que reafirma que “la sala llena sigue siendo un sitio donde articular un ágora virtual para que el cuerpo del país se agite, aplauda, llore y sueñe imaginando un rumbo acaso ideal”.

Como nos tiene acostumbrados, La Gaceta se enriquece con otros aportes literarios, como el cuento de Laidi Fernández de Juan titulado Todos queridos —cuya presencia insiste en la creación femenina—; el texto Acorralado de Claudio G. del Castillo, que alcanzó el XX Premio de Cuento de La Gaceta; y el trabajo del poeta y pintor José Pérez Olivares, que obtuvo el IV Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, de Sevilla.

Además, como forma de seguir leyendo otras visiones se incluye un artículo de Dainerys Machado Vento sobre el vocalista Carlos Embale, otro de Frank Delgado sobre el recientemente desaparecido cantautor cubano Santiago Feliú y un análisis de Abel Prieto, quien profundiza en los resortes creativos en la narrativa de Jorge Luis Hernández, uno de los grandes narradores cubanos de las últimas décadas.

El director de la revista Norberto Codina, al introducir la presentación de este número, agradeció especialmente la colaboración del recordado periodista y realizador Orlando Castellanos (1930-1998), a quien siempre se ha tenido presente en La Gaceta, por la posibilidad de publicar por primera vez —como primicia en esta ocasión— la entrevista que le realizara al poeta chileno Nicanor Parra.

“Perseverancia y voluntad en su sistematicidad, en cómo puede asegurar los temas y asuntos a discutir en la contradictoria y polémica dinámica de la cultura cubana contemporánea”, fue lo que destacó al concluir Jorge Núñez su presentación, para reafirmar que todo ello convierte a La Gaceta en “la mejor revista de su tipo en el país”.

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