Miércoles. Me despierta el teléfono… ¡mi jefa! Nos vemos en
la tarde, despacho impostergable. Desayuno frugal. Mi padre que le busque
no-se-qué en la farmacia… No puedo ahora, viejo ¡ya voy tarde pa’l trabajo!
Parada infernal. No, mijo, hace rato no pasa nada. Y el NTV
dice que han puesto guaguas nuevas. Lo soñado. Mejor me siento… ¡qué calor
hace! Ni siquiera afloja por la mañana. Cada agosto nos parece que es peor que
el año pasado.
¡Dobló la 20! Niño ¿esa guagua para aquí? Si, señora. Bueno,
si quiere. Caminen, caballeros, que queda gente abajo. Oye, compadre ¿tienes
los 40 centavos? No, yo también tengo un peso. Si quieres no pagues. Gracias. Chofe,
abre atrás, para que todo el mundo suba… vaya, el dinero.
Este tipo no es guagüero, ni es ná ¡es camionero de
cooperativa! ¿Se pensará que lleva ganado aquí? Entre los frenazos estos y como
cogió la curva de la Universidad ya me siento una vaca… o un puerco. ¡Qué
calor!
Amalgama de brazos, pechos, muslos, sudores. Un pasito
caballero, que me quedo en la próxima. Codos, espaldas, mis espejuelos
enredados en el pelo de una muchacha, respiración de alguien en mi nuca ¡Y esta
vieja como empuja! Y me está tirando contra el mulato que tengo alante...
¡coño, que bueno está el mulato este! ¡Cómo no me había fijado! Empuje, señora ¡empuje! Lo siento de pies a cabeza... está macizo. Y
que bien huele. Álvaro Torres a todo lo que da: “Voy a pedirte de rodillas que
regreses junto a mí, porque soy de tiiiii…”
Levanto la cabeza por encima de todo el mundo, tengo que
pensar en otra cosa, necesito aire… y la veo, pegada en el techo de la guagua: una pegatina blanca, con la
silueta de Martí y un pensamiento lapidario: “Lo extraordinario une a los
hombres”.
¡Cuánta razón tenía el Maestro!
ja, ja, ja. Me encanto Kmi, tu cronica. Besososos
ResponderEliminarGracias, amore! lo mejor es que fue tal cual! :-)
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